Archivo mensual: octubre 2023

#LazoVerdePorSEFF2024: En defensa de las señas de identidad de un Certamen imprescindible

El muy cualificado crítico, amigo y compañero en la coordinación de los trabajos de la tertulia de cine Luis Casal Pereyra, Quique Colmena, ha lanzado – en la página que creó y coordina en Facebook – de visita obligada, «En defensa del Seff de 2023» una excelente iniciativa, recuperando a su vez una sugerencia original de la Plataforma en Defensa del SEFF 2023, para que no se pierdan las señas de identidad de un Certamen imprescindible.

Esta firmante transcribe un extracto de su texto en la citada página:

«… Como recuerdo a la organización del Festival de que estamos y estaremos vigilantes para que en el SEFF 2024 recuperemos plenamente todas las señas de identidad SEFF (incluídas todas sus Secciones) y sobre todo el tono que siempre le ha caracterizado (riesgo, indagación, transgresión, búsqueda de caminos, nuevos autores…) quienes asistamos a las sesiones del Festival en las fechas previstas de Noviembre próximo, LO HAGAMOS LUCIENDO UN LAZO EN LA ROPA, que propongo sea VERDE, da igual el tono…, el color que convencionalmente relacionamos con la esperanza»

«Sería conveniente – sigue el escrito de Quique Colmena – que fuéramos rigurosos en llevarlo siempre que acudamos al SEFF y que le demos visibilidad en nuestras redes y en cuantos foros nos sean posibles para que no sólo nosotros, sino todas las personas que quieran recuperar el SEFF de siempre lo luzcan en su vestimenta cuando acudan a sus sesiones. Por supuesto insisto en que la idea no es mía, la vi expresada en uno de los textos de la Plataforma, y lo único que hago es recuperarla y darle forma, por si nos parece llevarla a cabo. #elfestivalestuyo.

A esta firmante claro que le parece y por ello esta entrada. Para animarles a DIFUNDIRLA Y A SECUNDARLA como un acto de reafirmación en la defensa de las señas de identidad de un Festival Patrimonio Cultural, no sólo cinematográfico, de nuestra ciudad. Una joya, un tesoro, cuyo prestigio y personalidad no deben perderse.

Transcrito queda. SE RUEGA LA MÁXIMA DIFUSIÓN Y APOYO A ESTA INICIATIVA.

‘MamaCruz’: Éxtasis sagrados y profanos

Quien esto firma, se encontró con la muy estimulante sorpresa de que la sesión de ayer de ‘MamaCruz’ iba a ser presentada por su directora- la guionista, productora y cineasta venezolana Patricia Ortega, cosecha del 77 – de la que es su segundo largometraje, tras varios documentales y cortos de ficción, y seguidamente respondería a todas las preguntas tras la proyección.

Ella contó que su madre, a quien le está dedicada, había sido su inspiración. Que también lo fueron su abuela y sus tías. Que su familia se componía de mujeres, porque los hombres estaban ausentes.

Que la idea le surgió al ver una foto muy hermosa de su madre desnuda y posando para la cámara. Que ahí decidió que quería que se viera a las abuelas como mujeres, con sus deseos y pulsiones. Algo que sigue siendo muy tabú.

Que recorrió varios países buscando financiación y apoyo para este proyecto, hasta que la encontró en el productor sevillano Olmo Figueredo quien también le sugirió a la también andaluza Kiti Mánver como protagonista.

Que, aunque coescribió su guion con el escritor, dramaturgo y cineasta hispalense José F. Ortuño, insistió mucho en la improvisación de las intérpretes, quiso que fluyeran con sus propios lenguajes y dichos algunos de los cuales como «escuchimizada» tuvieron que traducírselo.

Que pensó ambientarla en Venezuela, pero al final acabó, por todas estas circunstancias descritas, rodándola en Sevilla, ciudad a la que no conocía, de cuyos usos y costumbres se «empapó» y cuyo clima le recordaba mucho a su Maracaibo natal. Que…

Así se gestó la historia de una septuagenaria muy religiosa, cuyas relaciones conyugales son tan inexistentes como la comunicación entre la pareja. Que trabaja como costurera y hace arreglos para mantos y vestidos de vírgenes y cristos en la parroquia local.

Cuya nieta vive en su casa, porque su hija, bailarina, está en Viena esperando su gran oportunidad. Con ella habla a través de videollamadas con la tablet, reprochándole más de una vez que «la niña la necesita y que el suyo no es un trabajo de verdad». Algo que a la propia Patricia Ortega le ocurrió con su progenitora respecto a su vocación por el cine.

Una protagonista – inmensa, como suele, Kiti Manver, a quien todos los reconocimientos le son debidos – que, por azar, se topa con una página erótica, que despierta en ella sensaciones y deseos reprimidos. Tanto es así que sus ardores se proyectan hasta en la imagen de un crucificado muy sensual…

Pese a que enciende velas como signo de arrepentimiento e intenta una aproximación fallida a un marido desganado que la rechaza, se entera de un grupo de terapia sexual y se integra allí. Dicho taller y la relación con la monitora y las mujeres que lo integran, cambiará su vida y sus convicciones.

El humor es una de las claves de esta comedia naturalista, fresca y habitada por el desparpajo y la sinceridad, que pudo, siéndolo más aún cuando asocia los extásis religiosos con los profanos, ser aún más transgresora.

Que pudo haber evitado ciertos clichés costumbristas como el retrato de las beatas o la reivindicación, a todos los efectos, de cierto tipo de sexualidad heteronormativa y del porno light.

Pese a todo ello, rebosa vitalidad, energía, encanto y sororidad. Una visibilización del cuerpo y de los deseos negados ý ocultos, también cinematográficamente, de las mujeres mayores, mientras que ellos siguen manteniendo romances fílmicos, y reales, con jóvenes que podían ser sus hijas o sus nietas.

Una aproximación, en una escena muy emotiva, a la comprensión de una madre hacia su hija, algo que también le ocurrió a Ortega con la suya. Un retrato a la amistad femenina. Un intento de compaginar las pulsiones corporales con las espirituales. Un…

Producción española fechada en el año en curso, de 84 minutos de metraje. La fotografía muy bien, efectos especiales incluídos, Fran Fernández Pardo y otro tanto puede decirse de su banda sonora, que subraya tan bien lo narrado, a cargo de Paloma Peñarrubia. La puesta en escena, los encuadres y el resto del reparto coral, son más que solventes.

Tienen que verla y apoyarla.

‘En cartelera’desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Tres miradas de mujer y una masculina

Aquí tienen ya el enlace de la colaboración de esta firmante en Viva Sevilla. Una mirada crítica a lo más destacado de las ofertas de películas de estreno de este viernes que le que le queda a octubre.

https://vivasevilla.es/sevilla/1397095/entre-mamacruz-y-la-contadora-de-peliculas/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y véanlas. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

Tres miradas de mujer. 2, Lisa Mulcahy: ‘El legado’: El tío Silas

El irlandés Joseph Thomas Sheridan Le Fanu (1814-1873) fue un reconocido escritor y periodista especializado en novelas góticas y de terror. Una de las más célebres es ‘Carmilla’ (1872) fascinante retrato de una vampira lesbiana, que esta firmante ha leído, y que inspiró a Bram Stoker para su ‘Drácula’ (1897).

Entre su intensa bibliografía se cuenta también ‘El tío Silas’ (1864), una oscura historia, que esta firmante no ha leído, sobre un misterioso crimen en una habitación cerrada que afecta a la familia de una joven heredera huérfana, que acaba de perder a su padre, pues a su madre no llegó a conocerla, y se ve impelida – por el testamento del progenitor – a convivir con un tío paterno, sospechoso del crimen, y de pésima resputación.

Su compatriota, la directora de cine y televisión Lisa Mulcahy, ha adaptado la obra en esta película que nos ocupa, segunda de su filmografía, con el título original de ‘Lies we tell’ y el castellano de ‘El legado’

Y lo ha hecho muy sabiamente, pues ha revertido el material literario con la historia de los horrores que debe afrontar la protagonista, en un siglo en el que las mujeres carecían de derechos tan fundamentales como el de disponer de sus propias fortunas sin ser tuteladas por un administrador o pariente masculino.

Así que es un relato de terror gótico, sí. Pero sin fantasmas, ni sobresaltos al uso, ni presencias sobrenaturales, sino con el mal encarnado en un siniestro y vil tío- sobre tod@s. en él – un primo indeseable, una prima tan aparentemente frívola como atormentada y una institutriz con un oculto secreto que la cercan, la vigilan, la acosan, la violentan, la maltratan y la encierran en su propia y señorial mansión ante la obligada inacción de su servidumbre y la complicidad de sus antiguos administradores.

Ante esta terrible, límite y desesperada situación, la joven opone su inteligencia y determinación para derrotar a sus enemigos acérrimos, que codician su dinero, hogar y estatus, sobre todo en lo que se refiere al padre y al hijo, pues la hija y la institutriz son instrumentos. a la vez que cómplices y víctimas de ambos.

Esta firmante no hará spoiler. Tan sólo deben saber que estamos ante un relato fílmico singular, inteligente, intenso, desasosegante y a la postre muy feminista. Un relato cuyo interés va in crescendo y cuya puesta en escena es tan elegante como desgarrada.

Un relato que hubiese merecido mejor destino en la ingrata cartelera sevillana que el ser estrenado con dos único pases doblados. Así que, puesto que lo han mantenido tan sólo una semana, esta firmante les recomienda encarecidamente su visión cuando la estrene alguna plataforma.

Producción irlandesa, fechada en el año en curso, de 89 absorbentes minutos de metraje. Sus excelentes guion y fotografía se deben a dos mujeres, respectivamente Elisabeth Gooch y Eleanor Bowman. En cuanto a su banda sonora, que subraya tan bien lo narrado, la firma Aza Hand. Y entre un reparto muy sólido, destacar a la magnífica protagonista, Agnes O’Casey.

Lo escrito. Véanla en cuanto puedan. ´

‘Los asesinos de la luna’: Hombres blancos de corazones negros

La historia real tras esta película que nos ocupa – última propuesta del maestro, productor, conservador de celuloide, guionista y cineasta estudounidense Martin Scorsese, quien cumplirá 81 años el próximo 17 de noviembre y al que no hace falta presentar – es la de la desconocida masacre de los indios Osage.

Estos nativos, a quienes la mayoría blanca en el poder le reservó en Oklahoma, después de haberles trasladado de otros asentamientos mejores, lo que pensó que era un terreno baldío en los años veinte del pasado siglo. Pero miren por dónde, el petróleo salió de las entrañas de esta tierra.

Y, a partir de ahí, se convirtieron en los indios más prosperos y millonarios de la historia rompiendo todos los esquemas al uso. Que requirieron ser servidos en sus mansiones por quienes precisamente les habían expulsado de sus legítimos espacios. Por quienes precisamente eran sus mayores enemigos…

Unos enemigos, que codiciaban esos millones nacidos del oro negro, y que hicieron todo lo posible por apoderarse de ellos por vía conyugal y-o criminal, ya que no existía otra manera legal posible. Con la complicidad alevosa de policías, sheriffs, abogados y médicos corruptos.

Y así comenzaron los asesinatos en serie de indígenas. Así comienza esta historia, cuyo guion escribe el realizador junto a Eric Roth, adaptando el libro de David Grann, periodista de investigación – que esta firmante no ha leído – cuyo título original es, traducido al castellano: ‘Los asesinos de la luna de las flores: Los asesinatos de los Osage y el nacimiento del FBI’, que causó un gran impacto, tuvo excelentes críticas y fue galardonado con el Premio Edgar Allan Poe al Mejor Crimen Real.

Porque esta Nación Osage daba nombres a las lunas y la citada fue, más que de las flores, de la sangre de l@s suy@s. Que por mayo, fue por mayo, donde la codicia, el odio y la crueldad de hombres blancos de corazones negros segaron tantas vidas.

El libro se centra en la figura real, como prácticamente todos los personajes, de la mujer Osage, Molly – excelente Lily Gladstone – quien es cortejada, y finalmente contrae matrimonio con él, por un vago, patán, delincuente sin escrúpulos, ambicioso y de pocas luces, Ernest Burkhart – un eminente Leonardo DiCaprio – que es manipulado por su tío, el presunto benefactor/padrino del pueblo, Bill Haley, el auténtico villano de la función y cerebro de casi todos los crímenes – un magnífico Robert De Niro – para acabar con las líneas sucesorias de la fortuna de su esposa.

O lo que es lo mismo, las tres hermanas. Una fue envenenada, otra murió a tiros y la tercera en una explosión. Ella misma, diabética, fue sometida a una mezcla de insulina con una sustancia letal que la iba haciendo languidecer poco a poco y perder sus fuerzas. Estos, se insiste, son hechos reales.

Hasta que llegó el incipiente FBI – en el que fue uno de sus primeros y más sonados casos, alertado por las familias de las víctimas, Molly entre ellas, y los patriarcas de la Nación que viajaron a Washington para pedir ayuda – con un joven J. Edgar Hoover al frente.

Personaje que fue interpretado, miren por donde, por DiCaprio en ‘J. Edgar’ (2011) de Clint Eastwood – y que delegó en un antiguo comandante de Texas, Tom White, un notable Jesse Plemons para resolverlos. Lamentablemente, la mayoría quedaron impunes y los protagonistas citados y juzgados, aunque estuvieron en prisión, murieron en sus camas…

Esta historia de la vergüenza y de la infamia para su país, una historia de asesinatos en serie racistas muy desconocida incluso en Estados Unidos, la filma Scorsese con su talento y brillantez habituales. Con el noble propósito de hacer justicia a unas personas ejecutadas cruelmente, para lo cual ha contado con la asesoría de un Osage,

Con una puesta en escena, tan elíptica como pausada, que utiliza todos los recursos de la época, filmaciones, imágenes documentales reales o ficticias pero muy bien insertadas, el clima, la atmósfera, entre el thriller y el western.

Contando, además, con un reparto entregado y en estado de gracia. A l@s citad@s, habría que añadir al felizmente recuperado, y muy solvente, Brendan Fraser. Para no hablar de su impecable y apabullante factura, marca de la casa, con una hermosa fotografía de Rodrigo Prieto y la envolvente banda sonora del desaparecido Robbie Robertson a quien, junto a John Williams, está dedicada la película.

Una película valiente, valiosa y monumental en sus 206 minutos de metraje, sí. Pero… esta firmante suscribe las palabras de Christopher Cote, consultor de la lengua Osage en el rodaje, quien afirmó con toda franqueza al verla: «Como Osage, quería que estuviera contada desde los ojos de Mollie y lo que su familia vivió» (de hecho, lo está en el libro pero el realizador desestimó esa opción narrativa)…

Consideró también que Scorsese hizo un buen trabajo representando a la comunidad, pero no entendió que el relato se contara, casi en su totalidad, desde la perspectiva de Ernest Burkhart, desde la perspectiva de los delincuentes que estafaron y asesinaron a su pueblo.

Ni tampoco que la relación entre el citado Ernest y Molly estuviera en el filo de la romantización: «Le dieron una especie de consciencia y una implicación de que hay amor. Pero cuando alguien conspira para asesinar a toda tu familia, eso no es amor. Es un abuso»

Hay que reiterar de nuevo que lo intentó también con ella… Así que el debate está abierto, porque es una de las elegidas para comentar en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra que tendrá lugar el JUEVES, 9 DE NOVIEMBRE, EXCEPCIONALMENTE EN JUEVES POR UN COMPROMISO PREVIO DE LA LIBRERÍA, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ.

No se la pierdan y VÉANLA CUANTO ANTES.

‘En cartelera desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila’: Colonialismo francés, una mirada femenina al terror gótico y… Scorsese

En efecto, tres películas a destacar de entre la oferta de estrenos de este fin de semana. Recuerden que una de ellas, la estrella de la función, ‘Los asesinos de la luna’, de Martin Scorsese, fue elegida para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra del JUEVES, 9 DE NOVIEMBRE, EXCEPCIONALMENTE EN JUEVES, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA, VÉANLAS, CUANTO ANTES.

Y ahora sí, aquí tienen el enlace:

https://vivasevilla.es/sevilla/1389042/de-la-isla-roja-a-el-legado-pasando-por-los-asesinos-de-la-luna/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y no se las pierdan. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

Tres miradas de mujer. 1, Arantxa Echevarría: ‘Chinas’: Lucía, Xiang y Claudia

El debut cinematográfico de la productora, guionista y cineasta Arantxa Echevarría, cosecha del 68, fue llegar y besar el santo. En efecto, ‘Carmen y Lola’ (2018) fue premiada con dos Goya, tuvo múltiples candidaturas en galardones como los Feroz y fue seleccionada para participar en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes.

La que nos ocupa es su tercera propuesta centrada en el barrio madrileño de Usera – del que aseveró una conocida presentadora nacida allí que «ahora era Chinatown…» – y en tres protagonistas femeninas.

A saber dos niñas muy diferentes entre sí: una española, hija de inmigrantes chinos, Lucía, absolutamente integrada en su colegio, estudiosa, trabajadora y con un carácter alegre y adorable y una adoptada, Xiang, solitaria, introvertida y aislada que rechaza cualquier intento de acercamiento y desea conocer sus raíces.

Dos niñas que coinciden en el mismo centro escolar y que, pese a su origen común, no conectan por mor de la actitud cerrada de la segunda. Dos niñas, una pobre y otra rica.

Dos niñas, la primera citada con una madre, sobre todo ella, y un progenitor igualmente estricto, que regentan un bazar, desconfiad@s, exigentes, cerrados, exentos de ternura y recelos@s. Que pese a estudiar y trabajar hasta tarde en el negocio familiar, no la valoran y subestiman su nota media de notables.

Dos niñas, la segunda citada con una progenitora y un progenitor solventes y cariñosos que la comprenden, la quieren y la animan en todo lo que emprenda y a abrirse a los demás. Hasta el punto de darle la oportunidad de conocer unos orígenes muy lejanos a lod que ella había imaginado.

Y la tercera es una adolescente, Claudia, hermana mayor de Lucía y muy unida a ella, que también choca con la incomprensión y la dureza del padre y de la madre que tampoco valoran sus altas calificaciones, media de 9, y la reprimen tanto o más que a la menor.

Claudia sólo encuentra respiro en una pandilla multicultural de contemporáne@s con cuyos comportamientos de ocio y sexuales no coincide y la hacen sentirse extraña en el peor sentido del término. Pero deberá pagar el precio de la claudicación…

Con estos mimbres la realizadora ha retratado a las tres criaturas citadas, a sus entornos familiares y amistosos y al microcosmos en el que se insertan. Lo ha hecho de una forma valiente, alejada del costumbrismo al uso, sensible y valiosa, sí. Pero imperfecta e insatisfactoria a juicio de esta firmante.

Porque, si bien la naturalidad que desprende la historia de las niñas es un acierto, ha cargado las tintas innecesariamente en la de Claudia. Y en la de sus progenitores, singularmente en la de la madre. Un personaje de una pieza, rígido, esquemático, cruel y a la defensiva que sólo se permite romperse en un momento y por las razones equivocadas.

A este respecto, servidora ha recibido la queja de la responsable de un excelente restaurante japonés cuya hija, quien también se llama Lucía, estudia en dos colegios chino y español.

Ella considera que se la ha retratado mal al personaje puesto que, en la comunidad china, y española, con la que se relaciona, no encuentra a nadie similar. Y menos aún regentando un bazar. En su caso, habla perfectamente nuestro idioma, lo lee, va al cine y tiene una rica vida social, pese a la intensidad de su trabajo.

Su desequilibrio narrativo, para quien esto firma, es evidente. Con una puesta en escena que parece fragmentaria y llena de puntos suspensivos. Deja traslucir temas de hondura, pero no los desarrolla adecuadamente y sus críticas se diluyen y se pierden ante lo abrupto, y erróneo, de ciertas conclusiones. Por no mencionar el final…

Producción española, fechada en el año en curso, de 118 minutos de metraje. Su guion, bastante irregular, está a cargo de la propia directora. Aplausos sin reservas para sus fotografía y banda sonora que firman dos mujeres: Pilar Sánchez Díaz y Marina Herlop, respectivamente.

Y para un más que digno reparto con el excelente trío protagonista encarnado por Daniela Shiman Yang, Elia Qiu y Xinil Ye. Además de las estimulantes presencias de Leonor Watling y Carolina Yuste, asidua de Echevarría. Un precioso personaje el suyo.

Pero claro que hay que verla.

Series en plataformas. Filmin, ‘Manual de la vida salvaje’: Hackear a la muerte

Esta firmante no ha leído el libro homónimo del actor, novelista y dramaturgo canadiense Jean-Philippe Báril Guérard, cosecha del 88, en el que se basa esta miniserie de 6 episodios de una hora de duración, dirigidos por su compatriota el también actor y cineasta Christian Laurence, con quien ha escrito el guion. Además, el escritor forma parte del reparto.

Estructurada en 6 episodios, de 60 minutos de duración cada uno, cuyos títulos hacen referencia al modus operandi de un millennial triunfador para conseguir el éxito a toda costa. Modus operandi que expresa ante una audiencia entregada y multitudinaria, en la secuencia que constituye el arranque y la conclusión.

A saber: Cultiva tu odio, Monetiza el capital humano, Sacrifica tus relaciones, Aplasta a los débiles, Oculta tus defectos y ¡Sobrevive!. Algo que, se reitera, forma parte de la historia de dos amigos de la infancia, hombre rico por familia y hombre pobre por extracción social, y la chica del segundo, mucho más que eso pues es inteligente y muy dotada, que acaba de cortar con él.

Cada capítulo descubre la evolución laboral y también personal de los dos hombres, a los que después se unirá la mujer. Desde unos inicios sombríos para hacer el trabajo más sucio a una empresa desalmada, a la pequeña, pero ambiciosa,la que forman ellos y ella.

Tres personas que se complementan a la perfección en los apartados de gestión, comunicación y relaciones públicas e informáticos. Tres personas que, a través de las huellas digitales dejadas en redes por quienes ya no están en este mundo pueden materializar a sus deudos una comunicación con ell@s con sus voces grabadas.

O lo que es lo mismo, hackear a la muerte. Tres personas que aprenden en este proceso la voracidad cruel del mercado, la angustia, la culpa, la traición, las penurias, la feroz competencia, las tragedias personales, las insidiosas acechanzas y también el peor cinismo, por el que se cuelan, involuntariamente, algunas grietas de humanidad.

Tres personas que deben afrontar todas esas consecuencias en sus vidas. Unas vidas personales que también se nos muestran perfectamente hilvanadas con estas incidencias laborales descritas. Tres personas, dos solventes y una que no, que deben, junto a un equipo de trabajo que lo da todo, seguir invirtiendo sin cobrar un euro en aras de su compañía.

Tres personas hackeando a la muerte e interpelando también a sus seres queridos y perdidos para siempre. Tres personas asumiendo sus contradicciones más privadas de cara a mantener el tipo en la esfera profesional.

Y uno de ellos, girando la mirada a la cámara e invitando a la complicidad del espectador, de la espectadora. ¿Quienes sobrevivirán a esas tremendas exigencias y presiones y qué precio deberán pagar en sus vidas?

Todo ello, y mucho más, deberán comprobarlo por sí mism@s viendo esta producción audiovisual canadiense, fechada en 2022, mezcla de drama, inteligencia artificial, informática y una suerte de ciencia ficción con unas señas de identidad contenidas en el presente.

Ya se ha citado la solvencia, elegancia y eficacia de la puesta en escena, de la factura, de la escritura y de la realización. La fotografía con esmero Louis-Philippe Blain y cuenta con las magníficas interpretaciones de Antoine Pilon, Audrey-Rose Maréchal y André Beaupré encarnando al trío protagonista.

Inquietante y demoledora crítica de un microcosmos salvaje, deberían verla en Filmin. No se la pierdan.

‘En cartelera’ desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Dos miradas de mujer, una de ellas a debatir en la tertulia de noviembre, y dos masculinas

Efectivamente, entre las cuatro películas a destacar de entre la oferta de estrenos de este puente de octubre está ‘O corno’, debut cinematográfico de Jaione Camborda, quien también la escribe, con la que consiguió la Concha de Oro a la Mejor Película en el pasado Festival de San Sebastián.

Es también una de las elegidas para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra que tendrá lugar el JUEVES, 9 DE NOVIEMBRE – EXCEPCIONALMENTE EN JUEVES, POR UN COMPROMISO PREVIO DE LA LIBRERÍA – A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA CUANTO ANTES Y VÉANLAS TODAS.

Y ahora sí aquí tienen ya el enlace a la colaboración de esta firmante en Viva Sevilla:

https://vivasevilla.es/sevilla/1382354/de-la-red-al-cine-me-he-hecho-viral/

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y VÉANLAS. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

Sesión inaugural del curso 2023-2024 y de la temporada 11 de la tertulia de cine Luis Casal Pereyra: Moretti, Erice y Koreeda

Espectacular de ambiente, de calidad, de cantidad, de participación, de aportaciones, de opiniones, de miradas y de intensidad en los debates de la sesión inaugural del curso 2023-2024 de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra.

Tanto que, se reitera de nuevo, para esta firmante es un reto casi imposible transcribirla. Pero va a intentarlo, porque es una de las características de la actividad, aunque sea un pálido y muy limitado reflejo de una velada para el recuerdo. Los tres directores, las tres películas, lo merecen sobradamente.

Moretti:

‘El sol del futuro’ gustó mucho en general. Se aplaudieron su brillantez, su riesgo, su esperanza, su desternillante humor sobre todo en dos escenas antológicas. Ese final tan vibrante… Su visión del cine, tan ética, lúcida y siempre comprometida con la izquierda y su desdén por ciertos productos que banalizan la violencia y ciertas plataformas que imponen, frente a las señas de identidad únicas e irrepetibles de la autoría cinematográfica, el W.T.F.

También el hecho de que se cuestionara tanto a sí mismo con un personaje central que es claramente su alter ego. Y el talento de Margherita Buy, junto al del arruinado productor francés tan bien compuesto por Mathieu Amalric, lúcida y resignada compañera de tan insoportable personaje, por mucha coherencia que tuviera. Aunque inspirara ternura lo desubicado que se sentía ante unos acontecimientos personales y profesionales que le sobrepasaban.

Pero hubo también quien la encontró autocomplaciente, sobrada de metraje y narcisista. Y tampoco su final le interesó, ni la escena del rodaje, que la encontró tópica y demasiado larga y en bucle. Y quien la cuestionó como animalista y feminista… por sus romances tan desiguales y por las especies no humanas mostradas en el circo.

Erice:

‘Cerrar los ojos’, que ojalá no sea la mirada del adios como realizador de este octogenario clásico nuestro, cosechó, dentro de la admiración y el respeto que su figura y su obra merecen, ciertos contrastes de pareceres.

Se admiraron sin reservas su puesta en escena, su absorbente metraje, su forma de filmar el plano contra plano, la intimidad, los silencios, las pausas, la lentitud, la serenidad, el fuera de campo, sus fundidos en negro. Se le comparó con un batido de chocolate que satisface con la primera visión. Su arranque y su final.

Su amor al cine clásico, de antaño, que no tiene nada que ver con el audiovisual. Su amor al celuloide, a las bobinas, a los proyectores, a los viejos locales, a los almacenes de imágenes y a la capacidad de evocación de estas para despertar la memoria de un hombre perdido.

Las interpretaciones de Manolo Solo, de José Coronado, de Josep María Pou, de Mario Pardo, de Petra Martínez aunque no tanto las de María León y Ana Torrent. Aunque no tanto la parte del sur prescindible para algunas personas que también cuestionaron su final y los problemas cronológicos del casting.

Koreeda:

‘Monstruo’ concitó aplausos unánimes. Se la consideró incluso una de las mejores películas vistas el año en curso. Su factura, su forma de utilizar el flashback sin solución de continuidad para narrar lo que la verdad de unos hechos prejuzgados por las personas adultas.

Sus similaridades y diferencias con el maestro Kurosawa en ese aspecto. Su compromiso con la infancia víctima del bullyng, con la violencia familiar e institucional, con la censura a formas de amar no convencionales.

La complicidad con los abusones por parte de una directora con tanto que ocultar, aunque alguien la reivindicara por su complicidad en clase de música con uno de los dos niños protagonistas, y de un claustro servil y temeroso por perder el trabajo. Y también por parte del único amigo, que se avergüenza de sus propios sentimientos llegando al rechazo activo.

Su relación con los cuatro elementos. Su descripción de los secretos y mentiras de algunos personajes. Ese final impactante y poético que generó tanto debate. Su reparto en estado de gracia, especialmente en el caso de los dos adorables, y torturados, chicos. Su…

El jueves, 9 de noviembre, EXCEPCIONALMENTE EN JUEVES, por un compromiso de la librería, más. Debatiremos dos miradas de mujer, una de ellas reciente Concha de Oro en San Sebastián, que son dos óperas primas y una mirada masculina, la de todo un clásico viviente. A saber:

La española ‘O corno’, de Jaione Camborda, que entra el 11 de octubre. VÉANLA CUANTO ANTES.

La estadounidense ‘Los asesinos de la luna’, de Martin Scorsese, que entra el 20 de octubre. VÉANLA CUANTO ANTES.

Y la coproducción entre Estados Unidos y Corea del Sur, ‘Vidas pasadas’, de Celine Song, que entra el 1 de noviembre. VÉANLA CUANTO ANTES.

Gracias a Rubén Margallo, a toda la plantilla de la librería, a Quique Colmena, por impartirnos siempre lecciones de cine, a Charo L. Gálvez por sus excelentes fotos de ambiente y de familia y a l@s mejores tertulian@s del mundo mundial por estimularnos, enseñarnos y enriquecernos tanto con sus aportaciones. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, por una sesión inaugural del curso y de la temporada inolvidable.