‘Los chicos están bien’: La familia y uno más


Lisa Cholodenko, que deslumbró con su debut indie y transgresor en ‘High Art’, ha visto reconocido con el éxito de público y crítica, junto a cuatro importantes nominaciones a los Oscars, a este su tercer largometraje que acaba de estrenarse en las pantallas de nuestra ciudad.

Se trata de la historia de un grupo humano muy particular. El que forman dos mujeres lesbianas y sus dos hijos, concebidos con la ayuda de un banco de esperma. Su forma de vida se ve alterada, cuando la chica toma la iniciativa de conocer al donante y padre biológico de su hermano y de ella. La irrupción- tan forzosa, como inesperada- de un extraño, al que les unen vínculos de sangre, en sus vidas provocará una cadena de efectos indeseados y daños colaterales, que pondrán de manifiesto una fisura en el aparentemente perfecto orden en el que éstas se desenvolvían.

Cholodenko firma también, junto a Stuart Blumberg, un guión tramposo y ambivalente, bien que hábil en camuflar de pretendida audacia el profundo conservadurismo de su propuesta. O lo que es lo mismo, presenta un núcleo familiar presuntamente transgresor reproduciendo los roles más trillados en cada uno de los miembros de la pareja, en sus relaciones sexuales, en sus fantasías eróticas, en la manera de abordar la infidelidad y en su relación con los hijos.

Claro que tiene aspectos positivos… El acercamiento cotidiano, por la vía de la comedia, de vínculos extraños- aún hoy día…- a las normas vigentes de relaciones personales. El matiz de flexibilidad e ironía. El buen trabajo del reparto. Espléndida Benning, ajustados Moore y Ruffalo e incluso Mia Wasikowska se sacude la sosería con la que impregnó su versión de la Alicia, de Tim Burton.Todo ello, sin embargo, no la redime de su impostura al eludir, de forma abrupta y tajante, el principal conflicto de identidad sexual y parental. La familia bien, sí, pero ni uno más.

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