Hay en esta película dos partes claramente diferenciadas: una primera en la que un hombre, el protagonista, Vicente – gran trabajo de José Ramón Soroiz – que ha pasado, en sus propias palabras: «50 años en el armario, 25 en pareja y ahora está libre»
Libre en esta localidad hermosa y turística del sur de Gran Canaria, a la que hace mención el título, livin’ la vida loca a sus 76 entre fiestas, playas, practicando el cruising – sexo al aire libre entre los gays – en sus hermosas dunas, cuartos oscuros, cópulas con chaperos o desconocidos siempre mucho más jóvenes y discotecas con su cómplice y amigo Ramón…
… Y una segunda en la que, tras ser fulminado por un ictus entre cuerpos sudorosos, bailes, percusiones y música disco, luego de las atenciones urgentes, es trasladado a su San Sebastián natal a instancias de su hija – una eminente Nagore Aramburu, precioso personaje el suyo – a la que abandonó, junto a su madre, más de dos décadas atrás y quien prioriza frente al rechazo inicial, «pusiste nuestra vida patas arriba», su compromiso para con él.
Un compromiso que la obliga a internarle en una residencia porque en su casa, con un hijo pequeño del que su abuelo también parece haberse olvidado, no tiene espacio. Un centro privado, otro armario para él, en el que conocerá la amistad, la tentación, el duelo y en el que aprenderá a reconstruirse desde la reconciliación consigo mismo, con su edad y opción sexual y el perdón debido por el daño causado.
Y ese final, no se harán spoilers, cíclico, pero tan diferente. El mismo paisaje sí, pero es un hombre muy distinto, física y emocionalmente, quien lo contempla…
Producción española, fechada en el año en curso, de 115 minutos de metraje. La dirigen José Mari Goenaga, cosecha del 76 y Aitor Arregi, cosecha del 77, con guion, un muy solvente guion, del primero. Ellos, junto a Jon Garaño de dos en dos o los tres, son responsables de títulos tan estimables como ‘Loreak’ (2014), ‘Handía’ (2017) o ‘La trinchera infinita’ (2019).
Su excelente fotografía se debe al talento de Javier Agirre Erauso y la sensible banda sonora al de Aránzazu Calleja. Se ha escrito sobre los protagonistas, pero sería imperdonable no citar a dos magníficos secundarios como Kandido Uranga y Zorion Eguileor.
Ganadora del Premio a la Mejor Interpretación Protagonista en San Sebastián, para el ya citado José Ramón Zoroiz, todos los reconocimientos le son debidos a esta cruda, hermosa, valiente, lúcida y valiosa película que tendremos ocasión de debatir en la sesión inaural del curso y de la temporada de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra, que tendrá lugar el MIÉRCOLES, 8 DE OCTUBRE, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA CUANTO ANTES Y ÚNANSE.