Archivo mensual: octubre 2025

‘Los domingos’: Discernimiento vocacional

Quien esto firma vuelve a reiterar, por si fuera necesario, que sus opiniones sobre esta y otras películas, aunque basadas en unos mínimos criterios objetivos y de referencia, son personales e intransferibles sin importar la contundencia con que las exprese.

También lo hace con el hecho de que intenta matizar lo máximo posible al escribir sus entradas, reconociendo los valores cinematográficos de aquellos filmes que le disgustaron, tanto como le sea posible.

Escrito esto, permitan a esta firmante expresar las contrapuestas sensaciones, emociones y reflexiones que ha experimentado con la visión de esta película y con su discernimiento crítico sobre ella, casi tan intenso como el vocacional de su protagonista.

Involutariamente, quien esto firma supo el desenlace antes de entrar en la sala. Así que no se sintió precisamente receptiva ante este relato fílmico en el que una directora que se confiesa atea – Alauda Ruiz de Azúa, guionista y cineasta de la cosecha del 78, responsable de la galardonada ‘Cinco lobitos’ (2022) y de la muy estimable serie ‘Querer’ (2023) – opta por tal destino para su personaje.

Su protagonista – un descubrimiento el de Blanca Soroa – es una joven de 17 años, huérfana de madre, con dos hermanas más pequeñas, un progenitor ausente – sólido y ajustado Miguel Garcés – y de nuevo emparejado, que canta en un coro, que estudia, alumna brillante a punto de entrar en la universidad, en un colegio religioso, que tiene a un director espiritual joven y apañado y ha encontrado en un convento de clausura su razón de vivir, su calor de hogar, su objetivo de servir a un dios mayor, único verdadero en su religión monoteísta, al que reconoce como padre y del que espera la llamada que le confirme su vocación.

Con tal contexto y tales mimbres parecía inevitable, pese a que sintiera una atracción correspondida por un chico del coro, la conclusión… Tristemente inevitable, puesto que la alternativa, que a ella no le interesa, nunca se hace presente.

Y poco puede hacer su tía – una espléndida, como suele, Patricia López Arnaiz – que la quiere como a una hija, que es agnóstica, que trata de hacerle ver que va a hipotecar su futuro, que cree que las hermanas, singularmente la directora – una magnífica, como suele, Nagore Aranburu – le lavan el cerebro, que insta a su hermano a hablar con ella y con ellas con firmeza y a su pareja, del que tiene un hijo pequeño, le reprocha su neutralidad.

Así que ‘Los domingos’ contentará a quienes profesan la fe católica. Esta firmante lo suscribe, por los comentarios escuchados en la sala donde la visionó. Pero… ¿decepcionará a l@s no creyentes? Ahí está la cuestión.

Porque esta disyuntiva no es tan simple, ya que la mirada de la realizadora es sutil, sabia y compleja al dejar ver las grietas de tal historia de amor mística en la rigidez y absolutismo de posesión de una verdad incuestionable en la directora del convento citado, en el rechazo de la sobrina ante sus argumentos espetándole «rezaré por ti» y en la decisión final, que no se revelará, que toma la sólo aparentemente derrotada tía de la que, por cierto y pese a la humanidad que le confiere la actriz que la compone, también se dejan ver algunos rasgos antipáticos de su personalidad.

Su factura es impecable, su clima y puesta en escena también, está habitada por un aura espiritual, pero también terrenal, mostrando las miserias y los esqueletos en el armario familiares, grupos humanos unidos por lazos de sangre, en los que a Ruiz de Azúa, que escribe asímismo su guion, le gusta incidir.

Muy bien fotografiada por otra mujer, Bet Rourich, se ha escrito ya sobre su reparto. Se hizo con el Premio del Cine Vasco, el Feroz Zinemaldia de la Crítica y con la Concha de Oro a la Mejor Película en el pasado Festival de San Sebastián. Justos y merecidos.

Tendremos ocasión de volver sobre ella, porque tiene un debate…, en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra, que tendrá lugar el MIÉRCOLES, 5 DE NOVIEMBRE, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA CUANTO ANTES, PORQUE DEBE VERSE.

Escrito queda.

‘Un simple accidente’: Víctimas y verdugo

El ciudadano iraní Jafar Panahi – cosecha del 60, guionista y cineasta de prestigio internacional, con una filmografía en la que se incluyen títulos tan reconocidos y galardonados como ‘El globo blanco’ (1995), ‘El círculo’ (2000), ‘Offside’ (2006), ‘Taxi Teherán’ (2015) o ‘Los osos no existen’ (2022), por mencionar sólo algunos – que tiene en su haber premios tan importantes y codiciados como el León de Oro, el FIPRESCI, o el UNICEF en Venecia, el FIPRESCI también en San Sebastián y el del Jurado, la Caméra D’Or y la Palma de Oro en Cannes, por esta su última propuesta…

… Debería ser un vecino ilustre y condecorado, del que su país se sintiera justamente orgulloso. Pero ocurre todo lo contrario: el regimen dictatorial teocrático, especialmente feroz con las mujeres, que lo gobierna, lo ha perseguido, encarcelado varias veces, acosado, retirado el pasaporte hasta el pasado año, forzado a hacer huelga de hambre y a filmar en la clandestinidad, impedido recoger trofeos y acudir a los Certámenes cinematográficos a los que era invitado por sus filmes y hasta como jurado.

Un trato indigno e infame para un hombre de talento por cuya libertad clamaron sus colegas de profesión en comunicados y manifiestos. Un trato indigno e infame para quien, pese a que ahora puede viajar, recoger premios y conceder entrevistas, debe seguir rodando en la clandestinidad.

Porque ‘Un simple accidente’ está, como todas las suyas, filmada en secreto. Hasta tal punto que quisieron requisarle el material una vez acabada, pero él se negó. Gracias a su valentía y determinación se puede disfrutar de su cine comprometido y de esta película.

Una película que el realizador dedica a sus compañeros de prisión, porque «sentía que se lo debía y porque habíamos tenido conversaciones sobre qué sucedería si nos encontráramos casualmente con uno de nuestros verdugos y de ahí nació la historia»

Porque este es el hilo conductor de este relato fílmico. El simple accidente de una familia, compuesta por el padre con vestidura religiosa masculina, la mujer embarazada y velada, excepto en su rostro, y una niña alegre y divertida a la que tratan muy bien.

La pequeña sufre un shock cuando, por falta de luces en la carretera, su progenitor atropella a un perro, demostrando sus sensibilidad y empatía por el animal, reprochandóselo al padre. Pero eso no es todo, ya que el vehículo se para y deben acudir a una especie de taller en busca de ayuda…

…Cuando el sonido intransferible de los pasos que provoca la cojera del conductor, es reconocida por uno de los empleados quien cree identificarle como el atroz torturador del que fue víctima en la cárcel, decide asegurar su identificación, a través de los testimonios de otr@s compañer@s de infortunio una vez que lo ha maniatado, secuestrado y mantenido oculto en su vehículo.

A partir de ahí, se inicia un cataclismo de imprevisibles y tremendas consecuencias, ya que el captor implica a las personas citadas – una pareja de novios, la novia especialmente afectada, una fotógrafa, un hombre algo maníago y agresivo, como consecuencia del sufrimiento padecido, aunque tales traumas sean comunes a tod@s ell@s, y hasta un librero amigo suyo – para que le reconozcan y sufra el castigo merecido.

A partir de ahí, no se harán spoilers, la mirada del director es justa y poliédrica y llena de comprensión hacias sus criaturas y sus sentimientos. A partir de ahí, desde su ideología y sus principios éticos, desde su activismo y su generosidad, que es capaz de ver ciertos indicios aperturistas del régimen como mujeres no veladas y vestidas a la occidental, narra una fábula moral, ferozmente crítica pero humanista en la que la equidistancia no existe – «nosotros no somos asesinos» – y en la que la empatía se abre paso incluso hasta con el personaje más abyecto.

A partir de ahí, desde las heroicas dificultades de esta filmación clandestina, ofrece una estimulante, perturbadora y contundente mezcla de géneros en la que cabe el thriller político de una tensión dificilmente soportable en muchas ocasiones, la comedia negra, el suspense y la road movie, dentro de los presupuestos inalienables que son una de las señas de identidad de su firmante.

Coproducción entre Irán, Francia y Luxemburgo, fechada en el año en curso, de 105 minutos de absorbente metraje. Muy bien fotografiada por Amin Jaferi, su reparto coral y mayoritariamente no profesional le añade verosimilitud y una aplastante sinceridad a lo narrado. Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes, todos los reconocimientos le son debidos, representará a Francia en el Oscar a la Mejor Película Internacional.

Es una de las elegidas para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra, que tendrá lugar el MIÉRCOLES, 5 DE NOVIEMBRE, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA CUANTO ANTES Y NI SE LES OCURRA PERDÉRSELA.

‘En cartelera’, desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Se estrena la tercera de las películas que debatiremos en la tertulia de noviembre

Así es. Hoy ya puede verse en los cines ‘Los domingos’, la muy celebrada y premiada con la Concha de Oro en el pasado Festival de San Sebastián película de Alauda Ruiz de Azúa, que debatiremos junto a ‘Un fantasma en la batalla’, de Agustín Díaz Yanes y a ‘Un simple accidente’, de Jafar Panahi, en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra, que tendrá lugar el MIÉRCOLES, 5 DE NOVIEMBRE A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA CUANTO ANTES.

https://andaluciainformacion.es/articulo/cinemascope/vamos-cine-domingos-frankestein/102510240908233156914.html

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y véanlas. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine #TertuliaDeCine #CineEntreLibros

Y aquí tienen ya el enlace:

‘Un fantasma en la batalla’: La infiltrada

Aunque quien esto firma haya titulado esta crítica con el nombre de la conocida, notable y muy premiada película de Arantxa Echevarria, lo cierto es que las dos no tienen nada en común. Salvo las profesiones y las circunstancias de sus dos protagonistas, policía nacional y guardia civil respectivamente y el estar ambientadas en décadas similares del pasado siglo.

Una basada en un personaje real y esta que nos ocupa encarnando a quienes fueron fantasmas en una batalla y siguen siéndolo. Ambas con sendos jefes masculinos, de los que uno de ellos tiene mucho que ocultar, a los que componen respectivamente dos grandes, Luis Tosar y Andrés Gertrúdix.

Ambas valientes y generosas, a quienes no les importó renunciar a sus identidades, a sus familias, a sus afectos y a sus vidas para infiltrarse en una organización armada y peligrosa. Ambas conviviendo con sus enemigos jurados. Ambas solas ante el peligro. Ambas encarnadas por dos eminentes actrices: Carolina Yuste, justamente galardonada con un Goya por este papel, y Susana Abaitua.

La primera es más desgarradora e intimista, sin renunciar a su vocacion narrativa de ritmo, verosimilitud y suspense en un tiempo y un país convulsos. Esta que comentamos, más sistemática, estructurada y casi documental en su descripción de los personajes reales, víctimas y victimarios, que se van sucediendo especialmente a lo largo de 12 años. Aunque tampoco renuncie a dejar constancia del lado más personal de su protagonista.

Arranca con un prólogo, en el que se muestra – en imágenes documentales, que se repetirán una y otra vez, así como las repulsas a los crímenes en multitudinarias manifestaciones – el asesinato de Carrero Blanco, la llegada de la democracia y la esperada renuncia a las armas de la organización, fundada en 1958, que, pese a ello, sigue ejecutando a sus «objetivos», con un saldo mortal de 44 personas en aquel entonces.

A partir de los 90, la Guardia Civil diseña una operación para acabar con la banda que dura 12 años y en la que participan cientos de agentes españoles-as y franceses-as. Esta ficción la encarna quien podía ser una de ell@s.

Alguien como Amaia, licenciada en filología inglesa y francesa, con conocimientos del euskera y traductora de Yeats, que deja su Carmona natal, y a su prometido, con quien tiene fugaces encuentros a escondidas en hoteles, para tomar la nueva identidad de profesora en una ikastola, dirigida por Begoña – estupenda Iraia Elías – pareja de un jefe etarra y perteneciente a la cúpula, cuya confianza debe ganarse. Algo que logrará, pese a las reservas iniciales, así como su amistad.

Es entonces cuando la organización decide «socializar el sufrimiento» atacando al «corazón del Estado» encarnado en jueces, políticos, periodistas…, ante las mayoritarias aclamaciones de sus seguidores, mientras que ella debe hacer malabares para conseguir datos en las bolsas de basura que le deja un miembro destacado del comando, muy bien Raúl Arévalo, que se aloja en su casa.

Es en este oscuro periodo cuando – mostrados con impactantes imágenes documentales de sus cuerpos tapados con sábanas blancas, sus entierros y manifestaciones multitudinarias de repulsa posteriores – asesinan a Fernando Múgica, a Fernando Buesa y a su escolta, a Tomás y Valiente, a José Luis López de Lacalle, cuando secuestran a Ortega Lara y, tras meses en un zulo, le liberan.

Un material de archivo, de Memoria Histórica, excepcional. Es en este oscuro periodo cuando Amaia es trasladada al sur de Francia, junto con Begoña y una miembro del Comité Ejecutivo fría e implacable, una desasosegante Ariadna Gil, y cuando saben que hay un topo entre ell@s.

Pese a un interludio en el que el personaje central decide volver a casa y dejar el Cuerpo, es cuando, probándose su vestido de novia oye que han secuestrado a Miguel Ángel Blanco y dado un plazo para su ejecución, decide volver a todo riesgo y conseguir localizar los zulos en una Operación llamada Santuario que comprometerá su integridad física si la descubren, con canciones italianas, como Parole, parole, de Mina, que utiliza para contactar con su jefe y a este para avisarla del peligro y…

Narrada con rigor histórico, político y moral – tambien se hacen alusiones a las condenas por torturas, secuestros y abusos en el Cuartel de Intxaurrondo – con nervio, intensidad, suspense, talento y emoción, su interés va in crescendo hasta llegar a su electrizante final.

Producción española, rodada en el año en curso, escrita y dirigida con las solvencia y maestría, marcas de la casa, por Agustín Díaz Yanes – cosecha del 50 y que tiene en su haber la notable ‘Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto’ (1995) y las adaptaciones de Pérez Reverte, ‘Alatriste’ (2006) y ‘Oro’ (2016) su anterior propuesta, hace nada menos que casi una década.

De modélica factura, hay que destacar su hermosa fotografía, en los preciosos paisajes naturales donde está localizada, y su estupenda banda sonora, incluyendo los clásicos musicales italianos ya citados. Firmadas respectivamente por Paco Femenia y Arnau Bataller. Al reparto, ya le hemos glosado.

Es una de las elegidas para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra, que tendrá lugar el MIÉRCOLES, 5 DE NOVIEMBRE, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA CUANTO ANTES Y NI SE LES OCURRA PERDÉRSELA.

‘En cartelera’, desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Se estrena otra de las películas que debatiremos el miércoles, 5 de noviembre.

Así es, pues desde hoy ya está en los cines ‘Un simple accidente’, de Jafar Panahi, Palma de Oro en el pasado Festival de Cannes, que se une a otra que fue también elegida para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra – que tendrá lugar el Miércoles, 5 de noviembre, a las 19.30, en Casa del Libro Velázquez – ‘Un fantasma en la batalla’, de Agustín Díaz Yanes, que puede verse ya en Netflix. Aquí tienen el enlace:

https://www.andaluciainformacion.es/articulo/cinemascope/viernes-estreno-cinco-peliculas-entre-que-elegir/202510171038593153486.html

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y vayan al cine. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine #TertuliaDeCine #CineEntreLibros

‘Jugar con fuego’: La atracción del Mal

Imaginen a un ferroviario de izquierdas, ex sindicalista, comprometido con sus ideas, viudo con dos hijos varones, a los que se entrega totalmente, sin haber rehecho su vida sentimental. Imaginen al mayor, un chico de 23 años, problemático, que apenas si tiene oficio, ni beneficio, y anda con compañías más que oscuras e inquietantes, aunque, pese a todo ello, quiere a su padre y a su hermano a quien cuidó – lo recuerda este, que no lo olvida – siendo un niño durante la enfermedad de su madre.

Imaginen al menor, que cumplirá 20 años a lo largo del metraje, un chico modélico, estudioso, responsable, inteligente, brillante, elegido para ser alumno nada menos que de La Sorbona, donde cursará Políticas, que comparte ideas con su progenitor a quien avala frente a su hermano, aunque le reprocha que sea demasiado inflexible con él.

Imaginen a este padre que, mientras comprueba, revisa y soluciona los problemas de vías y catenarias, es consciente de que su propia existencia está descarrilando por mor de la imposibilidad de reconducir la progresiva atracción de su primogénito hacia gentes y entornos que hacen de la violencia y el odio al diferente sus modus vivendi y operandi.

Imaginen a estas gentes y entornos brutales, más allá que los propios ultras, siendo señuelo para jóvenes tan perdidos como el mayor, porque le proporcionan un sentido de pertenencia, de familia no biológica, de identidad y unos objetivos con los que presuntamente alcanzan la catarsis personal, social y política, aunque abominen del sistema y sus instituciones.

Imaginen que, aunque no se hagan spoilers, algo terrible acaba sucediendo y sus consecuencias les afecten a los tres. Imaginen a un hombre justo horrorizado, impotente y desolado, pero progenitor al fin y al cabo, culpándose por los actos de su vástago que ha traicionado las ideas que le inculcó y conminando al otro a salvarse, ya sabrán por qué.

Imaginen la mirada de dos mujeres, de dos hermanas, de dos cineastas francesas, Delphine y Muriel Coulin, de las que es su tercera película, sobre esta historia tan densamente masculina que adapta la novela de Laurent Petitmangin, ‘Lo que falta de noche’.

Imaginen la oscuridad sin anestesia, las difícilmente soportables negrura y crudeza de este relato fílmico, tan político como personal, que nos interpela como sociedad, como ciudadanía y como personas, sobre el amor parental y fraternal, la rabia, la violencia extrema y el dilema sobre perdonar, o no, lo imperdonable.

Coproducción entre Francia y Bélgica, fechada el pasado año, de 119 minutos de tenso e intenso metraje. Su inquietante fotografía, así como su desasosegante banda sonora, que tan bien sirven a lo narrado, se deben respectivamente a Frédéric Noirhomme y a Pawel Mykietyn. En su reparto, destacar al siempre enorme Vincent Lindon, Copa Volpi al Mejor Actor en Venecia, muy bien acompañado por Benjamin Voisin y Stefan Crepon.

Salgan de sus zonas de confort y no se la pierdan.

‘En cartelera’ desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Poco donde elegir…

Efectivamente. En contraste con la pasada semana, la oferta de películas de estreno de la cartelera sevillana de este largo fin de semana deja bastante que desear, a tenor de las referencias de la mayoría de ellas. Las que nos llegan, claro… Aquí tienen el enlace:

https://www.andaluciainformacion.es/articulo/cinemascope/llega-pantallas-downton-abbey-gran-final/202510100913133150482.html

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y vayan al cine. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine

Sesión inaugural del curso y de la temporada de la tertulia de cine Luis Casal Pereyra: Radicales y estimulantes discrepancias bajo la luna llena…

Efectivamente, pues la tertulia se ha celebrado en la azotea de la Casa del Libro, bajo la advocación de una luna gloriosa, por estar el salón de actos totalmente ocupado por cajas de pedidos. Así que hemos tenido que forzar las voces y las cuerdas vocales.

Más aún porque la asistencia ha sido mayoritaria y participativa hasta decir basta. Porque además las discrepancias han sido intensamente radicales, siempre con el respeto a todas las visiones y opiniones que es una de las señas de identidad de la actividad, y muy estimulantes.

Mirada 1, Oliver:

‘Sirat’, de Oliver Laxe, fue la única de las elegidas para debatir, que suscitó aclamaciones unánimes. Aunque se cuestionara por algunas personas el sentido de ese padre con su hijo buscando a la hija y hermana entre las raves del desierto y, en un caso, había decepcionado la segunda parte.

Por lo demás, fue descrita como hipnótica, demoledora, distópica, existencialista pero, de alguna manera, visionaria con esa mirada tan desolada a un fin de especie, aunque alguien la calificara como esperanzadora.

Se destacaron la fotografía, las imponentes localizaciones, la música, la puesta en escena, los giros narrativos, la potencia de su guion, la empatía y compañerismo, una suerte de familia no biológica, de la gente trasterrada que viaja hacia ninguna parte, la interpretación de Sergi López y de un reparto no profesional, el impacto emocional que provoca y que persiste en el tiempo…

Mirada 2, Carla:

‘Romería’, de Carla Simón, gustó mayoritariamente. Se valoraron su lirismo, su visión nada complaciente sobre un tiempo y un país, que much@s vivimos. Su reivindicación, que no apología, de las gentes malditas, antisistema y habitadas por el estigma social del sida. Y de las miserias que conllevaban tales adicciones de devastadoras y mortales consecuencias.

La mirada de la realizadora, tercera de su muy premiada trilogía autobiográfica, fue calificada como una hermosa y valiente búsqueda de sus raíces y su identidad. Interesaron su factura, su puesta en escena, su crítica de una sociedad burguesa y convencional, llena de sombras y prejuicios, y las recreaciones de la historia y el romance de sus padre y madre.

Pero vamos, que hubo quienes la consideraron un tostón, que estaban deseando que terminara, que no les había interesado en absoluto ni de fondo, ni de forma y que expresaron que trataba el tema del sida muy superficialmente.

Mirada 3, Aitor y Jose Mari:

Si ya en la película anterior se apuntaron divergencias, en ‘Maspalomas’, de Aitor Arregi y Jose Mari Goenaga, fue la catarsis total. Esta firmante reconoce, y se disculpa por, sus limitaciones para transcribir las demoledoras y brillantes enmiendas a la totalidad que cosechó.

Se cuestionaron su ideología, la homofobia del protagonista, el que de nuevo se centrara en la homosexualidad masculina, el blanqueamiento del personaje de VOX y de la prostitución por los chaperos, las inconsistencias y dispersiones de su guion, la abnegación y el perdón de la hija, el conformismo de su final…

Aunque algun@s la apreciamos y esta servidora se remite a su crítica publicada en estas páginas. Sí que hubo unanimidad en las excelentes composiciones de José Ramón Soroiz y Nagore Aranburu.

El MIÉRCOLES, 5 DE NOVIEMBRE, A LAS 19.30 HORAS, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ, TENDREMOS LA SEGUNDA SESIÓN DE ESTE CURSO Y TEMPORADA, confiemos que en el interior. Se debatirán:

‘Un fantasma en la batalla’, de Agustín Díaz Yanes, actualmente en cartelera. VÉANLA CUANTO ANTES.

‘Un simple accidente’, de Jafar Panahi, que se estrena el 17 de octubre. VÉANLA CUANTO ANTES.

Y ‘Los domingos’, de Alauda Ruiz de Azúa, que entra el 24 de octubre. VÉANLA CUANTO ANTES.

Gracias a Casa del Libro y a todo su equipo, a Charo L. Gálvez, por sus aportaciones y excelentes fotos de ambiente y de familia, a Quique Colmena, por sus trabajos en la tertulia y por sus lecciones de cine y a l@s mejores tertulian@s del mundo mundial por otra velada memorable. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

‘Maspalomas’: Punto de inflexión

Hay en esta película dos partes claramente diferenciadas: una primera en la que un hombre, el protagonista, Vicente – gran trabajo de José Ramón Soroiz – que ha pasado, en sus propias palabras: «50 años en el armario, 25 en pareja y ahora está libre»

Libre en esta localidad hermosa y turística del sur de Gran Canaria, a la que hace mención el título, livin’ la vida loca a sus 76 entre fiestas, playas, practicando el cruising – sexo al aire libre entre los gays – en sus hermosas dunas, cuartos oscuros, cópulas con chaperos o desconocidos siempre mucho más jóvenes y discotecas con su cómplice y amigo Ramón…

… Y una segunda en la que, tras ser fulminado por un ictus entre cuerpos sudorosos, bailes, percusiones y música disco, luego de las atenciones urgentes, es trasladado a su San Sebastián natal a instancias de su hija – una eminente Nagore Aramburu, precioso personaje el suyo – a la que abandonó, junto a su madre, más de dos décadas atrás y quien prioriza frente al rechazo inicial, «pusiste nuestra vida patas arriba», su compromiso para con él.

Un compromiso que la obliga a internarle en una residencia porque en su casa, con un hijo pequeño del que su abuelo también parece haberse olvidado, no tiene espacio. Un centro privado, otro armario para él, en el que conocerá la amistad, la tentación, el duelo y en el que aprenderá a reconstruirse desde la reconciliación consigo mismo, con su edad y opción sexual y el perdón debido por el daño causado.

Y ese final, no se harán spoilers, cíclico, pero tan diferente. El mismo paisaje sí, pero es un hombre muy distinto, física y emocionalmente, quien lo contempla…

Producción española, fechada en el año en curso, de 115 minutos de metraje. La dirigen José Mari Goenaga, cosecha del 76 y Aitor Arregi, cosecha del 77, con guion, un muy solvente guion, del primero. Ellos, junto a Jon Garaño de dos en dos o los tres, son responsables de títulos tan estimables como ‘Loreak’ (2014), ‘Handía’ (2017) o ‘La trinchera infinita’ (2019).

Su excelente fotografía se debe al talento de Javier Agirre Erauso y la sensible banda sonora al de Aránzazu Calleja. Se ha escrito sobre los protagonistas, pero sería imperdonable no citar a dos magníficos secundarios como Kandido Uranga y Zorion Eguileor.

Ganadora del Premio a la Mejor Interpretación Protagonista en San Sebastián, para el ya citado José Ramón Zoroiz, todos los reconocimientos le son debidos a esta cruda, hermosa, valiente, lúcida y valiosa película que tendremos ocasión de debatir en la sesión inaural del curso y de la temporada de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra, que tendrá lugar el MIÉRCOLES, 8 DE OCTUBRE, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA CUANTO ANTES Y ÚNANSE.

‘En cartelera’, desde Viva Sevilla a Sevilla Cinéfila: Hay donde elegir…

Por fin, tras varias semanas entre las que el cine que se nos queda lamentablemente inédito en nuestra ciudad y la tibia recepción crítica de algunas propuestas, apenas si había dónde escoger, las ofertas de estrenos de este primer fin de semana de octubre resultan estimulantes y así se lo hace saber quien esto firma en este enlace:

https://andaluciainformacion.es/articulo/cinemascope/viernes-estreno-cinco-peliculas-que-elegir/202510031028373147082.html

Pues ya lo saben. Consulten horarios y sesiones y véanlas. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine