Sevilla Festival de Cine Europeo. Toma II. Parte 2: Decadencias

Entre la oferta cinematográfica de la tarde de esta segunda jornada del Festival comentaremos la coproducción anglo-franco-belga, integrada en la Sección Oficial, ‘Tres veces veinte años’ de la francesa Julie Gavras, hija del conocido y prestigioso realizador de origen griego, Costa Gavras. Se da la circunstancia de que, al haberse proyectado en un pase abierto y por la tarde, ha habido críticos que no han podido verla y cuyas reseñas no estarán actualizadas. Este tipo de cosas debería subsanarse en próximas ediciones.

Pero volviendo a la película que, por cierto, venía subtitulada al castellano. Algo indicativo de su pronto estreno en las salas de nuestro país. Volviendo a la película, describe las distintas formas de enfrentarse a la sesentena de un matrimonio, arquitecto conocido y reconocido él y antigua profesora y vitalmente algo perdida ella.

Pareja a la que encarnan con su encanto y talento habituales Isabella Rossellini y con desgana William Hurt. Tales formas contrapuestas de abordar la decadencia inevitable de la edad -«los estatutos del tiempo, con sus bochornos», a los que maldecía cantando la gran Violeta Parra- les lleva a un desencuentro que puede dar al traste con su relación. En torno a ellos se mueven sus tres hijos, la heterodoxa madre de ella, colegas, amistades, e incluso tentaciones por ambas partes.

Tiene un arranque divertido e ingenioso, pero el ritmo y el interés decaen muy pronto, aunque se deje ver bien y su factura sea correcta. Es tan terriblemente convencional y burguesa, aunque alardee de lo contrario, que desaprovecha lo que podía haber sido una mirada adulta, e incluso impía,  sobre la vejez y sus miserias en clave de comedia. No lo hace. Se limita a desgranar el clásico catálogo de tópicos y clichés.

Pero para decadencia de la peor especie la que exhibe la rusa, ‘Moscow, I love you’, incluída dentro del Nuevo Cine Ruso. ¡¡¡Nuevo!!!. Sin comentarios… Se trata de 18 cortos dirigidos por otr@s tant@s autores-as con el protagonismo de la ciudad y su paisanaje como hilo conductor, a la manera de su modelo ‘París, I love you’. Quienes la han perpetrado tienen, según explicaron en la presentación, entre 25 y 84 años. Lo que puede, bien mirado, explicar muchas cosas.

Entre ellas que cada skectch mejora al anterior, si ello es posible. Que esté mal rodada, peor fotografiada, pésimamente interpretada y que exhiba sin pudor una imposible selección – es un decir…- de historias y personajes a cual más grotesco y delirante. En fin…

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