‘Nunca me abandones’: Copias certificadas

 

El  cineasta norteamericano Mark Romanek -‘Retratos de una obsesión’- se sirve en la cinta que nos ocupa, tercera de su filmografía, de un texto literario del prestigioso autor anglo-japonés Kazuo Ishiguro como base de una historia, cuyo guión está firmado por Alex Garland.

Se trata de un drama futurista, aunque no en el sentido convencional del término, sobre tres niños, dos chicas y un chico, cuya amistad y lazos afectivos se consolidan en un elegante y estricto internado británico llamado Halisham, en el que ha transcurrido su infancia y en el que son considerados seres especiales. Pero, antes de abandonarlo para iniciar lo que se supone que será su vida adulta,   les será revelado el terrible secreto que mediatizará iremisiblemente sus expectativas de futuro.

Entre tanto, se ha ido fraguando un triángulo amoroso en el que la intervención de una de las chicas da al traste con las ilusiones afectivas de la otra. De tal manera, que ésta última decide marcharse y tomar un camino independiente. Cada cual, a su modo y de acuerdo con su personalidad y circunstancias,  intentará, contra toda esperanza y toda lógica, ganar tiempo para su proyecto vital.

El material narrativo hubiera dado pie para una interesante y amarga reflexión sobre un futuro tan inquietante como imperfecto,  sin nada que ver con los catastrofismos al uso, ni con efectos especiales altamente sofisticados. Es un relato filosófico y moral, de tono marcadamente intimista, sobre determinadas consecuencias indeseables de ciertos experimentos médico-científicos.

Lástima que el realizador haya eludido una mirada más compleja a la historia en aras de un tratamiento nostálgico y sentimental, que a veces, es cierto, resulta dolorosamente punzante, pero las más se pierde por los terrenos más banalmente líricos y evocadores. Lástima, repito, porque ha contado con medios, con un buen equipo y con un reparto entregado. Aparte del trío protagonista, siempre se agradece la presencia de Charlotte Rampling… Nada de esto hace justicia a lo que debiera haber sido una crónica amarga y radical del trágico destino, en beneficio de sus desconocidos originales, de estas conmovedoras copias certificadas.

Deja un comentario