Archivo mensual: septiembre 2010

Bright star : La mala estrella

Corría el año 1817 en Inglaterra cuando el joven John Keats, poeta sin reconocimiento y sin dinero, conoce a Fanny Brawne, diseñadora de éxito en su círculo más cercano- pues cosía y creaba, innovándolas, prendas de ropa- en casa de su amigo el también escritor Charles Armitage Brown. Dos criaturas muy distintas. Él la tachaba de frívola y el desinterés de ella, mujer bien educada, por la poesía era evidente y, no obstante, destinadas a descubrirse y enamorarse. Amor sin futuro, por la falta de liquidez y la mala salud de él, a quien la maldición de la tuberculosis le había ya arrebatado a su madre, a un hermano y estaba a punto de hacerlo con otro. Él mismo sucumbiría a ella con tan sólo veinticinco años.

Jane Campion, ‘El piano’, ‘Un ángel en mi mesa’, ‘In the cut’… aborda en ‘Bright star’ este último tramo de la vida del escritor, tras seis años de silencio como realizadora. Periodo que corresponde al apasionado romance antes descrito, motor de la historia, y a su máxima efervescencia creativa, que sólo la virulencia de la enfermedad pudo apagar. Y lo hace con una austeridad y depuración estilística notables, teniendo en cuenta su
curriculum cinematográfico.

En efecto, la neozelandesa no ha cedido a la tentación del biopic de qualité, ni al arrebato romántico, ni a la banalización de un tratamiento digerible, ni a los excesos preciosistas o barrocos. Por el contrario, muestra una sutil delicadeza al retratar a sus personajes en escenas cotidianas, en sus microcosmos domésticos y paisajísticos. Con la agudeza que la caracteriza, va revelando sus personalidades, servidumbres, pasiones y conflictos sin altisonancia alguna. Y con la inestimable cooperación de un reparto en estado de gracia en el que sobresalen Abbie Cornish y Ben Whishaw.

Despojada de clichés poéticos o sentimentales, nos acerca también entre líneas a una sociedad y una época nada receptiva con las personalidades transgresoras, nada amable con las mujeres, clasista, injusta y cruel. Especialmente con quienes nacieron, como el desdichado protagonista, bajo una mala estrella.

‘La chica del tren’: Descarrilamientos

El ciudadano francés André Techiné, firmante de una filmografía atípica y con sello de calidad, en la que destacan cintas como ‘Los juncos salvajes’, ‘Alice y Martin’, y ‘ Los testigos’, irrumpe ahora en la cartelera sevillana con su última realización, aquí titulada ‘La chica del tren’. En el original, ‘La fille du R.E.R’, aludiendo al tren de cercanías que une las afueras con la capital francesa. Está basada en una historia real, que conmocionó al país galo en el año 2004, y en la pieza teatral sobre tal hecho, cuyo autor , Jean-Marie Besset, es asimismo uno de los guionistas.

El filme está estructurado en dos partes bajo los epígrafes de ‘Las circunstancias’ y ‘Las consecuencias’. La primera sirve de presentación de los protagonistas y de las condiciones en las que se desenvuelven sus vidas. La segunda,describe los resultados que se derivan de una reacción desmesurada ante una cadena de acontecimientos.

Una madre y una hija tan diferentes como unidas, que conviven en buena armonía. La una, fuerte, independiente y sabiendo lo que quiere. La otra, frágil e influenciable, aparentemente afirmativa, pero dependiendo de la consideración ajena. Un joven impetuoso, no del todo fiable, con quien esta última inicia una relación. Un abogado rico y poderoso, con profundas raíces judías personales y familiares. Un clima sociopolítico nublado por agresiones xenófobas antisemitas. Una ficción , dramática, y de honda repercusión social…

Techiné describe este conjunto de hechos y personajes con la elegante, refinada y elíptica puesta en escena, marca de la casa. Muestra sin juzgar, sin implicarse, con ese distanciamiento de entomólogo ilustrado, tan caro a ciertos cineastas franceses. Su incisiva visión de la naturaleza humana, en sus registros más íntimos y colectivos, falla aquí, sin embargo, por la dispersión del conjunto. En lugar de centrarse en lo esencial, dentro de un relato cuya coralidad domina, se pierde en banalidades y caracteres que nada suman a la historia, restándole, en cambio, autenticidad y comprensión.

Y eso que el reparto funciona y se implica a fondo. Destacamos a una ajustada y sensible Catherine Deneuve, al siempre excelente Michel Blanc y a la intensa Emilie Dequenne, la inolvidable Rosetta de la estremecedora cinta homónima de los Dardenne. Pero esta crónica del descarrilamiento vital y emocional de una joven herida y vulnerable, y sus graves consecuencias, resulta apagada y fría, desprovista de la intensidad que reclamaba a gritos.

Carmen Jiménez

‘Conocerás al hombre de tus sueños’: El peso del tiempo

El estreno del último Woody Allen, de ñoño título español para ‘You will meet a tall dark stranger’, marca el comienzo de la nueva temporada y el final de este tórrido agosto que hemos padecido. A propósito de esta película, el realizador neoyorquino se ha reafirmado, desde sus 74 creativos años, en la idea de que»la vejez no supone ninguna ventaja». Pero tampoco ha cambiado de opinión sobre la muerte, «estoy en contra».

Ambas afirmaciones, sólo aparentemente incompatibles, planean sobre esta tragicomedia coral, en clave irónica, con la que vuelve al Londres sofisticado, escenario también de la magnífica ‘Match Point’. Allí nos muestra a varios personajes, unidos entre sí por vínculos familiares, amistosos, profesionales y sentimentales. Este variopinto grupo humano se encuentra en un punto de inflexión en sus vidas y padecen los efectos del paso del tiempo en distintos grados, niveles y circunstancias.

A través de ell@s y de sus peripecias vitales, el director reflexiona sobre la creatividad , la falta de inspiración. la traición, el engaño, el desamor, el enamoramiento, el miedo a envejecer y las penosas consecuencias de no asumir la propia edad…Pero también de la insensata búsqueda de la felicidad a través de caminos poco ortodoxos, de la credulidad y de la desesperanza. A l@s titulares de tales sentimientos les aportan sus talentos y rostros la siempre estimulante Naomi Watts, el sólido Josh Brolin, un insuficiente Anthony Hopkins y la estupenda y desternillante Gemma Jones, lo mejor del reparto.

Sin embargo y pese a todo, el resultado es decepcionante. La mirada fílmica de este brillante cineasta se enturbia aquí de cinismo y amargura, sin aportar la indispensable corrosividad…Dosifica el humor con tacañería y no dota de la necesaria intensidad y mordiente a unos personajes a los que ni ama, ni define. Lástima porque sólo en ciertos momentos, muy pocos, tenemos la visión fugaz de la gran comedia que podría haber sido, si la desgana no hubiera hecho mella en él. La que nos hubiéramos merecido l@s admiradores de su talento, un relato brillante y complejo sobre el paso y el peso del tiempo.

Carmen Jiménez.