Archivo diario: abril 24, 2012

‘De Nicolas a Sarkozy’: Fuego amigo

Los ingleses y los italianos han probado su talento con retratos fílmicos  inmisericordes, o dotados de una caústica ironía, de gobernantes en activo o de historia muy reciente. Así, ahí están las versiones de Nanni Moretti o Paolo Sorrentino de las vidriosas personalidades de  Silvio Berlusconi y Giulio Andreotti en ‘El caimán’ e ‘Il divo’ , respectivamente. En cuanto a los británicos, Stephen Frears describió con lucidez y agudeza a la soberana y, de paso, a un recíen llegado al poder Tony Blair en ‘The queen’. Pero, en cambio, su compatriota Phyllida Lloyd acometió un impúdico photoshop al maquillar la implacable personalidad de ‘La dama de hierro’, Margaret Thatcher.

Ahora acaba de estrenarse  esta película sobre cinco años, de 2002 a 2007,  claves en la vida política y personal del actual ocupante (confiemos en que por poco tiempo…) del Palacio del Elíseo. Su realizador responde al nombre de Xavier Durringer, es dramaturgo y director teatral también y obran en su haber cinco cintas. Esta, filmada en 2011, es la última y su título original es ‘La conquête’.

Nuestro protagonista, a punto de tocar poder, en mayo de 2007, se encuentra personalmente muy abatido por el abandono de que ha sido objeto por parte de su mujer, Cécile Ciganer, verdadera estratega de su victoriosa campaña. En soledad, recuerda los cinco años claves que le llevaron hasta este momento agridulce.

Durringer dibuja a este hombre tosco, tremendamente ambicioso e hiperactivo, hijo de padre húngaro y madre griega, tan conservador como demagogo y populista, enfrentado fundamentalmente al fuego amigo proveniente de las filas de su Partido y de sus compañeros de Gabinete. Presidente de su Coalición, ex alcalde de Neuilly, y Ministro del Interior no es bien visto ni por el Presidente, ni por su colega de Asuntos Exteriores.

En efecto, la indisimulada hostilidad, cuando no abierto desprecio, que le profesaban al personaje el entonces Presidente, Jacques Chirac, y su Primer Ministro, luego titular de la Cartera antes citada, Dominique de Villepin, está muy bien retratada. Especialmente aguda resulta la visión de los  almuerzos que ambos miembros del Gabinete compartían en las que las espadas se mantenían en alto, la agresividad verbal era continua y el choque de personalidades muy corrosivo. Al refinamiento cínico y elegante de de Villepin, Sarkozy oponía una rudeza deslenguada y ofensiva. Con el entonces primer mandatario del país, la relación era más contenida pero igualmente reticente por ambas partes.

Estos son los principales logros de una película que, siendo interesante, pudo haber sido absorbente. Que aún siendo muy ingeniosa, pudo haber sido irresistible. Que analizando muy bien al político, se queda muy corta al describir al hombre. Que estando bien construída, adolece de una cierta frialdad. Que dibuja un muy esquemático retrato de Cecilia Ciganier. Que siendo inteligente, pudo haber sido más ambiciosa… Pero a la que se le agradece su honradez y un excelso reparto sin fisuras, en el que destacamos al inmenso Denis Podalydés,  como el hombre al que esperamos ver  desalojado del poder en fechas muy próximas.