Para mis semejantes de todas las especies, para la hermosa y digna gente animalista.
Un joven científico, a las órdenes de una poderosa Corporación, que experimenta con chimpancés. Un preparado capaz de muliplicar las capacidades intelectuales, esperanza del alzheimer. Unas jaulas que albergan a seres dolientes y sometidos. Una prueba que provoca resultados sorprendentes. Una demostración que acaba en catástrofe. Una madre capaz de todo por defender a su bebé. Una cruel medida exterminadora.
Un anciano, otrora músico reputado, a merced del olvido. Un hijo devoto que investiga para él. Una adopción tan sorprendente como inesperada. Una criatura cuya herencia sobrepasa a su especie. Un ser inteligente, bueno y sensible, atrapado entre dos mundos. Una raza asustada y cruel con los diferentes. Una imposibilidad de integración. Una infancia a resguardo de los peligros exteriores. Unos paseos por el corazón del bosque, respirando libertad.
Una ventana que mira a un microcosmos estrecho y hostil. Unos prohibidos compañeros de juego. Una sociedad adversa. Un vecindario violento. Una cobarde agresión. Una respuesta que genera el castigo. Un encierro injusto. Un carcelero sádico. Una burocracia infame que impide la salida. Una mirada a lo peor de una especie. Una lealtad a la suya. Una comunicación inesperada. Un liderazgo liberador. Un enfrentamiento desigual pero posible. Unos esclavos desarmados, pero fuertes, luchando por su lugar en el sol.
Una gran superproducción potente y sensible. Unos ojos, los del director. el norteamericano Rupert Wyatt, que saben mostrar el abismo de la crueldad humana. Un realizador que ha conjurado la tentación antropocéntrica. Unos actores, James Franco, Freida Pinto, John Lighthow… conscientes de que no son los protagonistas. Un Andy Serkis, que sí lo es, excelente y conmovedor. Una puesta en escena espectacular, que no desdeña el intimismo.
Un retrato poderoso de un individuo excepcional. Unas criaturas torturadas que recuperan su dignidad. Un enfoque valiente y animalista. Una crítica feroz al especismo más cruel y depredador. Un final que es un principio… Una subversión del orden social, la justa revancha del infortunado King Kong.