Espectacular de ambiente, de calidad, de cantidad, de participación, de aportaciones, de opiniones, de miradas y de intensidad en los debates de la sesión inaugural del curso 2023-2024 de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra.
Tanto que, se reitera de nuevo, para esta firmante es un reto casi imposible transcribirla. Pero va a intentarlo, porque es una de las características de la actividad, aunque sea un pálido y muy limitado reflejo de una velada para el recuerdo. Los tres directores, las tres películas, lo merecen sobradamente.
Moretti:
‘El sol del futuro’ gustó mucho en general. Se aplaudieron su brillantez, su riesgo, su esperanza, su desternillante humor sobre todo en dos escenas antológicas. Ese final tan vibrante… Su visión del cine, tan ética, lúcida y siempre comprometida con la izquierda y su desdén por ciertos productos que banalizan la violencia y ciertas plataformas que imponen, frente a las señas de identidad únicas e irrepetibles de la autoría cinematográfica, el W.T.F.
También el hecho de que se cuestionara tanto a sí mismo con un personaje central que es claramente su alter ego. Y el talento de Margherita Buy, junto al del arruinado productor francés tan bien compuesto por Mathieu Amalric, lúcida y resignada compañera de tan insoportable personaje, por mucha coherencia que tuviera. Aunque inspirara ternura lo desubicado que se sentía ante unos acontecimientos personales y profesionales que le sobrepasaban.
Pero hubo también quien la encontró autocomplaciente, sobrada de metraje y narcisista. Y tampoco su final le interesó, ni la escena del rodaje, que la encontró tópica y demasiado larga y en bucle. Y quien la cuestionó como animalista y feminista… por sus romances tan desiguales y por las especies no humanas mostradas en el circo.
Erice:
‘Cerrar los ojos’, que ojalá no sea la mirada del adios como realizador de este octogenario clásico nuestro, cosechó, dentro de la admiración y el respeto que su figura y su obra merecen, ciertos contrastes de pareceres.
Se admiraron sin reservas su puesta en escena, su absorbente metraje, su forma de filmar el plano contra plano, la intimidad, los silencios, las pausas, la lentitud, la serenidad, el fuera de campo, sus fundidos en negro. Se le comparó con un batido de chocolate que satisface con la primera visión. Su arranque y su final.
Su amor al cine clásico, de antaño, que no tiene nada que ver con el audiovisual. Su amor al celuloide, a las bobinas, a los proyectores, a los viejos locales, a los almacenes de imágenes y a la capacidad de evocación de estas para despertar la memoria de un hombre perdido.
Las interpretaciones de Manolo Solo, de José Coronado, de Josep María Pou, de Mario Pardo, de Petra Martínez aunque no tanto las de María León y Ana Torrent. Aunque no tanto la parte del sur prescindible para algunas personas que también cuestionaron su final y los problemas cronológicos del casting.
Koreeda:
‘Monstruo’ concitó aplausos unánimes. Se la consideró incluso una de las mejores películas vistas el año en curso. Su factura, su forma de utilizar el flashback sin solución de continuidad para narrar lo que la verdad de unos hechos prejuzgados por las personas adultas.
Sus similaridades y diferencias con el maestro Kurosawa en ese aspecto. Su compromiso con la infancia víctima del bullyng, con la violencia familiar e institucional, con la censura a formas de amar no convencionales.
La complicidad con los abusones por parte de una directora con tanto que ocultar, aunque alguien la reivindicara por su complicidad en clase de música con uno de los dos niños protagonistas, y de un claustro servil y temeroso por perder el trabajo. Y también por parte del único amigo, que se avergüenza de sus propios sentimientos llegando al rechazo activo.
Su relación con los cuatro elementos. Su descripción de los secretos y mentiras de algunos personajes. Ese final impactante y poético que generó tanto debate. Su reparto en estado de gracia, especialmente en el caso de los dos adorables, y torturados, chicos. Su…
El jueves, 9 de noviembre, EXCEPCIONALMENTE EN JUEVES, por un compromiso de la librería, más. Debatiremos dos miradas de mujer, una de ellas reciente Concha de Oro en San Sebastián, que son dos óperas primas y una mirada masculina, la de todo un clásico viviente. A saber:
La española ‘O corno’, de Jaione Camborda, que entra el 11 de octubre. VÉANLA CUANTO ANTES.
La estadounidense ‘Los asesinos de la luna’, de Martin Scorsese, que entra el 20 de octubre. VÉANLA CUANTO ANTES.
Y la coproducción entre Estados Unidos y Corea del Sur, ‘Vidas pasadas’, de Celine Song, que entra el 1 de noviembre. VÉANLA CUANTO ANTES.
Gracias a Rubén Margallo, a toda la plantilla de la librería, a Quique Colmena, por impartirnos siempre lecciones de cine, a Charo L. Gálvez por sus excelentes fotos de ambiente y de familia y a l@s mejores tertulian@s del mundo mundial por estimularnos, enseñarnos y enriquecernos tanto con sus aportaciones. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS, por una sesión inaugural del curso y de la temporada inolvidable.