Archivo mensual: noviembre 2025

‘La voz de Hind’: Horas desesperadas…

El 29 de enero de 2024 – se van a cumplir dos años, ayer… – una familia palestina fue interceptada, en la huída forzosa de su pueblo, por los tanques israelíes. De l@s ocupantes del vehículo – «duermen, pero hay mucha sangre», les dice la chiquilla a sus interlocutores-as – sólo esta niña de 6 años ha sobrevivido a la cobarde masacre. Su nombre, Hind Rajab.

A través de su tío, exiliado en Alemania, le pide auxilio a la central de la Media Luna Roja, cuyos hombres y mujeres se vuelcan, entre la angustia, la impotencia, el dolor, la rabia y un inmenso afecto en sus palabras, en intentar ayudarla. Su voz, la voz de esta menor a través del móvil en esas horas desesperadas, es la voz real de Hind.

Una voz que clama, que suplica ayuda, una voz que grita, que llora, que sabe que sus familiares, a su lado en ese coche, no están dormidos, sino muertos. Una voz que obedece las pautas, mínimas, que pueden darle sus interlocutoras-es, una voz que alerta de los disparos que no cesan. Una voz que desgarra el corazón y llega hasta el fondo de las entrañas.

Una voz que conmociona al pequeño equipo de la ONG citada, que atiende esta impactante emergencia. Un equipo, a su vez, también atrapado en la impotencia ante la burocracia, justificada en la seguridad de la ambulancia y de sus ocupantes y las razones políticas, que obliga a repetir los pasos antes de poner en marcha la ayuda una y otra vez, con exasperante lentitud.

Un equipo de rescate que está a tan sólo OCHO MINUTOS de esta pequeña, que manifiesta estar ya herida en un ojo, pero que debe seguir todos los protocolos establecidos. Un equipo de la Media Luna Roja, en su central, que la da por muerta al interrumpirse el contacto y luego recupera la esperanza, y la incontenible alegría, al volver a oírla.

Un equipo que la conforta, que la consuela, que la anima a sobrevivir, que intenta relajarla recordándole esas playa y esas arenas, esos juegos infantiles tan añorados por ella. Un equipo con muchas bajas, cuyas fotografías que les recuerdan están en sus paredes y con siluetas sobre sus ordenadores de otras víctimas anónimas.

Un equipo que estalla de júbilo, tras tantas tensiones y sufrimientos, cuando el rescate, que ha debido cambiar el itinerario hacia Hind, que está en una gasolinera, llega hasta ella. Y luego, las malditas y criminales detonaciones y el silencio…

Coproducción entre Túnez y Francia, fechada en el año en curso, de 89 minutos de estremecedor metraje. Escrita y dirigida por una mujer, la prestigiosa y reconocida guionista y cineasta tunecina Kaouther Ben Hania, cosecha del 77, de la que esta es la sexta de su filmografía, que incluye títulos notables como ‘El hombre que vendió su piel’ (2020), primera película de su país nominada al Oscar a la Mejor Película Internacional o ‘Las cuatro hijas’ (2023), también preseleccionada.

Con unas fotografía y música, que transmiten todo el dramatismo del relato, firmadas respectivamente por Juan Sarmiento G. y Amin Bouhafa. Espléndidamente interpretada por quienes a su vez encarnan a personajes reales, como Saja Kilani, Clara Khoury, Motaz Malhees y Amer Hiehel. Gran Premio del Jurado en Venecia y Chicago, nominada a Mejor Película y Mejor Sonido en los del Cine Europeo y Premio del Público en San Sebastián, todos los reconocimientos le son debidos.

Todos los reconocimientos le son debidos a esta extraordinaria, valiosa, durísima e imprescindible película, casi un docudrama a todos los efectos, con imágenes documentales que muestran fotos y videos de la niña, de su hermano y a la madre con este pequeño en todo su inabarcable desconsuelo.

Todos los reconocimientos le son debidos a esta devastadora mirada de mujer que nunca, nunca, nunca manipula emocionalmente, sino que muestra los hechos y a sus protagonistas, reales y de ficción, en toda su intensidad y crudeza, tal y como sucedieron, tal y como los vivieron.

Una realizadora sabia y comprometida que reivindica la Memoria Histórica de una niña mártir, muy a su pesar, en nombre de tod@s sus miles de coetáne@s anónim@s igualmente aniquilad@s por un Estado genocida.

Es una de las elegidas para debatir, si los responsables de la librería así lo confirmaran y nos dieran luz verde, el MIÉRCOLES, 14 DE ENERO, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ. VÉANLA CUANTO ANTES.

Escuchen la voz de Hind, que a tod@s nos interpela, y NI SE LES OCURRA PERDÉRSELA.

Tertulia de cine Luis Casal Pereyra: MUY IMPORTANTE

Aunque desde Casa del Libro aún no nos han confirmado a Quique Colmena y a una servidora las fechas de las sesiones del próximo año, cuando lo hagan se publicará y difundirá, sí es MUY IMPORTANTE que sepan que, si por fin nos dan luz verde, UNA DE LAS PELÍCULAS ELEGIDAS PARA DEBATIR EL MIÉRCOLES, 14 DE ENERO, SE HA MODIFICADO.

Se trata de ‘Urchin’, que tenía previsto su estreno el 14 de noviembre, y se nos ha quedado inédita en Sevilla. Así que la hemos cambiado por una de las siguientes más votadas, que ya está en cartelera desde hoy. Se trata de ‘La Voz de Hind’, de la realizadora Kaouther Ben Hania. Una mirada de mujer devastadora e imprescindible, de la que muy pronto tendrán su crítica en el blog, que se proyecta en el cine Avenida. VÉANLA CUANTO ANTES.

Así que, SI NOS CONFIRMAN LA SESIÓN DEL 14 DE ENERO, A LAS 19.30, EN CASA DEL LIBRO VELÁZQUEZ, debatiríamos:

La coproducción entre Túnez y Francia, ‘La voz de Hind’, de Kaouther Ben Hania, ya en cartelera. VÉANLA CUANTO ANTES.

La coproducción entre Noruega, Francia, Dinamarca, Alemania y Reino Unido, ‘Valor Sentimental’, de Joachim Trier, que se estrena el 5 de diciembre. VÉANLA CUANTO ANTES.

Y la también coproducción entre Estados Unidos, Irlanda y Francia, ‘Father, Mother, Sister, Brother’, de Jim Jarmusch, que entra el 24 de diciembre. VÉANLA CUANTO ANTES.

En cuanto tengamos respuesta, en un sentido o en otro, de Casa del Libro, Quique Colmena y una servidora les informaremos puntualmente. Gracias por su comprensión. Mientras tanto, vean las películas cuanto antes, por favor.

Escrito queda.

No sólo cine, Sevilla #25N: Los gritos del silencio

En una tarde espléndida, bajo el sol de otoño primero y la media luna creciente después, una veintena de mujeres de la Plataforma Feminista Somos Ellas, cuyo principal objetivo es erradicar los feminicidios dándoles visibilidad, han recorrido en absoluto silencio durante dos horas el centro histórico sevillano, con túnicas, máscaras y pancartas con los nombres de las víctimas, oficiales y no oficiales, del terrorismo machista.

Nombres cuando se conocían o anónimas, edades, localidad, fecha y circunstancias de los asesinatos, con referencia a los terroristas que las ejecutaron fueran parejas, ex parejas, hijos, conocidos u otros parientes o relaciones.

La marcha, la larga marcha, partió desde la calle Ana Orantes – la valiente mujer que dio testimonio televisivo del infierno que sufrió a manos de su verdugo quien, 13 días después, la mató ferozmente quemándola viva, lo que provocó un cambio en el Código Penal – a quien rendimos homenaje colocando velas.

Luego seguimos atravesando calles y barrios, de dos en dos, de una en una, o en paradas puntuales como en Las Setas, hasta culminar en el monumento a Pastora Imperio, sito entre Velázquez y O’Donnell.

Durante la caminata, cosechamos un gran interés, imponiendo un respeto igualmente callado, pues nuestros pasos y sobre todo los nombres visibles de las que ya no están, eran grabados y fotografiados, con algún comentario machista extemporáneo y aislado.

Una vez en la estatua de la bailaora citada, esperamos el paso de la manifestación principal generando un enorme e impactante contraste entre los clamores y eslóganes del recorrido de esta y nuestra quietud, nuestras voces mudas y desgarradas, por quienes perdieron sus vidas a manos de los decían amarlas.

Respetuoso, digno, intenso y clamoroso silencio, por ellas y por todas las que están sufriendo la violencia patriarcal y estructural del maltrato en todas sus variantes, del peligro del corredor de la muerte, de las agresiones sexuales, del tráfico, de las mafias, de los puteros… frente a un Estado cómplice que no las protege, aunque le vaya en el sueldo.

Gracias a las hermosas, bravas, valientes, generosas, trabajadoras, comprometidas mujeres de Somos Ellas por otra manifestación memorable. Por ellas, por nosotras, por todas. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

«Siempre es invierno»: El frío del desamor…

«Sin amor, siempre es invierno», cita la protagonista de esta historia. Una historia, que se desarrolla, mes a mes, en un año, habitada por la nostalgia y por la tristeza, de la que el humor y la ironía no están excluídos.

La historia de un persistente friolero a causa del desamor, o lo que es lo mismo, la de un arquitecto paisajista que está en horas bajas laborales a las que se le suman las emocionales, ya que su pareja, que le ayudaba mucho en sus proyectos, le comunica el fin de su relación por un ex, cantautor por más señas, durante un viaje a Bélgica para intervenir en un concurso de su especialidad…

…Es una historia agridulce, lúcida y compleja. Es una historia en la que no hay culpables, la sabiduría del realizador lo deja claro. Aunque sea una historia en la que, como ocurre en todas las rupturas y más aún si son unidireccionales, hay alguien que sufre más.

Es una historia en la que el varón doliente concentra su agresividad, si bien muy contenida, en el varón rival y nunca en la mujer. Pero es mucho más que esto: es una historia donde lo laboral, la debacle de la falta de proyectos, del desánimo y la apatía consecuentes y las crisis estructural, económica y personal que conllevan, tienen un gran peso específico.

Es una historia en la que se describe cómo para sacar adelante un plan, debe contarse con una constructora. Es una historia en la que el protagonista y su socio deben asumir su desencanto y un poco de enojo, al comprobar que el ganador del concurso es también el favorito de la empresa. Y el que un maestro de la arquitectura, ídolo del personaje central, les depare una desagradable sorpresa…

Es una historia en la que un hombre edadista encuentra consuelo, ni poner fechas, ni nombre, ni proyectos de futuro, en una mujer mayor que él, inteligente y atractiva, que asume todas las consecuencias de tal vínculo en un final abierto en el que, por fin, incluso en pleno Fin de Año, este arquitecto triste deja de sentir frío…

Producción española, escrita y dirigida por el escritor, director, guionista y actor David Trueba – cosecha del 69, en cuya valiosa filmografía se pueden destacar títulos como ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’ (2013), ‘Saben aquell’ (2023) o ‘El hombre bueno’ (2024) – adaptando su propia novela «Blitz». Fechada en el año en curso, de 117 minutos de metraje.

Sus excelentes fotografía y música están a cargo de dos mujeres. Agnés Piqué Corbera y Maika Makovski, respectivamente. Su reparto es impecable, con especial mención al siempre magnífico David Verdaguer, muy bien secundado por Isabelle Renauld y Vito Sanz, junto a la siempre de agradecer pequeña aparición de Amaia Salamanca.

Una película con mucho y bueno que ofrecer. Una película de calidad y hondura. Aún en cartelera, no se la pierdan.

SEFF 2025: Las secuelas de «Claudio»…

Las borrascas, con toda su parafernalia de lluvias torrenciales, fuertes vientos e impactante aparato eléctrico, suelen ser muy cinematográficas y «dan» muy bien en la gran pantalla, siendo especialmente imprescindibles en el género de terror.

Pero cuando se va de camino a las salas de cine – sin saber conducir, ni, por tanto, vehículo propio, ni taxis disponibles por la altísima demanda, ni autobuses que no tarden, como mínimo, 15 minutos de media entre uno y otro – la cosa varía muy mucho.

Esta firmante – comprometida con sus deberes, y placeres, incluyendo el de darles cuenta a ustedes de lo visionado, del Festival, dentro de la selección que tiene disponible – llegó a la primera hora de ayer empapada a la proyección de la Sección Oficial, de cuya crítica se hizo eco en estas páginas.

La secuela, la de este «Claudio» que nos azota, le ha supuesto a quien esto firma sentirse bastante perjudicada física y mentalmente. Y con la que estaba cayendo cuando sonó la alarma de su móvil, desistió de ir, por todo lo descrito anteriormente sobre las dificultades que tiene para acceder al cine con los servicios públicos abarrotados, aunque luego el cielo se haya abierto…

Esta firmante intentará ir por la tarde, aunque los pronósticos metereológicos no sean muy halagüeños. Pero, por si acaso, sirvan estas líneas como disculpa y explicación. Gracias de antemano por su comprensión.

Escrito queda.

SEFF 2025, Sección Oficial. «Enzo»: Cantet por Campillo

En los títulos de crédito de esta notable «Enzo» puede leerse, traducido del francés : «Una película de Laurent Cantet realizada por Robin Campillo». Pues bien, Laurent Cantet (1961-2024) fue un prestigioso y muy comprometido guionista y cineasta francés, entre cuya extensa y estimable filmografía podríamos destacar ‘Recursos humanos’ (1999), ‘El empleo del tiempo’ (2001) o ‘La clase’ (2008).

Su colega, compatriota e íntimo amigo, el editor, guionista y director Robin Campillo, igualmente comprometido y cosecha del 62, en cuyo currículum figura un título tan a tener en cuenta como ‘120 pulsaciones por minuto’ (2017), tercera en su haber y la inmediatamente anterior a esta que nos ocupa.

Ambos han formado equipo, ya que el segundo ha trabajado muy a menudo como guionista y editor del primero. Antes de morir Cantet, ambos estaban trabajando en este proyecto pero, al ver que no podía finalizarlo al estar ya seriamente enfermo, le pidió a su amigo que lo hiciera por él.

Y a fe que Campillo ha cumplido con creces la voluntad de Cantet. «Enzo» tiene las señas de identidad fílmicas e ideológicas de Cantet, sin que el director de facto haya renunciado a las suyas. Esta simbiosis enriquece aún más a la historia de un chico de 16 años que, pese a y precisamente por, pertenecer a una familia de alto poder adquisitivo, desdeña el modus vivendi y las oportunidades que su estatus le ofrece para estudiar albañilería y trabajar como aprendiz en una obra.

Tal elección incomoda sobremanera a su progenitor quien, pese a su talante liberal, intenta desesperada e inútilmente convencer a su hijo de que retome sus estudios y priorice su talento para el dibujo, a lo que éste se niega obstinadamente. Y todo va a peor cuando se siente perdidamente atraído por un compañero…

¡¡¡Qué generosidad y qué fidelidad la de Robin Campillo ante el legado de Cantet!!!. Ha sabido darle su legítimo protagonismo en esta propuesta y hacerle el mejor de los homenajes. Ambas tan estimables miradas cinematográficas se funden aquí para dotar de complejidad a este relato de antagonismo de clase y del descubrimiento de su sexualidad y de su lugar en el mundo de un joven, casi un niño.

Campillo/Cantet, Cantet/Campillo, aciertan con el tratamiento narrativo de fondo y de forma, de puesta en escena y de enfoque. Nunca caen en la tentación maniqueista en su retrato de personajes, nunca. Nunca les juzgan, pese a no ser nunca equidistantes y saben desarrollar y concluir la narración de la mejor, probablemente de la única, manera posible.

Coproducción entre Francia, Bélgica e Italia, fechada en el año en curso, de 102 minutos de metraje. Su excelente fotografía, llena de contrastes entre la dureza de la obra y la hermosura de los paisajes en la que se desarrolla en la casa familiar, se debe a una mujer, Jeanne Lapoirie. El guion, de ambos, es solvente y sólido y entre su reparto, en estado de gracias, hay que destacar a Elodie Bouchez, Pierfrancesco Favino y el descubrimiento de Eloy Pohu.

Valiente y valiosa, contenida e intensa, sutil y a veces desgarrada, HÁGANSE EL REGALO DE NO PERDÉRSELA.

SEFF 2025, Sección Oficial. ‘Dreams (Sex Love): Otra Trilogía de Oslo

Como hiciera su compatriota y colega Joachim Trier, con ‘Reprise’ (2006), ‘Oslo, 31 de agosto’ (2011) y ‘La peor persona del mundo’ (2021), el bibliotecario, novelista, guionista y cineasta noruego Dag Johan Haugerud, cosecha del 64, ha abordado también su particular Trilogía de Oslo con ‘Sex’, ‘Love’ y ‘Dreams’, la que nos ocupa, todas rodadas el pasado año 2024.

Todas centradas en las interrelaciones de las personas en el tiempo presente de esta ciudad. Todas con una excelente acogida crítica y seleccionadas para participar en Festivales. ‘Dreams’ se ha hecho con el Oso de Oro de Berlín, la primera película noruega en ganarlo. Y muy merecidamente, además.

Su historia sigue a una estudiosa adolescente que siente un repentino e intenso flechazo por su nueva profesora de francés, paralelamente a la lectura de una novela que narra la relación entre una jovencita y un reputado escritor y que le hizo experimentar fantasías.

Con lo que no contaba es que se materializaran en su propio centro de estudios. A partir de ahí, como en los relatos más románticos, la chica – que en principio ni siquiera identifica el sentimiento amoroso en los anhelos, deseos y vívidas emociones que le provoca la docente – no puede vivir sin verla hasta que consigue hacerlo en su casa, las dos a solas, con el pretexto de que la enseñe a tejer.

La voz en off de la protagonista, de la que luego sabremos su contexto, va desgranando todo esto mientras el realizador la plasma muy bien, en una elegante puesta en escena, que desgrana esos sueños adolescentes. Su otrora vivaz personalidad se torna, antes de esos encuentros ya citados, en triste y apática preocupando a sus dos compañeras y amigas del alma e inquietando a su madre.

Queriendo atrapar esos momentos, la joven comienza a escribir un libro que da a leer primero a su abuela y luego a su progenitora. Y finalmente acuerdan que será esta última quien le dará el manuscrito a su objeto amoroso, con quien ya no tiene contacto y le preguntará posteriormente por sus impresiones al respecto.

Luego, al final cuando se descubra la persona destinataria de este relato en off, el destino jugará otra de sus piruetas. Pero lo importante son las sabias, lúcidas y hondas reflexiones, los brillantes diálogos, los incisivos análisis, las impresiones, las fantasías y las realidades que irá desencadenando tal pasión, junto a la lectura del texto. Y también las diferentes versiones, o quizás no tanto…, que provocará.

Producción noruega, fechada en 2024 como se ha citado anteriormente, de 110 minutos de metraje. El guion corre a cargo del director y dos mujeres firman sus excelentes fotografías y banda sonora. A saber, respectivamente, Cecilie Semec y Anna Berg. En cuanto al muy solvente reparto, destacar el talento y carisma de su protagonista Ella Overbye.

NO SE LA PIERDAN.

SEFF 2025, Sección Embrujo, ‘A balcony in Limoges’: Ce n’est pas ça…

El SEFF describe la Sección Embrujo como: «la que integra a las voces más audaces del cine europeo. Un espacio donde la originalidad y el riesgo creativo se convierten en brújula, señalando nuevos caminos y formas de mirar el mundo»

Pues bien, esta firmante no sintió tal embrujo… Pero, comenzando desde el principio, fue presentada como «una joya oculta», ante su director y guionista, el cineasta francés Jérome Reybaud, cosecha del 70. Ténganlo en cuenta, porque la impresión sobre ella de quien esto suscribe es personal e intransferible.

La historia remite al encuentro casual entre dos mujeres, que no se habían visto desde hacía décadas, ex compañeras de instituto. Una, enfermera con un hijo, lleva una vida muy convencional pero comprometida, a nivel caritativo, con diversas causas.

La otra, fuera del sistema, sin trabajo, ni subsidio, ni servicios públicos y sin más hogar que su viejo coche, trapichea con la suya a través de la ayuda de amistades, singularmente de un hombre enamorado de ella. Le apasiona la música y no tiene interés en cambiar, ni en ser ayudada.

Así que la primera se integra, de alguna manera, en el microcosmos de la segunda, hasta que toma conciencia de que se aprovecha de ella y de las circunstancias y corta toda comunicación. Pero cuando la segunda va a buscarla, todo se precipita de una forma tan inesperada como feroz…

Producción francesa, fechada en el año en curso, de 70 minutos de metraje. Lo mejor que tiene es su duración. Su factura cumple, con la fotografía de Nicolas Contant y con las excelentes interpretaciones de las dos actrices, Fabienne Babe y Anne-Lise Heimburger, así como del resto del reparto.

Quien esto firma, no conectó de ninguna manera, ni con el relato, ni con el tratamiento del realizador. Ni de fondo, ni de forma. La encontró gratuita, impostada, con una escritura muy deficiente y bastante misógina.

No es eso, no es eso. La pelota, en sus tejados.

SEFF 2025, Sección Rampa. ‘Comeback’: Viaje a Ibiza

El SEFF de Sevilla define a la Sección Rampa como «dedicada al talento emergente del cine europeo. Con esta selección, en la que habitan óperas primas y segundas obras, Rampa se consolida como laboratorio de cine futuro y de presente para descubrir a los creadores que están renovando el lenguaje del cine contemporáneo»

Creadores y creadoras, claro. Por cierto, que hay igualdad de miradas masculinas y de mujer aquí. Ocho de cada, de un total de 16 películas. La que nos ocupa, una ópera prima, está codirigida por dos hermanos belgas, Jan y Raf Roosens, guionistas, productores y directores de una serie de cortometrajes muy premiados.

La historia sigue a una niña de 14 años, hija de padres separados, que vive con su progenitor ya que la madre, dj y cantautora, se ha ido a Ibiza porque le han salido actuaciones allí. «Te fuiste para unas semanas y llevas cuatro meses», le espeta el padre, que también era dj y que lo dejó para trabajar de chef, seguir sobrio y conectar con su salud física y mental.

La chica encuentra la estabilidad, sin menoscabo de su autonomía, en la convivencia y el afecto paternos, pero añora y admira el magnetismo y el talento de su madre , descrita como escurridiza e inalcanzable. Con estos mimbres, se nos muestra una clara inversión de los estereotipos de género, ya que el cuidador presente – que, como se ha escrito, tiene su empleo – es la figura masculina y la ausente, quien prioriza su vocación y su carrera, es la femenina.

Todo ello dentro de la escena techno, cuyas percusiones y puesta en escena fascinan a la preadolescente quien, a su vez, experimenta con su propio teclado, ya que ha heredado los genes musicales familiares aunque de carácter sea más próxima a su padre. «Tienes lo mejor de los dos y eso está muy bien», le comenta su madre.

Tanto que acude a un concierto de su progenitora quien, evasiva como es, no contesta a sus mensajes, ni a sus llamadas. Tanto que vive algunas noches y conciertos desenfrenados, sin caer en determinadas tentaciones o apenas probándolas, con ella y con una compañera de música algo mayor por cuyas personalidad y entorno se siente muy atraída.

Tanto que le hace prometer que la llevará a Ibiza con ella, pese a las advertencias paternas. Porque, nobleza obliga, los realizadores no caen en la tentación de condenar a una progenitora de salud mental frágil, pero llena de creatividad, fuerza y energía, que se confiesa inútil para una existencia reglada por las normas y los compromisos, aunque adore a la chica.

Ésta, que también la comprende, no puede evitar enfadarse con ella e insiste en acompañarla a Ibiza a todo riesgo, hasta que el progenitor le descubra una verdad incómoda y… no se harán spoilers. Pese a los conflictos, y este es uno de los muchos valores de este relato fílmico, la familia se respeta, acepta las diferencias de las personalidades, con todas sus consecuencias, y se quiere.

Producción belga, fechada el año pasado, de 90 minutos de metraje. Bellamente fotografiada por Sanden Vandenbroucke y con una electrizante banda sonora de Jeroen De Pessemier. Destacar en su reparto a la cantante y actriz, inolvidable y premiada protagonista de ‘Alabama Monroe’, Veerle Baetens y al descubrimiento de Billie Vlegels, ambas con una enorme y magnética química, y que es su hija también en la vida real.

Una película lúcida, sabia, compleja, estimulante y muy madura para ser un debut cinematográfico, que no deberían perderse. Sus realizadores son, desde ya, dos cineastas a seguir.

SEFF 2025, Sección Oficial. «Dossier 137»: Matonismo e impunidad

La gran sala del Cervantes, llena a reventar, estalló en aplausos esta noche cuando aparecieron los créditos finales de esta película. No era para menos… Todos las aclamaciones le son debidas a este thriller y drama policíaco, que funciona con la precisión de un mecanismo de relojería, sin desdeñar la intensidad emocional.

El 8 de diciembre del 2018 arranca la historia cuando París arde en cólera, con tumultuosas y multitudinarias manifestaciones convocadas por los llamados chalecos amarillos, en defensa de lo público.

A una de ellas se suma un grupo familiar de provincias, que nunca han sido activistas, pero que se han movilizado en favor de sus derechos fundamentales tan amenazados y conculcados en sus precarias condiciones de vida.

Y miren por donde cuando el hijo menor y un amigo pensaban reunirse con los demás, de quienes se habían despistado, cinco policías de paisanos armados les interceptan y dos de ellos incrustan al primero una bala en el cerebro y luego, cuando ya está tendido en el suelo, otro le patea.

Comienza entonces una investigación de la Unidad de Asuntos Internos, de la que una mujer es responsable, aunque tenga a otras dos como jefas. Ella, una magnífica Léa Drucker, inicia una búsqueda exhaustiva para aclarar los hechos y hacer justicia, más aún cuando se entera de que la víctima – 20 años, 60 días en el hospital, con un traumatismo craneal gravísimo, que le ha dejado secuelas incapacitantes de por vida – es oriunda de su pueblo natal y que su madre ha trabajado para la suya.

Una investigación sólida y rigurosa la de ella y su equipo, que no da puntada sin hilo. Que pide documentos, partes de lesiones, que recorre todos los trámites burocráticos ad hoc, que llama, que solicita, que visiona cámaras, que se entrevista con la familia e incluso con el amigo que ha sido detenido quienes le corroboran la gratuidad y desproporcionalidad de la terrible agresión que pudo cobrarse una vida.

También interroga a los sospechosos, que niegan los hechos, excepto cuando les enseña un video, que consigue de una forma poco ortodoxa que no se revelará aquí, en el que les muestra perpetrando el matonismo policial. Y entonces les detiene.

Todo ello ante la hostilidad de sus compañer@s, de sus superiores, de su ex e incluso de la madre de la víctima, que desconfía que se le pueda hacer justicia. Mostrando al tiempo su lado más personal rescatando a un pequeño y precioso gato blanco, al que llama Yogur, atrapado en su aparcamiento y adoptándole y como madre de un chico al que le avergüenza que sus progenitores sean policías y miente sobre sus profesiones.

Revelando su integridad y compromiso con la justicia, hasta el límite de sus fuerzas, a toda costa y pagando un precio muy alto, porque todo un sistema apoya y alienta la impunidad del matonismo y la brutalidad policiales.

¡¡¡Y cómo lo filma, y cómo lo cuenta, y cómo lo retrata el guionista y cineasta franco-alemán Dominik Moll, cosecha del 62, con todo su talento, su solvencia, su solidez, su rigurosidad, su fuerza, su ética, sus principios, su compromiso con lo narrado, basado en una historia real, y su ritmo!!!

Producción francesa, fechada en el año en curso, de 115 minutos de tenso e intenso metraje. Muy bien fotografiada por Patrick Ghiringhelli y con una excelente banda sonora de Olivier Marguerit. Ya hemos destacado, entre un reparto en estado de gracia que sería muy largo enumerar, a su protagonista, qué hermoso personaje el suyo, Léa Drucker.

Hagan justicia y NO SE LA PIERDAN.