‘Un metodo peligroso’: Elemental, Dr. Freud

El ciudadano canadiense David Cronenberg, de profesión cineasta y cronológicamente sexagenario, no deja a nadie indiferente con sus historias fílmicas, ni con su manera de abordarlas. Wikipedia le describe como interesado en el «horror corporal», en «los miedos humanos ante la transformación física y la infección». Pero también en los terrores psicológicos… Ha declarado que sus películas deberían ser vistas » desde el punto de vista de la enfermedad». Ahí están algunos títulos de su filmografía para suscribir tales asertos, ‘La mosca’, ‘Spider’, ‘Inseparables’… Y ahora, ‘Un método peligroso’.

Basada en una novela de John Kerr y en la obra teatral derivada de ella, de Christopher Hampton, quien también es firmante del guión, sigue las vicisitudes afectivas, eróticas, patológicas, intelectuales y creativas que ,en menor o mayor medida, afectaron a  Freud, Jung y Sabina Spielrein en los años previos a la I Guerra Mundial. En el caso de la esta última, además, fue la primera de su sexo en formar parte de una Asociación de Psicoanálisis e inspiró al médico vienés el concepto de la  pulsión destructiva, conocida luego como tánatos.

El realizador enfoca la historia de una forma respetuosa y contenida, sobria, casi académica, pese a sus muchas aristas oscuras y la relación tan perversa, en el sentido más freudiano del término, que se establece entre el transgresor Jung, magnífico Michael Fassbender, y la atormentada e inteligente Speilrein, excesiva y sobreactuada Keira Knigtley. Entre cada uno de ellos, a su vez, con un carismático Freud, excelente Viggo Mortensen, en su tercera colaboración con el director. Entre el mentor y el discípulo favorito, que salió rebelde… Entre la amante y el maestro. Entre las distintas maneras de enfocar la teoría y la praxis de una disciplina nueva y apasionante, que cambiaría para siempre la mirada de la especie humana sobre el mundo y sobre sí misma. Todo ello en una Europa en plena efervescencia intelectual y bajo la amenaza bélica.

Una película impecable e interesante, que hubiera debido ser más pasional e intensa. Más atormentada, como los desarreglos que describe, aún con la presencia y el personaje tan turbio y vidrioso de Otto Gross, estupendo Vincent Cassel. Más osada en lo emocional, aunque resulte apasionante en el contraste de ideas entre los dos protagonistas masculinos. Más justa con un personaje femenino excepcional, mal visto y peor encarnado. El encuentro entre Cronenberg y los principios del psicoanálisis debió ser arrebatador y se quedó corto pese a sus turbulencias carnales y su honestidad intelectual.

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