Archivo diario: septiembre 18, 2010

‘La chica del tren’: Descarrilamientos

El ciudadano francés André Techiné, firmante de una filmografía atípica y con sello de calidad, en la que destacan cintas como ‘Los juncos salvajes’, ‘Alice y Martin’, y ‘ Los testigos’, irrumpe ahora en la cartelera sevillana con su última realización, aquí titulada ‘La chica del tren’. En el original, ‘La fille du R.E.R’, aludiendo al tren de cercanías que une las afueras con la capital francesa. Está basada en una historia real, que conmocionó al país galo en el año 2004, y en la pieza teatral sobre tal hecho, cuyo autor , Jean-Marie Besset, es asimismo uno de los guionistas.

El filme está estructurado en dos partes bajo los epígrafes de ‘Las circunstancias’ y ‘Las consecuencias’. La primera sirve de presentación de los protagonistas y de las condiciones en las que se desenvuelven sus vidas. La segunda,describe los resultados que se derivan de una reacción desmesurada ante una cadena de acontecimientos.

Una madre y una hija tan diferentes como unidas, que conviven en buena armonía. La una, fuerte, independiente y sabiendo lo que quiere. La otra, frágil e influenciable, aparentemente afirmativa, pero dependiendo de la consideración ajena. Un joven impetuoso, no del todo fiable, con quien esta última inicia una relación. Un abogado rico y poderoso, con profundas raíces judías personales y familiares. Un clima sociopolítico nublado por agresiones xenófobas antisemitas. Una ficción , dramática, y de honda repercusión social…

Techiné describe este conjunto de hechos y personajes con la elegante, refinada y elíptica puesta en escena, marca de la casa. Muestra sin juzgar, sin implicarse, con ese distanciamiento de entomólogo ilustrado, tan caro a ciertos cineastas franceses. Su incisiva visión de la naturaleza humana, en sus registros más íntimos y colectivos, falla aquí, sin embargo, por la dispersión del conjunto. En lugar de centrarse en lo esencial, dentro de un relato cuya coralidad domina, se pierde en banalidades y caracteres que nada suman a la historia, restándole, en cambio, autenticidad y comprensión.

Y eso que el reparto funciona y se implica a fondo. Destacamos a una ajustada y sensible Catherine Deneuve, al siempre excelente Michel Blanc y a la intensa Emilie Dequenne, la inolvidable Rosetta de la estremecedora cinta homónima de los Dardenne. Pero esta crónica del descarrilamiento vital y emocional de una joven herida y vulnerable, y sus graves consecuencias, resulta apagada y fría, desprovista de la intensidad que reclamaba a gritos.

Carmen Jiménez