Esta coproducción franco-canadiense, fechada en 2011, dirigida por Jean-Marc Vallée – quien sedujo a la crítica internacional con su multipremiado filme C.R.A.Z.Y. – es un ejemplo de las peculiares ofertas que, como excepción, nos trae la desesperante y previsible cartelera veraniega. Como ‘Silencio de hielo’, glosada hace muy poco en el blog.
Se trata de cintas atípicas, que suelen llegar con cierto retraso, con vocación de estilo y minoritarias, proyectadas en vos, fuera de los circuitos amodorrados y aburridos en los que imperan, en general, las convenciones comercial y narrativa más recalcitrantes.
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