Archivo mensual: julio 2023

Vistas, desaparecidas de la cartelera y no consignadas en el blog. Ni Paul, ni Paolo, ni Wes. Capítulo 2, ni Paolo. ‘El primer día de mi vida’: Segundas oportunidades

El guionista y cineasta romano Paolo Genovese – cosecha del 66, en cuyo haber filmográfico está ‘Perfectos desconocidos’ (2016), de la cual haría un remake con el mismo título Álex de la Iglesia en 2017 – ha adaptado al cine en la que nos ocupa – escribiendo también su guion, junto a Isabella Aguilar, Paolo Costella y Rolando Ravello – su propia novela homónima.

Se trata de una producción italiana fechada en el año en curso, de 121 minutos de metraje. Muy bien fotografiada, con esa pátina entre brumosa y oscura que la historia requiere, por Fabrizio Lucci y con una banda sonora que subraya el dramatismo del relato, firmada por Maurizio Filardo. Entre su solvente reparto coral, destacar los talentos de Tony Servillo y Margherita Buy, además de los de Sara Serralocco y Valerio Mastandrea.

Cuatro personas, dos mujeres, un hombre y un niño, eligen una oscura y lluviosa noche para poner fin a sus vidas. En el último instante de estas, un hombre misterioso les rescata, recogiéndoles en un taxi y llevándoles a un hotel enigmático y solitario.

Una vez allí, les propone un trato: una semana para que tengan ocasión de contemplar sus propias despedidas, el impacto emocional que han causado sus pérdidas en familiares, amistades y hasta amores secretos y el futuro que les esperaría de haber optado por seguir adelante. Y…

A quien esto firma, que no ha leído la novela original, le resultó sugerente ese arranque. Un comienzo que pone de relieve los diferentes duelos de los personajes: por una hija, por una carrera, por la incongruencia entre la profesión y el estado de ánimo, por unos padres explotadores…

Todo ello en un clima tan sombrío y desgarrado como el requerido por el relato. Lástima que no profundice en tales dolores y motivaciones y que, en su franja central, se convierta casi – con algunos destellos de lo que podía haber sido e incluso al dar la clave en ese final que alza el vuelo, desvelando el enigma del salvador, aunque ya sea demasiado tarde – en un manual de autoayuda.

Se la ha comparado, salvando todas las distancias, con ‘Qué bello es vivir’ (1946), de Frank Capra, y mantiene, pese a sus carencias e irregularidades, una cierta dignidad en su mirada a la doliente travesía de la existencia.

Por ello, esta firmante les anima a verla cuando la programe alguna plataforma y a juzgarla por sí mism@s.

‘En cartelera’ desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Don Juan y la muerte…

Aquí está ya el enlace de la colaboración de esta firmante en Viva Sevilla, que se interrumpirá por las vacaciones de agosto y se retomará en septiembre. Una mirada crítica a las, en este caso, dos películas más destacables de la oferta de estrenos de este viernes último de julio.

Entre ellas, la de un realizador contra la masculinidad tóxica del mito de Don Juan a quien representa como enamorado y no correspondido. Y la de una directora sobre cómo afrontar una sentencia de muerte inesperada, injusta y temprana.

Hay que verlas ambas, pero muy especialmente la segunda, QUE TIENE SÓLO UN ÚNICO PASE EN EL AVENIDA. Quien esto firma lo hizo en la Sección Historias Extraordinarias del pasado SEFF. Pueden leerlo en:

https://sevillacinefila.com/seff-2022-19-edicion-historias-extraordinarias-more-than-ever-la-muerte-y-la-doncella/

Y el de esta colaboración en Viva Sevilla es:

https://vivasevilla.es/sevilla/1323084/dos-propuestas-a-elegir-entre-los-estrenos-del-fin-de-semana/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y vayan al cine. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

‘Barbie’: La vida en rosa

La empresaria estadounidense Ruth Handler, de soltera Ruth Moskowickk ( 1916-2002), diseñó a Barbie. La llamó así en homenaje a su hija Bárbara, quien prefería jugar con muñecas adultas. Lo hizo para la empresa Mattel de su marido y su socio. En el filme se la homenajea, casi como un hada madrina de la protagonista, interpretada por Rhea Perlman.

Mattel Films es una de las productoras de la película y planea hacer otras tantas sobre 45 juguetes más de su factoría. Así que es lícito pensar que su directora, quien también la escribe, junto a Noah Baumbach, la actriz, guionista y cineasta norteamericana Greta Gerwig – cosecha del 83, con títulos en su filmografía tales como las sensibles ‘Lady Bird’ (2017) y ‘Mujercitas’ (2019) – la ha rodado, a todos los efectos, por encargo. O casi.

Aunque le haya añadido su impronta personal, con unas señas de identidad pretendidamente feministas, a una historia en la que el personaje central, la estupenda y desaprovechada por la industria en función de su físico, Margot Robbie, – que vive una idílica existencia, color de rosa, en Barbieland con sus amigas las otras Barbies y sus Ken – se ve asaltada por oscuros pensamientos que le provocan efectos físicos indeseables.

Esto hace que, con ayuda de una «colega» rara y presuntamente transgresora, dé el salto al mundo real en el que busca a su «dueña» humana para conseguir explicar y resolver su crisis. A partir de ahí, el juego de poderes cambiará en su microcosmos y…

Entre la comedia, el musical, el fantástico y la sátira, Gerwig intenta, en opinión de esta firmante, una imposible cuadratura del círculo para convertir a una muñeca «estereotípica» – como se define a sí misma el personaje – de la femineidad más sexista y cosificadora, en una abanderada de los derechos de las mujeres.

Para criticar y poner en solfa a la empresa que la comercializa, a través de su director, un divertido Will Ferrell, y ejecutivos masculinos, pero honrar, como se ha escrito al principio de esta entrada, a su creadora.

Para convertir a un universo de papel de celofán, intensamente rosa, en nada menos que un matriarcado, con una presidenta al frente. Para convertir a las «mujeres» de ficción que lo habitan en liberadas. Para convertir la alienación provocada en las niñas por un juguete muy insidioso, en un ejercicio de libertad. Para…

Producción estadounidense, fechada en el año en curso, de 114 minutos de metraje. Su magnífica fotografía se debe a Rodrigo Prieto y su notable banda sonora, además de las canciones de Dua Lipa, Billie Eilish o Karol G, la firman Mark Ronson y Andrew Wyatt. Chapeau a su dirección artística, efectos especiales y a su deslumbrante factura audiovisual.

Y a un irresistible Ryan Gosling, lo mejor de la función junto a la crítica del universo de los Ken. Sus referencias son excelentes, ténganlo en cuenta. No le faltan méritos, ni valores, pero esta firmante reconoce que se aburrió bastante en su proyección, además de todo lo demás. Porque no, Barbie no es feminista, sino todo lo contrario.

Escrito queda. Véanla y juzguen por sí mism@s.

Vistas, desaparecidas de la cartelera y no consignadas en el blog: Ni Paul, ni Paolo, ni Wes. Capítulo 1: Ni Paul, ‘El maestro jardinero’: La semilla de la misoginia…

Esta firmante ha decidido escribir una serie de tres capítulos con las entradas de películas que ha visto, de las que dos de ellas ya no están en cartelera, y que se espera entren en la oferta de alguna plataforma. Tres miradas masculinas de directores consagrados en cuyas últimas propuestas tenía expectativas, que se han saldado en decepciones. Comenzamor por Paul…

Esta firmante admira, y así lo ha hecho constar en otras entradas sobre películas suyas publicadas en este blog, al guionista – nada menos, aparte de las propias y entre otras relevantes y de colegas que no lo son menos, que de ‘Taxi driver’ (1976), ‘Toro salvaje’ (1980), ‘La última tentación de Cristo’ (1988) o ‘Al límite’ (1999), todas de Martin Scorsese – escritor y cineasta norteamericano Paul Schrader, de la cosecha del 46.

Esta firmante admira, y así lo ha hecho constar también en estas mismas páginas, cómo tuvo la fuerza, el coraje y la voluntad de formarse hasta llegar a ser crítico primero, y director después, quien fue educado en una estricta fe calvinista y no vio una sola película antes de los 18 años…

Esta firmante admira, y así lo ha hecho constar, su notable talento para reconvertir y proyectar sus demonios personales en títulos tan estimables como ‘Aflicción’ (1997), de su primera etapa, y ‘El Reverendo’ (2017) y ‘El contador de cartas’ (2021), de la última. Las dos muy interesantes que preceden a esta.

Y la historia de ‘El maestro jardinero’ contiene los elementos del pasado oscuro, la culpa y el perdón, tan afines a su realizador. Cuenta con una factura impecable y se deja ver bien, pese a que esta firmante lo ignora prácticamente todo sobre la materia y el protagonista va detallando, en off, sus proyectos, diseños y creatividad profesionales en un espacio único de combinación de elementos florales y vegetales de enorme belleza.

Nada que objetar si Paul Schrader no hubiese incurrido en un tosco esquematismo misógino al describir la relación de este maestro con su millonaria jefa, 20 años mayor que él, derecho de pernada incluído, y su inesperado vínculo con la conflictiva sobrina nieta de esta, que le pide le enseñe su oficio, tres décadas menor, y a través de la cual se redimirá, o lo intentará, de sus odiosos antecedentes que aquí no se revelarán… Sería inimaginable una maestra jardinera como protagonista de este relato.

Para la mirada feminista de quien esto firma, tan burdo tratamiento invalida todos los valores que tiene esta producción estadounidense, fechada en 2022, de 111 minutos de metraje. Escrita, como es habitual en él, por el propio Schrader. Muy bien fotografiada por Alexander Dynan y con una partitura solvente que firma Devonte Hynes.

En su reparto destacar, junto al buen hacer de Joel Edgerton y a la frescura de Quintessa Swindell, a una injustamente maltratada en su personaje, Sigourney Weaver.

Escrito queda. Cuando la oferte alguna plataforma, véanla y juzguen por sí mism@s,

‘El regreso de las golondrinas’: La víctima no humana de/entre las víctimas humanas

Quien esto firma lleva tiempo sin acudir a las salas por temas climatológicos, dado que no conduce y no le gusta ir a sesiones tardías. Así que el pasado sábado, un día de alivio térmico, disfrutó de una sesión doble en el Avenida.

Una de las visionadas fue precisamente esta y se quedó hasta el último título de crédito para comprobar que el rótulo de «ningún animal ha sido maltratado durante el rodaje de esta película» no aparecía por ninguna parte.

Y a fe que hay maltrato animal, o explotación animal que es lo mismo, ejemplificada en un burro que es la víctima no humana de las dos víctimas humanas protagonistas de la historia. La víctima de/entre las víctimas.

Un burro sobrecargado siempre con pesos insoportables e incluso que, en una escena lacerante para quien esto firma, dobla las patas con el cargamento, aunque esta situación atroz está normalizada en función de ser una bestia de carga para dos desheredados de la fortuna.

Esta firmante no se salió, como hace en situaciones similares y después deja constancia de sus razones en este blog, porque tenía que molestar a toda la fila. Porque el relato y su puesta en escena son notables y demoledores y absorbieron su interés.

Porque ha sido premiada con la Espiga de Oro en la Seminci. Porque sus críticas son extraordinarias y porque presuntamente el animal es «querido» – o, al menos, se le expresa cierta ternura – aunque eso no excluya, ni disculpe, todo lo demás.

No es fácil ver cine, y escribir sobre lo contemplado, con gafas animalistas. Porque se está sola en el empeño. Porque el especismo es un hecho tan lamentablemente incontestable, que casi nadie repara en estos maltratos evidentes disfrazados de «normalidad».

Casi nadie repara en que este animal sinitiente, noble y adorable es el último eslabón de la cadena de explotación, sufrimiento, humillaciones, indignidades y privaciones que afectan a un hombre y a una mujer, marginad@s, ofendid@s y abusad@s por sus familias, por su entorno, por los caciques de su localidad y por la sociedad en la que viven, la China rural contemporánea.

Dos seres expulsados de sus hogares y obligados a contraer matrimonio. Dos seres marcados física y emocionalmente por estas odiosas circunstancias. Dos seres que trabajan hasta la extenuación para tener su propio lugar en el mundo. Dos seres que aprenden a estimarse, a cuidarse mutuamente y a quererse aunque…

…Dos seres que, sin el tercero no humano en cuestión, nunca podrían haber conseguido nada. Dos seres que no le retribuyen tal lealtad y entrega más que con algunas, pocas,caricias, pese a que entre ella y él fortalecen sus vínculos.

Y cuando, en ese final demoledor, es «liberado»… no es tal, aunque no se hará spoiler. No sólo el burro, sino las otras especies que acaban teniendo… aunque no se hará spoiler.

Desgarrador, durísimo y doliente relato fílmico que denuncia unas aberrantes relaciones de jerarquía, familia, clase, orden patriarcal y poder político, aunque no tanto de especismo…, circunscrito a un microcosmos rural vaciado a su pesar.

Todo ello muy bien narrado, con una puesta en escena sin aspavientos ni subrayados, contemplativa, minimalista, serena, sobria, sutil, delicada, contenida y casi documental, en esta producción china de 131 minutos de metraje, fotografiada con excelencia por Wang Weihua e igualmente en lo que respecta a la banda sonora de Peyman Yazdanian.

Su guion lo escribe también su realizador Li Ruijun, cosecha del 83, considerado uno de los más interesantes cineastas jóvenes de su país con títulos, esta que nos ocupa es la sexta de su filmografía, como ‘Solsticio de verano’ (2007), ‘River Road’ (2014) o ‘Walking past the future’ (2017) que han estado presentes en Festivales como Venecia o Berlín y que quien esto suscribe no ha visto.

En cuanto a su reparto, destacar a la pareja protagonista, porque el burro no tiene nombre y nunca hubiese querido que sufriera tanto en el rodaje, Christina Hai y Wu Renlin.

Véanla, con este aviso a navegantes cinéfil@s animalistas. Y si les resulta posible háganlo también desde el punto de vista de esa criatura no humana. Basta ya de utilizarles, explotarles, abusarles y maltratarles en las filmaciones, el cine tiene medios para evitarlo y en muchos países está penado por la ley. SON CRIATURAS VIVAS Y SINTIENTES.

Escrito queda.

En cartelera desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: El mundo rural entre golondrinas, otras especies no humanas e higueras

Dos películas no europeas a destacar de entre la oferta de estrenos de este fin de semana: una china y una coproducción entre Túnez, Suiza, Francia y Catar. Una mirada masculina y otra de mujer. Ambas podrán verse en vose.

Sobre la primera de ellas comentar que, aunque esta firmante no lo haya hecho constar en el texto del periódico, ha visto en el trailer a varias especies no humanas en regimen de explotación. Así que… estará alerta al respecto como la animalista que es.

Aquí tienen el enlace:

https://vivasevilla.es/sevilla/1311266/el-regreso-de-las-golondrinas-y-entre-las-higueras-los-estrenos-recomendados/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y vayan al cine. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

12+1 cumpleaños de Sevilla Cinéfila: Algo más que un blog de cine…

El 9 de julio del año de gracia de 2010, esta firmante publicaba su primera entrada en este blog. Concretamente de la película ‘Villa Amalia’, de Benoit Jacquot. Un blog diseñado especialmente para ella por su hija, la periodista Vita Lirola. Un regalo anticipado por su cumpleaños, uno de los mejores regalos que le han hecho en su vida.

Un regalo, algo más que un blog de cine…, que quien esto firma ha convertido en una suerte de diario, de confidente, de cómplice y de amigo. También de archivo y de memoria al ser registrados en él muchos acontecimientos importantes para su titular y autora de estas líneas.

Como la crónica de todas las manifestaciones feministas y animalistas a las que ha asistido, por ser dos causas con las que está comprometida activamente. Como las de hechos muy dolorosos en su vida como la pérdida de algun@s de sus compañer@s de vida felin@s.

Como las de cada una de las sesiones de una tertulia de cine, la de Luis Casal Pereyra, que coordina junto al muy cualificado crítico y querido amigo, Quique Colmena – cuya página Criticalia es imprescindible para quien ame el cine – que en octubre inaugurará su undécima temporada.

Como las de encuentros de clubs de lectura a los que ha pertenecido, de presentaciones de libros y las de, muy especialmente, del Festival de Sevilla con Hojas de Rutas de recomendaciones previas, el seguimiento diario de las proyecciones de las diferentes Secciones y el balance posterior de su desarrollo, comentando sus Palmarés.

Como el dejar constancia de lo visionado en las salas, naturalmente. Y también de series que le han interesado en las plataformas. Además de otros eventos como preestrenos y los enlaces de sus colaboraciones semanales en Viva Sevilla. Como…

Todo ello con, el orden de los factores no altera el producto, una mirada que refleja sus citados compromisos feminista, animalista y de izquierdas. Todo ello intentando, lo haya conseguido o no, aunar la ausencia de convenciones o lugares comunes en el tono y en el lenguaje con las necesarias contextualizaciones objetivas.

Todo ello no hubiera sido posible sin sus lectoras y lectores, sin sus seguidoras y seguidores, sin la fidelidad que le han mostrado a lo largo de este tiempo.

GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

Series en plataformas. Filmin, ‘La noche que Logan despertó’: No nos dejes, Xavier Dolan

Esta firmante se ha despertado hoy con la noticia, trending topic en redes, de que el productor, actor, guionista y realizador canadiense Xavier Dolan – cosecha del 89, con 8 películas en su haber tales como ‘Mommy’ (2014), ‘Sólo el fin del mundo’ (2016) o ‘Matthias & Máxime’ (2019), su último largometraje hasta la fecha. Una corta filmografía que atesora premios y reconocimientos muy importantes – se retiraba del cine – ¡¡¡a los 34 años!!! – porque, muy esquemáticamente expresado: «Hacer películas me duele demasiado, la presión de la industria es enorme… creo que he dicho cuanto tenía que decir y hecho ya cuanto tenía que hacer… prefiero dedicarme a otros proyectos personales»

Quien esto firma – que terminó de ver ayer esta serie que nos ocupa, su debut en este tipo de producciones audiovisuales – ha tuiteado al respecto, con perdón por la autocita: «Una pésima noticia. Admiro su cine pasional e incandescente, con todos sus excesos… No nos dejes, Xavier Dolan»

Todo ello es cierto, aunque sus relatos fílmicos le provoquen opiniones y sensaciones muy encontradas. Le parecen tan fascinantes como narcisistas, tan necesarios como pretenciosos, tan altisonantes como dolorosos, tan efectistas como sinceros …

Esto además de sus discrepancias ideológicas con él sobre el tema trans, aunque sólo lo toque directamente en ‘Laurence Anyways’ (2012) y otros sean dramas homosexuales, algunos con la homofobia como telón de fondo, no precisamente queers. O con el de su visión tan corrosiva, como teñida de admiración, de la figura materna. O…

Pero, desde luego y pese a ello, quien esto suscribe no quiere que se pierda para el cine esa mirada suya única, magnética y potente. Porque, precisamente, en ‘El día que Logan despertó’ se condensa lo mejor de sus señas de identidad, sin lo más irritante y gratuito.

En efecto, la historia de tres hermanos y una hermana, esta última, la segunda en el orden cronológico familiar ausente durante casi dos décadas, que se reúnen en torno a la muerte y últimas voluntades de su madre, se nutre de todos sus leit motivs estéticos, narrativos y éticos, pero sabe controlar sus desafueros sin perder un ápice de su intensidad.

Es una historia en la que un secreto oculto, tan destructivo en sí mismo como en los efectos tan devastadores que provoca directa e indirectamente en tod@s ell@s. Un secreto que es el hilo conductor, aunque no el único, de un grupo de personas unidas por los lazos de sangre, que se odian, se aman, se cuidan y se destruyen.

Personas cuyas vidas van a la deriva por mor de lo nunca dicho, ni expresado, ni sabido pero que aletea entre ellas, especialmente en lo que se refiere al primogénito y a la única hermana. Secretos, mentiras y silencios que les habitan, les separan y les atormentan.

Disfuncionales, toxicómanos, inmaduros, con sexualidades al límite, víctimas y cómplices… Dolan les contempla sin juzgarles pero denunciando lo que debe. Y nos propone un puzzle a resolver en cada uno de sus cinco absorbentes episodios, de 55 minutos de metraje, que van precedidos de citas literarias y cuyos títulos son significativos y requieren atención.

Un puzzle en el que mezcla el ayer y el presente, en el que su virtuosismo visual resplandece con una puesta en escena brillante y arrebatadora, marca de la casa, pero sin clichés ni exasperaciones.

Un puzzle en el que hace intervenir a l@s dramatis personae, porque es una narración coral y va tirando del hilo hasta descubrir todas las cartas. Hasta la revelación final, en la que se encajan todas las piezas y que provocó en esta firmante el deseo de volver a verla, a partir de conocerla.

Escrita, adaptando la obra teatral de Michel Marc Bouchard, e interpretada también por el propio director, esta miniserie canadiense, fechada en 2022, está espléndidamente fotografiada por su habitual André Turpin y con una notable partitura, además de los hermosos temas musicales, de David Fleming.

De un reparto coral, se insiste, impecable y en estado de gracia, destacar al propio Dolan, Julie LeBreton, sobre tod@s y sobre todo ella, y Patrick Hivon.

Desgarrada, dura, lacerante, dolorosa, y nada convencional ni en su fondo, ni en su forma. Pero también apasionada, sensible y emocionante. Un debut excelente de su realizador en el género. Que nos hace vislumbrar un Dolan más maduro y complejo, aunque igualmente incandescente.

No dejen de verla. No nos dejes, Xavier Dolan.

Escrito queda.

‘En cartelera’ desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Dos miradas masculinas y una de mujer

Ya tienen aquí el enlace de la colaboración de esta firmante en Viva Sevilla. Una visión crítica de lo más destacado de la oferta de estrenos de este fin de semana:

https://vivasevilla.es/sevilla/1306365/te-estoy-amando-locamente-memoria-historica-de-la-transicion/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y vayan al cine. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

‘Un blanco fácil’: La «mala» víctima

Cuando el personaje real que se retrata en esta película, Maureen Kearney, – irlandesa de la cosecha del 56, que creció y se educó en su país, pero que en su veintena se afincó en Francia con su marido, hija de una madre y un padre que lucharon contra las injusticias y a favor de la clase obrera. Profesora de inglés y, sobre todo, sindicalista, representante sindical de la nuclear francesa Areva en la que luchó para salvar miles de puestos de trabajo – fue salvajemente torturada, marcada a cuchillo en el abdomen y violada con el mango de este cubierto, en su casa a finales de 2012, tras haber denunciado que existía un plan para desmantelar la empresa y vender su tecnología a China…

… Nunca habría pensado que la policía y la justicia no creyeran en su relato porque no era una «buena víctima». Porque se había comportado, tras la atroz violencia sufrida, como una «mala víctima». A saber: no derramó una sola lágrima, no dio señales de estrés postraumático, siguió trabajando, no se defendió de su agresor, del que tampoco recordaba ningún detalle.

Así que tuvo que oir de parte de las instituciones que deberían avalarla y defenderla, que su relato no se sostenía, que era inventado e incluso una estratagema política para probar sus argumentos de la traición al país citada, en la que tampoco nadie creyó.

Así que tuvo que someterse a humillantes interrogatorios y dolorosas recreaciones de su violación, de la que concluyeron que incluso se autolesionó… Pese a su extraordinaria entereza, esta inaceptable revictimización le paso factura, pues, como le ocurre a tantas otras mujeres atacadas, llegó a dudar de sí misma y debió hacer terapia.

El guionista y cineasta francés Jean-Paul Salomé – cosecha del 60, que ha hecho versiones del famoso fantasma del Louvre, Belphégor, y del no menos célebre Arséne Lupin – ha rescatado del olvido a su compatriota en esta producción francesa, fechada en 2022, de 122 minutos de metraje.

Su guion lo escribe él mismo, junto a Fadette Drouard, adaptando el libro ‘La sindicalista’, título original y mucho más idóneo del filme, de Caroline Michel-Aguirre. Su fotografía sobria y muy ajustada la firma Julien Hirsch y la banda sonora, de la que cabe decir otro tanto, se debe a Bruno Coulais.

Dentro de un solvente reparto, en el que glosar a Yvan Attal y a Benoit Magimel, destacar la composición, incluyendo la caracterización de la imagen y estilo del personaje, de una enorme, como suele, Isabelle Huppert, que le confiere a su protagonista toda la fuerza y también toda la factura emocional que le supuso la barbarie.

Entre el thriller, el drama y la política, quien esto firma agradece al realizador que le haya hecho conocer a una mujer valiente, luchadora y social y laboralmente comprometida, relacionada con el poder empresarial y político, muy solidaria y excelente negociadora, que sufrió un castigo feroz por mantenerse fiel a sus convicciones hasta el punto de seguir batallando para conseguir la justicia que se le negó y..

Y que lo haya realizado con talento, lucidez, sensibilidad, contención y con una mirada muy feminista. Ya no se exhibe en la cartelera sevillana, pero esta firmante les recomienda que la vean en alguna plataforma. Merece mucho la pena.

Escrito queda.