El personaje central de 33 novelas y 50 relatos cortos, al que su creadora – la escritora y dramaturga británica Agatha Mary Clarissa Miller (1890-1976), universalmente conocida y reconocida como Agatha Christie, Dama Comendadora de la Orden del Imperio Británico y de la novela policíaca, a quien no hace falta presentar – comenzó a odiar progresivamente calificándolo como «insufrible, detestable, ampuloso, pesado y egocéntrico». Fuente: Wikipedia.
El personaje al que, pese a todo ello, el público amaba. El personaje cuya existencia finalizó en ‘Telón’ (1975) y cuyo obituario, el único de una criatura de ficción, publicó nada menos que el New York Times ese mismo año. Fuente: Wikipedia.
El personaje que en el cine asumió los rasgos de Peter Ustinov, Albert Finney, Ian Holm, Tony Randall, Alfred Molina o John Malkovich, entre muchos otros prestigiosos intèrpretes, hasta llegar a Kenneth Branagh – actor de cine y teatro, guionista y director británico, cosecha del 60, a quien tampoco hace falta presentar – que lo hizo suyo delante y detrás de la cámara.
El personaje en cuestión, el singular, extremadamente inteligente, bon vivant y quisquilloso detective belga Hércules Poirot, se enfrenta aquí a otro misterioso asesinato durante una sesión de espiritismo que tiene lugar durante la noche de Halloween de 1947 y en un palazzo veneciano de siniestro pasado como orfanato.
Poirot está jubilado, harto de sangre y crímenes, más aún tras la II Gran Guerra, es descreído, agnóstico y acude al evento a instancias de una escritora amiga – Ariadne Oliver, alter ego de una Agatha Christie que creía en fantasmas y espíritus, que se crió en un ambiente esotérico y que pensaba que su propia madre tenía percepciones extrasensoriales – con la intención de desacreditar a la médium. Pero…
Branagh filma una Venecia aterradora y fascinante, a merced de la oscuridad, la lluvia inclemente y el aparato eléctrico con toda la brillante parafernalia de su puesta en escena.
Con todo su poderío audiovisual al servicio de una historia – basada en una novela, de título castellano ‘Las manzanas’, que esta firmante no ha leído – inquietante, compleja y perturbadora en la que la razón de un hombre científico se ve retada por experiencias que escapan a su intelecto, por mucho que intente explicarlas.
Una propuesta estilizada y terrorífica, con un clima claustrofóbico en el que cada plano, cada habitación, cada torre, cada gárgola, cada aguja gótica, están habitadas por la negrura y el misterio.
En la que cada personaje guarda un secreto. En la que una médium es capaz de ver, pese al interés del protagonista en cuestionarla. En la que se alojan presencias espectrales que pueden ser, o no, producto de ciertas sustancias. En una mansión maldita que ha albergado las peores desgracias y los peores sufrimientos de inocentes. En la que…
Producción estadounidense, fechada en el año en curso, de 103 minutos de metraje. La escribe Michael Green sobre la novela citada anteriormente. La firma e interpreta con mucha solvencia, se reitera, Kenneth Branagh, en la que supone una trilogía sobre la escritora.
Con una hermosa e imponente fotografía de Haris Zambarloukos y una banda sonora debida al talento de Hildur Güonadótir. Con un reparto de lujo en el que destacar, además, a Tina Fey, Michelle Yeoh, Jamie Dornan, Kelly Reilly y un adorable Jude Hill.
Intensa, pavorosa, recóndita, compleja, excesiva, altisonante, retorcida, con un clima enrarecido y venenoso, pródiga en horrores y enigmas es, en opinión de esta firmante y con sus defectos, que los tiene, la mejor adaptación de la Christie que ha hecho el realizador.
Deberían verla.