Preestreno del Proyecto Viridiana. ‘Los destellos’: Cosas que importan

Esta firmante asistió el martes pasado, día 24, a la proyección, en riguroso preestreno, de ‘Los destellos’, la última, y tercera de su filmografía, propuesta de la cineasta y escritora Pilar Palomero – cosecha del 80, que arrasó con su rutilante debut, la multipremiada ‘Las niñas’ (2020) ( dos Goyas, Biznaga de Oro, Feroz de la Crítica… ) y continuó, si bien con menor impacto, con ‘La maternal’ (2022) – gracias a la deferencia del Proyecto Viridiana.

El Proyecto Viridiana es «una red de 26 cines, en 13 comunidades y 19 ciudades, con un total de 212 pantallas que promocionan y apoyan, antes de su entrada en las salas, un cine europeo de autor/a y de calidad».

Contando además con la presencia de realizadores/as, actores/actrices, productores/as dialogando, tras la proyección, con las personas asistentes vía streaming. Tal ocurrió con la realizadora de la película que nos ocupa, desde Barcelona. Lastimosamente, en este caso, la conexión resultó fallida.

Pilar Palomero ha escrito y filmado en ‘Los destellos’ – adaptando el relato de la novelista vasca Eider Rodríguez, contenido en su libro ‘Un corazón demasiado grande’ – su obra más madura, hermosa y redonda.

La mirada de la realizadora sobre una mujer que debe, a instancias de la hija en común, cuidar a su ex cónyuge del que lleva separada 15 años, enfermo terminal en sus últimos días y que, en principio, no se lo pone nada fácil…

… Es lírica y emotiva, a fuer de contenida, pudorosa y reservada. Es tan intensa como delicada. Tan sencilla como profunda. No necesita ni explicaciones, ni subrayados, ni sentimentalismos al uso. Sólo mostrar los hechos desnudos, aunque con una puesta en escena altamente estilizada.

La vida y la muerte van de la mano en este proceso de pérdida, de reencuentros tan incómodos como conmovedores. En este proceso de remover sentimientos, de empatizar con la agonía, digna, orgullosa y finalmente entregada, de un hombre culto e ilustrado, si bien algo hosco, a quien se quiso y que se marcha para siempre.

En este proceso de cuidados, de entrega y de generosidad que no hipoteca la autonomía y el modus vivendi del presente de la protagonista, porque ella no lo permite. Ni tampoco permite que su hija, tan volcada con su padre, haga lo propio con sus estudios y la suya propia.

Todo ello mientras la naturaleza, las estaciones, las luces, los destellos y las sombras siguen su curso. Todo ello mientras la pareja actual sabe mantenerse en un segundo plano, pero apoyando siempre.

Todo ello pródigo en detalles, en silencios, en miradas, en fuera de campo… Todo ello entre la muerte y la vida, entre el pasado, del que no hacen faltan datos, y el presente, entre la despedida y el duelo exquisitamente discretos, tan conmovedores como nada estridentes.

Producción española, fechada en el año en curso, de 101 minutos de metraje. Con una preciosa fotografía de otra mujer, Daniela Cajías y una vibrante banda sonora, con temas musicales populares, que firma Vicente Ortiz Gimeno.

Con unas interpretaciones prodigiosas de la estupenda Patricia López Arnaiz y desgarradora y en estado de gracia de Antonio de la Torre. Se oirá hablar de ella en la próxima carrera de premios. Todos los reconocimientos le son debidos.

Se estrena el viernes 4 de octubre. Ni se les ocurra perdérsela.

Escrito queda.

Deja un comentario