La actriz Angelina Jolie – que debuta tras la cámara con esta cinta de nacionalidad norteamericana- ha declarado que la rodó por su deseo de contar una historia que expresara la incapacidad de la comunidad internacional para intervenir en conflictos. Que explorara y comprendiera la Guerra de Bosnia. Que mostrara la violencia, especialmente sexual, contra las mujeres en estos contextos y el papel que les toca sufrir. Que señalara la responsabilidad por los crímenes bélicos y la dificultad para cerrar las heridas.
Así que, una vez documentada por los contendientes y por los diferentes organismos que tomaron parte directa o indirectamente en el terrible conflicto, escribió, produjo y realizó esta historia tan ambiciosa y bienintencionada en sus objetivos, como fallida en sus resultados.
Ambientada en la década de los noventa, se centra en la relación entre una pintora bosnia de religión musulmana – Zana Marjanovic, lo mejor de la función – y un policía serbio – irregular y algo sobreactuado, Goran Kostic -. Ambos son aparentemente felices mientras las tres etnias residentes en el país coexistían pacíficamente. Pero la guerra lo cambia todo y, aunque continúan intermitentemente con sus encuentros, lo hacen en calidad de prisionera y guardián ya que ella ha sido enviada, junto a otras mujeres de su credo, a un campo de internamiento.
La cinta abarca todo el período bélico, desde 1992 hasta 1995, con epígrafes anuales que reseñan tanto la evolución del conflicto como la de la relación de la pareja protagonista, que van agudizándose en el sentido más cruel y feroz del término. Muestra, pues, en paralelo, los asesinatos a sangre fría contra una indefensa y cercada población civil, por parte de los francotiradores serbios y los abusos de dominio, control y poder del ahora jefe de las tropas contra su sojuzgada, e igualmente indefensa, presa y amante.
La actriz y realizadora intenta narrar con honestidad los terribles desastres y daños colaterales de una contienda que costó la vida a cerca de cien mil personas, población civil incluída, de las que la inmensa mayoría fueron bosni@s, víctimas de la criminal limpieza étnica serbia. Y lo hace desde una óptica progresista y pro-mujeres, que se agradece.
Pero… la complejidad del tema y las dos líneas argumentales requerían un tratamiento más riguroso e intenso que se le escapa de las manos. Resulta esquemática y fría, salvo en algunas escenas. Poco creíble, aunque esté dando cuenta de hechos lamentablemente ciertos. Los personajes unidimensionales y tópicos…El reparto deja que desear posiblemente porque la dirección de actores no haya sido la más adecuada y, aunque obvia el panfleto, se queda muy corta de resultados. Ni épica, ni trágica, ni lírica. Lástima.
