El cineasta norteamericano Mark Romanek -‘Retratos de una obsesión’- se sirve en la cinta que nos ocupa, tercera de su filmografía, de un texto literario del prestigioso autor anglo-japonés Kazuo Ishiguro como base de una historia, cuyo guión está firmado por Alex Garland.
Se trata de un drama futurista, aunque no en el sentido convencional del término, sobre tres niños, dos chicas y un chico, cuya amistad y lazos afectivos se consolidan en un elegante y estricto internado británico llamado Halisham, en el que ha transcurrido su infancia y en el que son considerados seres especiales. Pero, antes de abandonarlo para iniciar lo que se supone que será su vida adulta, les será revelado el terrible secreto que mediatizará iremisiblemente sus expectativas de futuro.
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