Archivo mensual: septiembre 2023

‘Cerrar los ojos’: La mirada del adios

Un hermoso palacete a finales de los años 40. Un hombre solo, judío sefardí, seriamente enfermo y señor del castillo llamado Triste le Roi, habita allí con la única compañía de un leal sirviente oriental.

Esperan a otro caballero a quien, pese a no ser un experto en la materia, el dueño – que le ha investigado previamente y tiene puntos en común con él – piensa proponerle ir a Shanghai y traerle a su única hija que allí vive.

Pretende tener, en su última hora, la mirada de la joven, la mirada del adios. El anfitrión, muy expansivo, quiere convencerle de aceptar este trabajo pero el otro, más lacónico, duda. Aunque finalmente lo consigue y, con la promesa de su vuelta con la chica, abandona la casa.

Abandona el rodaje – oh sorpresa, se trata de un rodaje – la casa y todo, pues desaparece sin dejar rastro. Más de veinte años después, el director del filme. y amigo personal del protagonista, es invitado a un programa de televisión sobre desaparecidos al que debe aportar el proco material filmado y a partir de ahí…

Hay más giros de guion, pero no se hará spoiler. Se trata de un magnífico arranque, hasta la desaparición del intérprete, que revela la maestría narrativa del guionista y cineasta Víctor Erice.

Un cineasta, un clásico por derecho propio, cosecha del 40, al que no hace falta presentar, porque ha demostrado sobradamente su talento con tan sólo cuatro largometrajes en su haber.

Con obras maestras como ‘El espíritu de la colmena’ (1973), Concha de Oro en San Sebastián, o ‘El sur’ (1983), junto a la notable ‘El sol del membrillo’ (1992), Premios del Jurado y de la Crítica en Cannes, hasta llegar a esta que nos ocupa, más de tres décadas después.

En el interín, ha participado en cortos, videos, videoinstalaciones, obras colectivas, escrito ensayos, libros y ejercido la crítica y la docencia cinematográfica. Ha sido también justamente galardonado, entre otros, con el Premio Nacional de Cinematografía (1993), con la Medalla de Oro del Círculo de las Bellas Artes (1995) o el Donostia de San Sebastián en el año en curso.

Esta propuesta – que nos llega en el cincuentenario de ‘El espíritu de la colmena’ – al entender de esta firmante, no se cuenta entre las mejores de su filmografía. Por descontado que nos regala un hermoso canto de amor al cine, al celuloide, a las bobinas, a las salas, a los contenedores de tantos tesoros olvidados, a sus guardianes, a los proyectores… al poder de unas imágenes tan evocadoras capaces de iluminar las zonas más oscuras y resistentes de la memoria.

Por descontado que su forma de narrar, que su puesta en escena, son personales, intransferibles y atemporales, creadoras de una atmósfera y un clima envolvente y que atrapa, pese a su metraje.

Por descontado que sabe retratar la intimidad, los silencios, lo que innombrable, las pausas y los microcosmos íntimos que reflejan los macrocosmos de dos tiempos y dos épocas del mismo país.

Por descontado que aquí el plano-contraplano en una conversación nunca es banal, ni al uso, sino que es dotado de valiosos posos de profundidad. Y esos fundidos en negro que pueblan la película… Por no hablar de su factura audiovisual en la que luego se entrará.

Pero, tras un arranque y una conclusión excelentes y prometedoras, hay una franja central que a quien esto firma le sobró y le pesó. Se trata de la descripción del humilde hogar y del entorno más íntimo del protagonista en el sur.

Coproducción entre España y Argentina, de 169 minutos de metraje. El guion lo coescriben el propio Erice y Michel Gaztambide. La fotografía con excelencia, tanto en interiores como en los bellos paisajes que la pueblan, Valentín Álvarez y su notable banda sonora está a cargo de Federico Jusid.

En cuanto al muy solvente reparto coral, destacar a un eminente Manolo Solo, carne de Goya, y a los talentos de José Coronado, Mario Pardo, Juan Margallo, Josep María Pou, Petra Martínez, María León, Soledad Villamil y Ana Torrent, cinco décadas después de que nos fascinara en la citada ópera prima del director.

Es una de las elegidas para debatir en la sesión de inauguración del curso y de la temporada de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra, que tendrá lugar el próximo MIÉRCOLES, 4 DE OCTUBRE, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA CUANTO ANTES.

En cualquier caso, su visión es obligada.

Todos los reconocimientos le son debidos a este realizador singular y sensible, a esa mirada única de nuestra cinematografía. Esta firmante hace votos, aunque sabe que es muy díficil siendo octogenario, para que ‘Cerrar los ojos’ no sea su mirada del adios.

‘En cartelera’ desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Se estrenan dos de las películas que debatiremos en la tertulia

Efectivamente, este viernes que le queda a septiembre nos trae una oferta de películas de estrenos muy apetecibles y estimulantes, con prestigiosos y longevos nombres propios masculinos tras la cámara, dos octogenarios y uno ya entrado en la sesentena.

Dos de estas propuestas – ‘Cerrar los ojos’, de Víctor Erice y ‘Monstruo’, de Hirokazu Koreeda – las debatiremos el miércoles que viene, 4 de octubre, a las 19.30, en Casa del Libro Velázquez, durante la sesión de inauguración del curso y de la temporada 11 de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra. VÉANLAS CUANTO ANTES.

Y ya sí, aquí tienen el enlace:

https://vivasevilla.es/sevilla/1368540/la-ternura-de-cerrar-los-ojos-y-tener-un-golpe-de-suerte-con-un-monstruo/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y véanlas. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

¿SEFF? 2023: ¿Una Muestra de preestrenos y refritos?

Quique Colmena, crítico muy cualificado, amigo y compañero en la coordinación de los trabajos de la tertulia de cine Luis Casal Pereyra, ha escrito – en el grupo de esta red que creó y administra, ‘En defensa del SEFF de 2023’, del que se publicará sólo un extracto, dada su amplitud – un texto en Facebook que esta firmante suscribe punto por punto. A saber:

«… parece que tendremos que revivir este grupo porque la información de que se dispone del Festival no es precisamente halagüeña. Se han reducido los días del 24 al 29 de noviembre… su programación ha quedado reducida a cinco Secciones de la señorita Pepis:

  1. Panorama Europeo, que tiene toda la pinta de ser un adelanto de las pelis europeas que nos vengan próximamente.
  2. Ciclo Retrospectiva de las películas premiadas en el Festival, el colmo de la gandulería, pues basta coger los últimos 8 o 10 Premios Giraldillo de Oro y ya tenemos Sección.
  3. País invitado por determinar, cuando faltan menos de dos meses para el inicio del SEFF, que se puede hacer con las películas que tenga en su catálogo la Embajada correspondiente en España de ese país europeo.
  4. Panorama Andaluz, para el que se proponen 5 películas cuando en pasadas ediciones ofertaba entre 15 y 20 títulos entre largos, cortos, documentales y ficción.
  5. Ventana Cinéfila para escolares y
  6. Cine Familiar, con pelis de dibujos ad hoc
  7. En resumen, sigue el texto de Quique Colmena, nada que ver con la programación del SEFF en anteriores ediciones porque una cosa es una abreviada y otra que nos den cine de pueblo… un evento «low cost» que nos sacará, mucho me temo, del mapa de los certámenes de cine internacionales»
  8. Hasta aquí, el texto abreviado del compañero. Un escrito lúcido, contundente y documentado.
  9. Nada más que añadir por parte de quien esto firma, salvo que será una Muestra de preestrenos y refritos. Absolutamente intolerable, penoso y lamentable, más aún en su vigésimo cumpleaños.
  10. NO PODEMOS PERMITIRLO. Es tan malo como la cancelación o parece su antesala.
  11. Además, el crítico y amigo Juan Antonio Hidalgo ha informado que, según parece, las proyecciones se reducirán a seis salas, las más pequeñas del Nervión, por lo que habrá muchas dificultades, dados sus aforos, para conseguir entradas.
  12. TRANSCRITO QUEDA.

‘Todos los nombres de Dios’: La muerte camina conmigo

Un taxista lleva a una chica al aeropuerto. En el interín, ha hablado por teléfono con su mujer, con desgana y apatía, pese a que ella le insta a hacer planes diferentes. Cuando se baja su clienta y entra en el interior, suena una fuerte y devastadora explosión…

…Y este hombre triste y desesperanzado – luego se sabrá por qué y aquí no se harán spoilers – demuestra su valor y solidaridad porque, en lugar de salir corriendo o avisar a emergencias, se queda, entre el polvo, la estampida y el horror, para lo que pueda ayudar buscando a alguna persona herida a quien llevar al hospital.

Lo hace con un chico joven, que al principio se resiste a montarse en su vehículo, a quien convence de que se suba para ir a curarle. Pero, por esas caprichosas piruetas del destino, resulta ser el sujeto equivocado.

Resulta ser el único terrorista superviviente – luego se sabrá por qué y aquí no se harán spoilers – quien le encañona con una pistola y toma, aún gravemente lesionado, el mando de la situación.

Así las cosas, la situación da un nuevo giro cuando el joven, agonizante y siempre atendido por su noble secuestrado, es rematado por quien le considera un traidor, quien también deja a nuestro protagonista fuera de combate.

Y cuando vuelve en sí, se encuentra convertido en un hombre bomba porque el asesino le ha colocado el chaleco de explosivos que era de su víctima y controla en todo momento su ubicación y el curso de los acontecimientos.

A partir de ahí, todos los recursos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, con sus mandos al frente en la retaguardia, se ponen en marcha acompañando a un hombre que camina por una Gran Vía desierta, con la muerte en su pecho, pues no puede permitirse parar porque la bomba detonaría, y con su destino en manos de quienes debaten si es conveniente intentar salvarle o no. A partir de ahí…

Con estos mimbres argumentales, el guionista, productor y realizador de cine y televisión Daniel Calparsoro – cosecha del 68, de quien recordamos su notable debut con ‘Salto al vacío’ (1995) pero también ‘Ausentes’ (2005), ‘Cien años de perdón’ (2016) o ‘El aviso’ (2018), entre otros muchos – ha construído un intenso, potente y emotivo thriller de acción e intriga.

Una película espectacular, con un guion sólido y solvente a cargo de Gemma Ventura, tan trepidante y potente a nivel narrativo y de puesta en escena como es marca de la casa. Pero en la que se supera a sí mismo por el ajuste milimétrico, de mecanismo de relojería, del mecanismo de la propia bomba, entre su escritura, su acción y el retrato de sus personajes.

Con un eminente Luis Tosar, un hombre corriente, pesaroso y bueno, convertido en un explosivo viviente que puede matar y matarle. Con una magnífica Inma Cuesta, precioso personaje el suyo, que hace valer su autoridad y lo da todo, con casi todo y casi todos en contra, para salvarle. Con la intensidad en carne viva a cargo de Patricia Vico y Lucas Nabor. Y con el buen hacer de Roberto Enríquez y Fernando Cayo, entre un reparto entregado.

Producción española, fechada en el año en curso, de 105 minutos de metraje. La fotografía con excelencia Tommie Ferreras y su no menos notable banda sonora la firma Carlos Jean.

Electrizante y absorbente, además de sus valores ya citados. es una de las propuestas más estimulantes de su director.

Deberían verla.

‘En cartelera’ desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Tres estrenos de interés sobre el papel

Aquí tienen el enlace a la colaboración de esta firmante en Viva Sevilla. Tengan muy en cuenta que dos de las tres películas a destacar de entre la oferta de estrenos de este viernes y estrenadas únicamente en Nervión, tienen muy pocas sesiones, por decirlo suavemente, y ello puede implicar su rápida desaparición de la cartelera.

Con lo cual hay que verlas cuanto antes. Se trata de la española ‘Amigos hasta la muerte’, escrita y dirigida por el actor Javier Veiga y la británica ‘The Road Dance’, también escrita y dirigida por Richie Adams.

Ahora sí el enlace es: https://vivasevilla.es/sevilla/1361945/amigos-hasta-la-muerte-una-opcion-entre-los-estrenos/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones, vayan al cine y véanlas. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

‘El sol del futuro’: Frente a la oscuridad del presente…

…Frente a la oscuridad de un presente político ultra derechista, fascista o postfascista en su Italia natal, Nanni Moretti – prestigioso, galardonado y reconocido actor, guionista, productor y cineasta de la cosecha del 53, al que tampoco hace falta presentar pero del que recordamos títulos como ‘La misa ha terminado’ (1985), ‘Caro diario’ (1993), ‘La habitación del hijo’ (2001) o ‘Habemus papam’ (2011) – opone en esta su última propuesta, que transita entre la comedia, el drama y el musical, un canto de amor al cine y de irreductible esperanza en el porvenir.

Fiel a sí mismo y a su compromiso social y político, innova, sin embargo, con esta peculiar mezcla de géneros. Una peculiar mezcla de géneros que le sirve para contar la historia de un rodaje dirigido por el protagonista, cine dentro del cine, que nos retrotrae a la invasión rusa del país durante la llamada revolución húngara de 1956 y cómo afectó al Partido Comunista Italiano, a su militancia y a su secretario general de entonces Palmiro Togliatti.

Todo ello a través de un circo húngaro – luego se hablará de esto… – que visita, o más bien es acogido en, Roma y que despierta la solidaridad y la empatía de tod@s l@s camaradas por su causa. O de su mayor parte, pues su líder local prefiere esperar al pronunciamiento del citado secretario general quien, finalmente, optó por ella.

La filmación de este relato ficcionado sobre unos hechos históricos, se ve amenazada por la ruina de su productor francés, la «traición» de su productora, y cónyuge del director, habitual, al trabajar en una película comercial que banaliza la violencia, sobre el desafecto de la esposa, que él ignora, que desea separarse y sobre la relación de la hija de ambos y la historia de amor surgida durante el rodaje. De ambos «romances» se hablará luego…

Así que este hombre confuso y algo prepotente deberá enfrentarse a tales conflictos del cine y de la vida. Así que este hombre confuso y algo desquiciado deberá cuestionar su forma de enfocar su trabajo, sus relaciones y la interacciones con su entorno, pero sin traicionar sus principios ideológicos, ni narrativos.

Sin traicionar sus señas de identidad éticas y estéticas como autor y como ciudadano de izquierdas. Ello da lugar a dos de las escenas más hilarantes de ‘El sol del futuro’: su visita al rodaje de la producción de su mujer, cuestionando cada plano, y su entrevista con l@s directiv@s de la plataforma Netflix, de cara a la financiación de su filme, y su inenarrable «What the fuck»…

Sólo dos peros que esta firmante tiene que oponerle a esta propuesta tan estimulante, valiosa y necesaria: la utilización de animales, vía el circo citado, absolutamente prescindible, que no suma, sino que resta. Un rotundo NO.

Y los romances de dos hombres más que maduros con quienes podrían ser respectivamente sus hija y nieta. Al revés nunca ocurre, se utilizan como sendos gags y son impostados, sexistas e inverosímiles. Un rotundo NO.

Y un rotundo SÍ a todo lo demás desde los puntos de vista narrativos e ideológicos, desde su forma y desde su fondo. Desde la complejidad de sus tramas de ficción, autoficción, de mezcla de géneros, históricos y políticos. Desde su humor caústico y corrosivo.

Más aún porque desprende un emocionante amor al mejor cine de autor y a sus realizadores. Más aún por ese final vibrante, tan coral, repleto de compatriotas suyos que son nombres propios, y tan lleno de esperanza en el porvenir, que reconcilia el optimismo de la inteligencia con el de la voluntad.

Producción italiana, fechada en el año en curso, de 95 minutos de metraje. La escribe el propio Nanni Moretti junto a Francesca Marciano, Federica Pontremoli y Valia Santella. La fotografía con excelencia Michele D’Attanasio y la magnética banda sonora, junto a los clásicos temas de ambas épocas, está a cargo de Franco Piersanti.

Destacar en su reparto, además de a un solvente, brillante y divertido Moretti, a la excelente Margherita Buy, en un personaje lúcido, irónico y espléndido que cuestiona el narcisismo del protagonista y le ayuda, a su vez, a cuestionarse. Y a los excelentes Mathieu Amalric y Silvio Orlando.

Es una de las elegidas para debatir, tiene mucho debate…, en la sesión de inauguración del curso y de la temporada 11 de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra que tendrá lugar EN DOS SEMANAS, el miércoles, 4 de octubre, a las 19.30, en Casa del Libro Velázquez, donde Quique Colmena y esta servidora les esperamos con impaciencia. No se pierdan la tertulia, tienen que vivirla.

VÉANLA CUANTO ANTES Y NO DEJEN DE VERLA. Escrito queda.

‘Misterio en Venecia’: Agatha de los espíritus…

El personaje central de 33 novelas y 50 relatos cortos, al que su creadora – la escritora y dramaturga británica Agatha Mary Clarissa Miller (1890-1976), universalmente conocida y reconocida como Agatha Christie, Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico y de la novela policíaca, a quien no hace falta presentar – comenzó a odiar progresivamente calificándolo como «insufrible, detestable, ampuloso, pesado y egocéntrico». Fuente: Wikipedia.

El personaje al que, pese a todo ello, el público amaba. El personaje cuya existencia finalizó en ‘Telón’ (1975) y cuyo obituario, el único de una criatura de ficción, publicó nada menos que el New York Times ese mismo año. Fuente: Wikipedia.

El personaje que en el cine asumió los rasgos de Peter Ustinov, Albert Finney, Ian Holm, Tony Randall, Alfred Molina o John Malkovich, entre muchos otros prestigiosos intèrpretes, hasta llegar a Kenneth Branagh – actor de cine y teatro, guionista y director británico, cosecha del 60, a quien tampoco hace falta presentar – que lo hizo suyo delante y detrás de la cámara.

El personaje en cuestión, el singular, extremadamente inteligente, bon vivant y quisquilloso detective belga Hércules Poirot, se enfrenta aquí a otro misterioso asesinato durante una sesión de espiritismo que tiene lugar durante la noche de Halloween de 1947 y en un palazzo veneciano de siniestro pasado como orfanato.

Poirot está jubilado, harto de sangre y crímenes, más aún tras la II Gran Guerra, es descreído, agnóstico y acude al evento a instancias de una escritora amiga – Ariadne Oliver, alter ego de una Agatha Christie que creía en fantasmas y espíritus, que se crió en un ambiente esotérico y que pensaba que su propia madre tenía percepciones extrasensoriales – con la intención de desacreditar a la médium. Pero…

Branagh filma una Venecia aterradora y fascinante, a merced de la oscuridad, la lluvia inclemente y el aparato eléctrico con toda la brillante parafernalia de su puesta en escena.

Con todo su poderío audiovisual al servicio de una historia – basada en una novela, de título castellano ‘Las manzanas’, que esta firmante no ha leído – inquietante, compleja y perturbadora en la que la razón de un hombre científico se ve retada por experiencias que escapan a su intelecto, por mucho que intente explicarlas.

Una propuesta estilizada y terrorífica, con un clima claustrofóbico en el que cada plano, cada habitación, cada torre, cada gárgola, cada aguja gótica, están habitadas por la negrura y el misterio.

En la que cada personaje guarda un secreto. En la que una médium es capaz de ver, pese al interés del protagonista en cuestionarla. En la que se alojan presencias espectrales que pueden ser, o no, producto de ciertas sustancias. En una mansión maldita que ha albergado las peores desgracias y los peores sufrimientos de inocentes. En la que…

Producción estadounidense, fechada en el año en curso, de 103 minutos de metraje. La escribe Michael Green sobre la novela citada anteriormente. La firma e interpreta con mucha solvencia, se reitera, Kenneth Branagh, en la que supone una trilogía sobre la escritora.

Con una hermosa e imponente fotografía de Haris Zambarloukos y una banda sonora debida al talento de Hildur Güonadótir. Con un reparto de lujo en el que destacar, además, a Tina Fey, Michelle Yeoh, Jamie Dornan, Kelly Reilly y un adorable Jude Hill.

Intensa, pavorosa, recóndita, compleja, excesiva, altisonante, retorcida, con un clima enrarecido y venenoso, pródiga en horrores y enigmas es, en opinión de esta firmante y con sus defectos, que los tiene, la mejor adaptación de la Christie que ha hecho el realizador.

Deberían verla.

‘En cartelera’ desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Tres nombres propios masculinos y uno de ellos a debatir en nuestra tertulia del miércoles, 4 de octubre

En efecto, entre las películas a destacar de la oferta de estrenos de este viernes, 15 de septiembre, están las últimas propuestas de tres realizadores masculinos, tres nombres propios.

Una de ellas, ‘El sol del futuro’, de Nanni Moretti, la debatiremos en la sesión de la inauguración del curso y de la undécima temporada de la tertulia de cine Luis Casal Pereyra, que tendrá lugar el miércoles, 4 de octubre, a las 19.30, en nuestra sede de Casa del Libro Velázquez.

Consulten horarios y sesiones y VÉANLA CUANTO ANTES. En cualquier caso, véanlas todas porque, a tenor de sus referencias, merecen la pena. Aquí tienen el enlace:

https://vivasevilla.es/sevilla/1355614/en-cartelera-todos-los-nombres-de-dios/

#CineEnLasSalas #CineEntreLibros #TertuliaDeCine #YoVoyAlCine

‘Las dos caras de la justicia’: Entre las víctimas y los victimarios…

…Están profesionales y voluntari@s muy cualificad@s que, desde 2014 en que se implantó en Francia la justicia restauradora, ofrecen a unas y a otros espacios seguros, comprensivos, respetuosos y amables de encuentros supervisados por ell@s.

Con la importante particularidad de que los delincuentes, tres hombres, no son quienes asaltaron a las víctimas, dos mujeres y un hombre. Ningun@ se conocía entre sí. Tod@s fueron preparados previamente para tales cara a cara, con el firme compromiso de no faltar a ninguna cita.

Con la importante particularidad de que nunca son delitos de sangre y que durante tales sesiones, los agresores conocerán el efecto devastador que un asalto en un supermercado, un tirón en la calle con cruel y gratuita violencia y un atraco-secuestro a una casa donde estaban un padre y su hija menor, sigue haciendo mella en l@s agredid@s años después.

Mella en sus personalidades, en sus relaciones, en sus trabajos, en sus familias, en la manera de relacionarse con, o aislarse de, el mundo y los demás. Una profunda y terrible mella que ha generado un antes y un después para tod@s ell@s.

Porque aquí también las víctimas pueden encontrar a sus semejantes. A personas que les comprenden, que sienten lo mismo, que empatizan con ellas, que no les perciben como anómal@s.

Estas interacciones serán muy beneficiosas, reconfortantes y aleccionadoras, presididas por la rabia, el dolor y el humor. Un relato fílmico, una historia sensible, cálida, dura, emotiva y empática, que jamás se permite caer en la insidiosa tentación de la equidistancia, aunque sí deja aflorar el calor humano y la cercanía, una vez puestas las cartas sobre la mesa y superadas las inevitables resistencias iniciales.

Hay otra trama, un único encuentro, en esta película, paralela a la descrita, de la que no se hará spoiler y que a la feminista que esto firma le hizo temer… Pero la realizadora la trata como debe ser, con delicadeza y equilibrio. Con justicia. Porque aquí no hay, no puede haberlas, reconciliación, ni reparación posible.

Producción francesa, fechada en el año en curso, de 118 minutos de metraje. Escrita y dirigida por la actriz, guionista y cineasta Jeanne Herry – de cuya notable ‘En buenas manos’ (2018) se hizo eco esta firmante. Su enlace: https://sevillacinefila.com/2019/05/08/en-buenas-manos-l@s-niñ@s-primero/

Muy bien fotografiada por Nicolas Loir, otro tanto puede decirse de su banda sonora, a cargo de Pascal Sangla. De su reparto, de lujo y en estado de gracia, destacar a la exquisita Miou-Miou – a la sazón, madre de la directora, con la que cuenta siempre – junto a los incuestionables talentos de Adéle Exarchopoulos, Elodie Bouchez, otra de sus habituales, Leïla Bekhti, Gilles Lellouche o Jean-Pierre Darroussin.

No dejen de verla.

Vistas, desaparecidas de la cartelera y no consignadas en el blog. ‘El viaje de Harold’: Caminar contra la muerte

Dos mujeres han hecho posible ‘El viaje de Harold’. Una es la ex actriz de cine, teatro y televisión, guionista, dramaturga y novelista británica, Rachel Joyce, cosecha del 62, responsable de la escritura de esta película, basada en su primer y premiado libro ‘El insólito peregrinaje de Harold Fry’ (2012), que esta firmante no ha leído, título original, mucho mejor que el castellano, de la obra literaria y de la película.

La otra es su compatriota, la directora de cine, teatro y televisión Hettie Macdonald, asímismo cosecha del 62, que llevaba nada menos que 27 años sin filmar un largometraje desde su galardonada ópera prima, ‘Beautiful Thing’ (1996).

Rachel y Hettie, Hettie y Rachel, han convertido un filme que se prometía convencional, y lleno de «dejá vu», en una rara avis del género, tan transitado por el cine, de la road movie.

Rara avis en el sentido de que no es complaciente ni con la historia, ni con su protagonista, un hombre digno y bueno, pero lleno de claroscuros. Un hombre digno y bueno que no ha sido capaz de afrontar, sin evasiones o bloqueos, los golpea de la vida.

Rara avis, viaje insólito, el que emprende este recién jubilado, tras haber recibido la carta de una vieja amiga y antigua compañera de trabajo – con la que, luego se sabrá a lo largo del metraje, le une una deuda muy importante – a la que lleva décadas sin ver ni tener noticias suyas…

Una vieja amiga que le comunica que está en estado terminal, a causa de un cáncer, finalizando sus días en un centro hospitalario al otro extremo del país. Una vieja amiga a la que pretende responder con una misiva ad hoc, pero un encuentro fortuito, con revelación incluída, hará que cambie de planes.

Y el apático y evasivo Harold Fry toma la decisión insólita de ir caminando, sin móvil, sin calzado, ni ropa, adecuados, con lo puesto y sin móvil, miles de kms por las carreteras inglesas.

Un insólito viaje contra la muerte, contra el destino fatal de una mujer enferma, que será también un recorrido de autodescubrimiento, de rendición de cuentas con su pasado, de – incluso pese a sí mismo, porque los recuerdos le asaltarán inevitablemente en sus largas jornadas – mirar a su existencia y a sus actos cara a cara, sin importarle lo insoportablemente dolorosos que puedan ser.

Todo ello mientras tiene encuentros valiosos como el de una muy cualificada doctora inmigrante que no puede ejercer, que le acoge, que le proporciona ropa y calzado, y que le atiende. O como el de un perrito sin hogar al que adopta. O como el de alguien muy parecido a otra persona muy querida.

Todo ello mientras su fama crece y le sigue un excéntrico cortejo de peregrin@s. Todo ello mientras su lúcida e inteligente esposa, que le conoce, le quiere y le cuestiona, se desespera ante la enorme distancia, en más de un sentido, que les separa e intenta convencerle para volver a casa.

Todo ello contra la muerte, por esa esperanza y esa iniciativa que siempre le faltaron, pese a las ampollas, los desalientos, la lluvia, el clima hostil, las flaquezas de la edad y el cansancio. Todo ello…

Producción estadounidense, fechada en el año en curso, de 108 minutos de metraje. Muy bien fotografiada por otra mujer, Kate McCullough y con una banda sonora, que sabe subrayar el relato, firmada por Ilan Eshkeri.

‘El viaje de Harold’ tampoco hubiese sido posible sin un eminente Jim Broadbent, que la llena con sus presencia y talento. Ni sin la enorme Penelope Wilton, cuyas apariciones secundarias tienen unos enormes peso y contrapeso.

Una película que nos interpela sobre las fragilidades emocionales, sobre el perdón, la generosidad y la reparación que, sin ser una obra maestra, ni salirse de ciertos parámetros convencionales en su puesta en escena, le ha resultado digna, valiosa y con importantes cargas de profundidad a esta firmante.

Véanla cuando alguna plataforma la programe. Es un consejo.