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‘Alice, cariño’: El maltrato invisible

Invisible porque no deja marcas físicas, aunque pueda provocarlas en sus víctimas. Invisible porque no tiene testigos directos, ni indirectos. Invisible porque no hay una manera fácil de probarlo ante las autoridades o la justicia. Invisible porque, precisamente por eso, no es percibido por el entorno familiar, social, amistoso, laboral o vecinal.

Invisible porque hasta las afectadas por él dudan que lo sea. Invisible porque ellas mismas lo ocultan, asumiéndolo como normalidad, excepción o consecuencia de sus propios actos. Invisible porque sus verdugos son vistos socialmente como seres intachables como personas y como parejas. Invisible porque las damnificadas son inducidas a creer que son responsables de sus sufrimientos.

Invisible porque son inducidas a creer que son seres inferiores, irritantes y que no se merecen la suerte que tienen con sus «hombres». Invisible porque son inducidas a creer que todo es producto de su imaginación o de sus desequilibrios emocionales. Invisible porque son inducidas a creer que, valga la redundancia, nadie las creerá.

Invisible porque en él se alternan caricias y desprecios, agasajos y vejaciones. Invisible porque el verdugo se convierte, por mor del cruel abuso de poder, en el centro de todas las cosas. Invisible pese a que sus gravísimos daños colaterales pueden inducir al suicidio, lo que es asesinato, pero no es nada fácil demostrarlo. Invisible porque…

De este maltrato invisible precisamente trata esta historia, ópera prima de la actriz y cineasta británica Mary Nighy, cosecha del 84 e hija de los intérpretes Bill Nighy y Diana Quick. Coproducción entre Canadá y Estados Unidos, fechada en 2022, de 89 minutos de metraje.

Su solvente guion lo escribe Alanna Francis. Su fotografía que, junto a una puesta en escena pródiga en desasosegantes primeros planos, resalta lo angustioso del relato, la firma Michael Robert McLaughlin y su banda sonora, de la que se podría decir otro tanto, se debe a Owen Pallett. En su reparto destacar a una excelente, como suele, Anna Kendrick a la que dan una réplica más que digna el resto de intérpretes.

Su protagonista, la Alice del título, está sumida en una relación tóxica, dañina, abusiva y peligrosa para su salud física, mental y emocional de cuyas insidias ni siquiera es consciente. La pareja que forma con su novio, el atractivo pintor Simon, es modélica de puertas para afuera. Hasta el punto que ella misma lo cree así.

Pero las terribles secuelas del maltrato psicológico, del maltrato invisible, que padece, son reveladas paulatina y sabiamente por la realizadora, en un ejercicio de madurez infrecuente en un debut cinematográfico.

Así, poco a poco, muestra cómo la sonrisa cede el paso a tics en los que se arranca mechones de pelo. Muestra cómo no deja el móvil en el que los mensajes de control son constantes, en los que incluso se la insta a fotografiarse el pecho para él, esté donde esté.

Muestra cómo es forzada a unas relaciones, y prácticas sexuales, que no desea, pero a las que se somete so pena de ser culpabilizada. Muestra cómo lo es cuando se atreve a negarse. Muestra cómo sus hábitos, modus vivendi, personalidad y costumbres han cambiado radicalmente en función de las de él.

Muestra cómo debe mentirle para que irse a un fin de semana con sus amigas. Muestra sus tensiones, infelicidad y angustia crecientes así como su negación ante ellas del proceso que está sufriendo: «No me ha hecho nada» les dice y ellas: «¿Que no te ha hecho nada…?»

Muestra cómo estas dos mujeres, que la quieren y que empatizan con ella, son capaces de abrirle los ojos para que tenga los instrumentos para liberarse y poder retomar su vida sin cadenas. Pero no será nada fácil…

Mary Nighy ha realizado en ‘Alice, cariño’ una lúcida, inquietante, justa y necesaria anatomía del maltrato más insidioso e invisible, entre el drama y el thriller. Y lo ha hecho con talento y con una mirada inequívocamente feminista. Gracias le sean dadas por ello.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

No dejen de verla, ya sea en cine o en alguna plataforma. Nos concierne a todas, no sólo a las víctimas.

En cartelera desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Sobre colibríes y vaqueros…

Aquí tienen el enlace a la colaboración de esta firmante en Viva Sevilla. Una mirada crítica a lo más destacado de la oferta de estrenos de este viernes que le queda a mayo.

https://vivasevilla.es/sevilla/1274017/de-el-colibri-a-extrana-forma-de-vida-a-elegir/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y vayan al cine. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

‘Mi crimen’: Lo tuyo es puro teatro

El prestigioso guionista, editor y cineasta francés François Ozon, cosecha del 67 – de quien esta firmante admira, entre otros de su rica y ecléctica filmografía, títulos tan dispares, notables, singulares y sugerentes como ‘El tiempo que queda’ (2005), ‘El refugio’ (2010), ‘En la casa’ (2012), ‘Gracias a Dios’ (2018) o ‘Verano del 85’ (2020) – declaró, en una entrevista a Jacky Bornet de franceinfo:culture, a propósito de esta película que nos ocupa que «quería hacer una película feminista, a partir de una falsa culpable, para deconstruir el patriarcado», también que «el hecho de que estuviera ambientada en los años 30, me permitía tener una distancia suficiente como para hacer reir sobre una situación dramática: la condición femenina»

Y que «si hubiese rodado ‘Mi crimen’ en la época actual, hubiese sido un drama como ‘Gracias a Dios’. Pues con dichas cartas sobre la mesa, esta firmante pasa a dar cuenta de su ficha técnica – cortesía, como todas las de sus críticas, de la imprescindible página filmaffinity – en la que se da cuenta que es una producción francesa fechada en el año en curso, de 102 minutos de metraje.

Que la firma su director, junto a Philippe Piazzo, adaptando una obra para la escena de Georges Berr y Louis Verneuil y que él mismo, en las declaraciones citadas, la considera el cierre de una trilogía, de origen teatral, que comenzó con las estimables, aunque irregulares, ‘Ocho mujeres’ (2001) sobre la pieza homónima de Robert Thomas y continuó con ‘Potiche’ (‘Mujeres al poder’), 2010, que adaptó la de Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy.

Que a este origen escénico se suman también ‘Gotas de agua sobre piedras calientes’ (2000), sobre una de Fassbinder y ‘En la casa’ (2012), sobre ‘El último de la fila’, del español Juan Mayorga. Que su excelente fotografía se debe a Manuel Dacosse y su disfrutable banda sonora a Philippe Rombi. Que en su reparto coral cabe destacar a unos excelentes veteran@s como André Dussollier, Fabrice Luchini, Dany Boon o Isabelle Huppert junto a las estupendas jóvenes Nadia Tereszkiewicz y Rebecca Marder.

En clave de dramaturgia, pues, Ozon aborda esta historia – ya que «ama la teatralización del cine… la vida es teatral, las personas son personajes, cada cual juega un papel, … el teatro se mezcla con la vida… me gusta ese paralelismo entre el teatro y los juicios… adoro las películas de juicios, son puro teatro…» – ambientada en la Francia de 1935, en la que un investigador deberá resolver el asesinato de un conocido productor parisino, de entre cuyos posibles sospechosos, destaca poderosamente una joven aspirante a actriz…

… Una joven aspirante a actriz de la que el infame finado intentó abusar aprovechándose de su fragilidad y so pretexto de una prueba para un papel. Una joven que confiesa, y afronta un juicio, siendo una falsa culpable. Aunque podría haber cometido el crimen por legítima defensa.

Una joven y su amiga, abogada, ambas en paro, debiendo meses de alquiler y a punto de, por esta razón, quedarse sin casa que prefieren el riesgo de una condena a la marginación social. Pero el proceso, y sus consecuencias, dará un extraordinario vuelco a sus vidas: fama, fortuna y ser adalides de la liberación femenina hasta que…

El realizador contempla a sus criaturas, y a sus tramas, con unas irresistibles ironía y ligereza. Con un efervescente sentido del humor, lúdico y travieso. Con un sarcasmo tan agudo como compasivo. Con una puesta en escena elegante y artificiosa pero deudora, como ya se ha señalado, de las «comedias locas» norteamericanas, con giros sorprendentes, sofisticadas paradojas y un ritmo ad hoc, que no decae.

Unas historias dentro de otras historias. Una causa con las acusación, defensa, testigos y público muy volcánicos y entregados. Una feliz utilización del blanco y negro en las distintas versiones del asesinato… Unos personajes tan llenos de guiños desternillantes. Una película, en suma, gozosa y que es una de las elegidas para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra – que será la del fin del curso y de la décima temporada – del miércoles, 7 de junio, a las 19.30, en Casa del Libro Velázquez.

No se la pierdan y VÉANLA CUANTO ANTES.

Lo suyo es puro teatro aquí, Monsieur Ozon. Pero también puro cine.

‘En cartelera’ desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Amores pasados, amores de amistad y amores dañinos

La colaboración de esta firmante en Viva Sevilla sobre lo más destacado de la oferta de estrenos de la cartelera, ya en el blog. Entre ellas, dos miradas de mujer de la que una es en regimen de codirección. Aquí tienen su enlace:

https://vivasevilla.es/sevilla/1268821/alice-carino-la-apuesta-entre-los-estrenos-de-la-semana/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y vayan al cine. Tienen tres películas muy interesantes sobre el papel donde escoger. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

‘Blanquita’: La justicia de la mentira

Quien esto firma, perjudicada a nivel ocular, algo unido al hecho de que el tratamiento prescrito era incompatible con los horarios de las salas, se ha ausentado forzosa e involuntariamente de ellas hasta el sábado pasado. Día en el que, para desquitarse, disfrutó de una sesión doble en el Avenida. Esta que nos ocupa es una de las películas que visionó subtitulada, ya que su distribuidora, Surtsey Films, lo consideró mejor por contener modismos y expresiones ininteligibles para el público español. Se agradece y que cunda el ejemplo en casos similares…

Coproducción entre Chile, México, Luxemburgo, Francia y Polonia, fechada en 2022, de 94 minutos de metraje, escrita y dirigida por el productor, guionista, documentalista y cineasta chileno Fernando Guzzoni – cosecha del 83, entre cuya filmografía puede destacarse su galardonado debut en el largometraje de ficción ‘Carne de perro’ (2012), con premios como el Kutxa a Nuevos Realizadores en San Sebastián, el Ingmar Bergman en Gotemburgo o el Coral a la Mejor Ópera Prima en La Habana entre una docena más.

Fotografiada, con toda la carga de dramatismo requerida, por Benjamín Echazarreta y con una banda sonora de música electrónica, transgresora e inquietante, debida a la compositora Chloé Thévenin. Del impecable reparto destacar a l@s excelentes Alejandro Goic, Amparo Noguera y Daniela Ramírez, junto al descubrimiento de Laura López en su primer papel como actriz. Nominada como Mejor Película en la Sección Orizzonti del Festival de Venecia.

Su historia, ficcionada y con los nombres de los protagonistas cambiados, remite a los hechos reales de la investigación del llamado Caso Spiniak – una red de prostitución, estupro, trata, producción de material pornográfico y pedofilia, encabezada por el poderoso empresario que le da el nombre y en la que se implicó también a políticos en ejercicio – cuya investigación, detenciones y juicios, así como exoneraciónes y rebajas de condena, duraron varios años a partir de los primeros 2000.

La testigo principal y protegida de este terrible caso fue una adolescente, con una niña pequeña, que estuvo en un hogar de acogida, regentado por un sacerdote, donde residían otras víctimas, chicos y chicas, de estos infames depredadores.

Pese a todas las amenazas y presiones sufridas ella, apoyada siempre por el cura y por alguna mujer influyente que luego se desdijo, reiteró los atroces abusos sufridos junto a sus compañer@s, singularmente una menor de nueve años que luego desapareció y fue presuntamente asesinada.

Lo que ocurre es que- incluso habiendo dado una descripción muy precisa de las características más íntimas de un político acusado – un ex novio, y presunto padre de la bebé, descubre que Blanquita, que fue también abusada sexualmente en la infancia e incitada a la prostitución, no pudo estar en tales orgías salvajes porque por entonces vivía con él. A partir de ahí…

Con estos mimbres, Fernado Guzzoni construye un relato fílmico absorbente, necesario, comprometido y nada lineal, ni convencional, en el que se mezclan los tiempos pasado y presente sin solución de continuidad permitiendo encajar las piezas del puzzle.

Un relato fílmico que recupera la atroz sordidez e impunidad de quienes explotan y abusan a/de la infancia más vulnerable, sin hacer sangre, sólo mostrándolo. Que recupera esa oscura Memoria Histórica de un tiempo y de un país, que continúa en el presente según él mismo ha declarado.

Un relato fílmico valiente, necesario, poliédrico, complejo, demoledor y esquinado que plantea debates de hondo calado también a nivel moral. ¿Es peor mentir que ser abusada? pregunta Blanquita a quienes descalifican su testimonio. Un testimonio en el que ella habla por quienes no son capaces de hacerlo. Una mentira que pretende hacer justicia y una verdad que impide que se haga.

Una persona sagrada que la apoya también en esto mientras que su ex pareja, maltratador arrepentido y sectario religioso, la «desenmascara», video incluído. Una legalidad que no permite la reparación. Una chica valiente que pasa de heroína a villana. Un final abierto…

Ni se les ocurra perdérsela.

‘En cartelera’ desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Dos miradas masculinas y dos de mujer…

…Entre ellas, ‘La hija eterna’, de Joanna Hogg, una de las elegidas para debatir en la sesión de fin de curso y de la décima temporada de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra. Sesión que tendrá lugar el miércoles, 7 de junio, a las 19.30, en Casa del Libro Velázquez. VÉANLA CUANTO ANTES Y VÉANLAS TODAS SI PUEDEN.

Aquí les dejo de nuevo el enlace a su crítica en el blog, ya que esta firmante pudo verla en la Sección Oficial del Festival de Cine de Sevilla:

SEFF, 2022, 19 Edición. Sección Oficial, ‘The eternal daughter’: Entre fantasmas

Y, por supuesto, el enlace a la colaboración de quien esto firma en Viva Sevilla. Una mirada crítica a lo más destacado de la oferta de películas de estreno de este viernes:

https://vivasevilla.es/sevilla/1264594/marlowe-se-ìmpone-en-una-oferta-de-estrenos-eclectica/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y vayan al cine. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

MUY IMPORTANTE: CAMBIO DE PELÍCULA EN LA PRÓXIMA SESIÓN DE LA TERTULIA DEL MIÉRCOLES, 7 DE JUNIO, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ

Así es porque, por estas ausencias de la cartelera sevillana, se nos quedará inédita la película francesa inicialmente elegida, ‘Dialogando con la vida’, de Christophe Honoré, que tenía previsto su estreno este viernes, 12 de mayo.

En su lugar irá la cuarta más votada: la producción entre Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos ‘La hija eterna’, de Joanna Hogg. Entra también este viernes, 12 de mayo y podrá verse en el Avenida en su versión original subtitulada. VÉANLA CUANTO ANTES. Esta firmante la vio en la Sección Oficial del Festival de Sevilla y este es su enlace:

SEFF, 2022, 19 Edición. Sección Oficial, ‘The eternal daughter’: Entre fantasmas

Luego estas serían las películas a debate en esta sesión del miércoles, 7 de junio, a las 19.30, en Casa del Libro Velázquez, que será la del fin de curso y de la décima temporada:

La francesa ‘Mi crimen’, de François Ozon. En cartelera. Muy pronto, su crítica en Sevilla Cinéfila. VÉANLA CUANTO ANTES.

La ya citada coproducción entre Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos ‘La hija eterna’, de Joanna Hogg. Entra este viernes, 12 de mayo. VÉANLA CUANTO ANTES.

Y la iraní ‘Los osos no existen’, de Jafar Panahi, que entra el viernes, 26 de mayo. VÉANLA CUANTO ANTES.

Escrito queda.

SE RUEGA LA MÁXIMA DIFUSIÓN DE ESTA ENTRADA. GRACIAS MILES.

‘En cartelera desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila’: De asedios, crímenes, tríos y reyes perdidos

Aquí tienen el enlace a la colaboración de esta firmante en Viva Sevilla. Una mirada a las cuatro película más destacadas de la oferta de estrenos de la cartelera de este primer viernes de mayo. Entre ellas está la francesa ‘Mi crimen’, de François Ozon, una de las elegidas para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra que tendrá lugar el miércoles 7 de junio, a las 19.30, en Casa del Libro Velázquez y que será el fin del curso y de la décima temporada. VÉANLA CUANTO ANTES y véanlas todas si pueden y quieren hacerlo. A tenor de sus referencias merecen mucho la pena.

https://vivasevilla.es/sevilla/1259278/viernes-de-estrenos-de-asedio-a-mi-crimen-dos-opciones-a-elegir/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y vayan al cine. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

Sesión del miércoles, 3 de mayo, de la tertulia de cine Luis Casal Pereyra: Amour fou, poder y vejez

Otra sesión para el recuerdo la de esta tarde-noche de nuestra tertulia de cine que nos regaló, además, a la salida, una luna llena de película… Animada, participativa, estimulante, divertida, enriquecedora, pródiga en miradas, visiones y opiniones tan relevantes y de las que tanto se aprende. Los adjetivos se quedan cortos ante la realidad de estos encuentros tan diferentes cada vez y siempre interesantes.

Como este del miércoles, 3 de mayo, que tuvo lugar excepcionalmente a las 20 horas, en nuestra sede de Casa del Libro Velázquez. Como este tan especial que va a resultar, de nuevo, un verdadero reto registrarlo en esta crónica. Pero, nobleza obliga, hay que intentarlo. Esta firmante les pide disculpas de antemano por los olvidos y esquematismos inevitables.

El amour fou obsesivo, patológico, mitómano, producto de un malentendido fundamental y de la represión de la homosexualidad y la anulación radical de la mujer, como ciudadana y como persona, en la Rusia del siglo XIX, que muestra ‘La mujer de Tchaikovsky’, de Kirill Sbrennikov, interesó en general aún con ciertas reservas.

Este retrato de una dama y de un matrimonio fue admirado en su factura impecable, en su ambientación, en su fotografía, en su puesta en escena, en su penetración al revelar la psicología de la protagonista, en su visión tan devastadora de las diferencias entre clases en el país, en la eminente composición de una extraordinaria Alyona Mikhailova.

Aunque se le reprocharan su excesivo metraje, las carencias de un guion que algun@s encontraron magnífico, sus saltos espacio-temporales, su dispersión… Pero, en general, aprobó con nota. Y más aún al complementarla Quique Colmena con ‘La pasión de vivir’, de Ken Russell, que aborda el mismo tema y que ha envejecido tan mal.

‘Conspiración en El Cairo’, de Tarik Saleh, fue saludada con entusiasmo en su implacable denuncia de la lucha por el poder tanto en el plano político como en el religioso, pese a sus interacciones mutuas en este caso. Se admiró la factura europea al filmarla y el privilegio del voyeurismo al contemplar un singular microcosmos, rotundamente masculino plural, quizás demasiado para algunas, que no es dado ver en el cine.

Se admiraron su factura, sus planos, su enfoque, su condición casi de documental antropológico, Se destacaron sus luchas de poder hasta llegar al crimen, sus mafias, que se consideraron similares en otras confesiones religiosas, aunque no haya equidistancia posible. Su condición de thriller político religioso aunque también se consideró que sobraban parte del metraje, tantas salmodias y cantos y que generaban una cierta confusión las distintas ramas de este credo.

Y unanimidad en el aplauso para ‘Plan 75’, la ópera prima de Chie Hayakawa. Esta distopía de un futuro que ya está aunque sin los tintes tan feroces de ese siniestro programa, pero… hubo que recordar los más de siete mil ancian@s muert@s en las residencias por el protocolo de Ayuso que les impidió la asistencia hospitalaria durante la pandemia, el trato que se les da en algunos de esos centros o la consideración de las personas mayores como improductivas, entre un largo etcétera.

Se admiró su contención, su delicadeza, su clasicismo en el fondo y en la forma deudor del mejor cine japonés. Sus personajes, la evolución que van sufriendo a tenor de las circunstancias durante el metraje. Desde la extraordinaria anciana protagonista, hasta l@s jóvenes partes activas de ese siniestro pacto mortífero.

Hubo quien se sintió interpelada y conmovida al tener esa edad. Quien señaló el retrato de una octogenaria en un trabajo estresante y viviendo en precario. Quien hubiera preferido un mayor desgarro, aunque la escena de las camillas roza lo insoportable visualmente. Pero se valoró que no hiciera pornografía emocional con un tema tan duro, que se prestaba a todos los excesos, y que tal contención era fruto también de las cultura y tradición niponas…

El miércoles, 7 de junio, a nuestra hora habitual de las 19.30, en Casa del Libro Velázquez, más. Será la sesión de fin de curso y de temporada. Debatiremos tres películas del mayor interés sobre el papel. A saber:

La francesa ‘Mi crimen’, de François Ozon. Se estrena este viernes, 5 de mayo. VÉANLA CUANTO ANTES.

La también francesa ‘Dialogando con la vida’, de Christophe Honoré. Se estrena el viernes, 12 de mayo. VÉANLA CUANTO ANTES.

Y la iraní ‘Los osos no existen’, de Jafar Panahi, que entra el viernes, 26 de mayo. VÉANLA CUANTO ANTES.

Gracias a Rubén Margallo, a todo el estupendo equipo de la librería, a María Victoria Segura Raya, a Soledad Granero y a mi hermana Concha Jiménez, por sus magníficas fotos de ambiente y de familia. A Quique Colmena, muy cualificado crítico y querido amigo, que está felizmente de vuelta compartiendo los muchos trabajos de la tertulia e impartiendo lecciones de cine. Y a l@s mejores tertulian@s del mundo mundial por hacernos disfrutar y aprender tanto en cada sesión. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

`La mujer de Tchaikovsky’: Locura de amor

Sobre la mujer real que inspira el personaje central de esta película, Antonina Miliukova (1848-1917) quien esto firma – que ha consultado textos en redes de páginas tales como Wikipedia, PERFIL, el blog de los Cines Renoir y El Confidencial, entre otros – ha podido saber que su familia – muy agresiva y conflictiva, al decir del músico – era de la nobleza moscovita venida a menos.

Que tenía que coser para ganarse la vida. Que conoció al músico cuando ella tenía tan sólo 16 años y él 25 y que se enamoró perdidamente de él como artista desde entonces, hasta el punto de matricularse para estudiar piano en el Conservatorio de Moscú donde él daba clases, pero que no pudo completar su formación por motivos financieros.

Que le escribió apasionadas cartas hasta que él, temiendo que se hiciera pública su orientación sexual, le respondió en 1877, cuando ella ya contaba con 28 años y él 36, para, tras un mínimo trato, proponerle matrimonio y celebrar la boda en el año citado.

Que en esas más de dos décadas transcurridas entre el primer encuentro y el casamiento, no se sabe más de ella. Se convierte, por tanto, en la mujer de… Lamentablemente para ambos, aunque el calvario y el infierno fueron especialmente duros para una Antonina, tan ingenua como sensible y tan mitómana como inocente, que creyó posible cambiar, en función de su entrega incondicional y obsesiva, a un hombre que no amaba, que no deseaba, a las mujeres.

Unas mujeres cuya situación en la Rusia de la época, siglo XIX, que también condenaba la homosexualidad, era prácticamente su inexistencia civil y legal. Que eran, a todos los efectos, representadas por el marido hasta en el pasaporte. Que, precisamente por ello, el vínculo conyugal se convertía en su único destino y, en este caso, en su maldición.

Así que esta unión nunca fue consumada. Así que los lazos fraternales que le había propuesto unilateralmente el compositor se convirtieron pronto en cadenas de las que él huyó a los pocos meses porque, pese a estar reprimido en sus inclinaciones afectivo-eróticas, era libre para hacerlo. Sólo se vieron un par de veces más en encuentros casuales propiciados por la esposa y de los que él huyó aterrado.

Ni siquiera pudieron los amigos de él convencerla, ofreciéndole dinero, para que firmara el divorcio por infidelidad, pese a que tuvo cuatro hijos, que fallecieron en un orfanato terrible, de cuatro hombres distintos. Porque ella progresivamente enloquecida por un amor mal entendido a causa de la subordinación femenina y de las relaciones de poder entre los sexos, no quiso nunca renunciar al vínculo que la unía a él. Algo que le proporcionaba el estatus de mujer del genio. Y pese a todo ello, su final fue el peor.

El guionista y director de cine y teatro ruso, afincado en Alemania por problemas con la justicia en su país, Kirill Serebrennikov, toma partido por ella en esta historia y la convierte en una heroína trágica. Una heroína intensa y alucinada, demente y contumaz, delicada y devota, entregada hasta el delirio y hasta la locura de amor, o de algo parecido al amor.

Y lo hace con claroscuros, con un tratamiento imponente, majestuoso, denso e intenso, casi gótico. Un tratamiento visual hermoso y apabullante, subrayado por la música inmortal, en una biografía transgresora y cualquier cosa menos convencional. El retrato de una mujer y de un matrimonio en las antípodas del que inspiró a Ken Russell en ‘La pasión de vivir’ (‘The music lovers’, 1970).

Pero, para quien esto firma – pese a apreciar estos indiscutibles valores plásticos, estéticos y de puesta en escena tan elegantes y suntuosos – falla un guión que podría haber incidido mucho más en las personalidades tan contrapuestas, especialmente la del personaje central, en el contexto ya citado de un tiempo y un país.

En lugar de eso, prefiere dilatar el metraje innecesariamente, rendirse a las reiteraciones especialmente en la segunda parte y construir un relato disperso, lleno de saltos espacio-temporales que restan y no suman, que confunden y no aclaran en una sucesión de escenas y situaciones sin una coherencia interna.

Coproducción entre Rusia, Francia y Suiza, fechada en 2022, de 143 minutos de metraje. El insatisfactorio guion también lo escribe el propio director. La magnífica fotografía se debe a Vladislav Opelyants y la notable banda sonora, temas inmortales aparte, la firma Daniil Orlov. En su reparto coral destacar a una inmensa Alyona Mikhailova, muy superior al personaje que la representa aquí. Le da la réplica con dignidad y solvencia el estadounidense Odin Lund Biron.

En cualquier caso, hay que verla. Y debatirla como haremos esta tarde, EXCEPCIONALMENTE A LAS 20 HORAS, en Casa del Libro Velázquez, durante nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra. Que no te cuenten la tertulia, tienes que vivirla. ÚNANSE. Quique Colmena y una servidora estamos deseando verles.