Archivo diario: diciembre 2, 2012

‘El capital’: Money, money…

El director, nacido en Grecia y afincado en Francia, Costa-Gavras, es bien conocido por su compromiso político en filmes como ‘Z’, ‘Missing’, ‘La confesión’, ‘Estado de sitio’, ‘La caja de música’ y un largo etcétera. Era inevitable, entonces, que la codicia financiera que ha provocado la crisis que padecemos, fuera objeto de su interés cinematográfico. De ahí, su última propuesta, ‘El capital‘, basada en la novela de Stéphane Osmond y en cuyo guión participa, como es habitual en él.

En sus 114 minutos de metraje se nos cuenta la historia de un hombre joven y tremendamente ambicioso, que accede, por enfermedad del titular, a la presidencia de un banco francés tan ‘apadrinado’ como amenazado en su expansión por otro norteamericano. Lo que empezó como una operación para convertirle en un hombre de paja o títere de quienes detentaban el poder en la sombra, se convierte, para sorpresa de éstos, en una suerte de mandato personalista y revulsivo que no conoce límites éticos, ni legales.

La avaricia desmedida, la insaciable sed de ganancias, la amoralidad más absoluta, el interés por encima de todo, el toque populista y demagógico, el arrasar con vidas y futuros por mor del propio beneficio, las operaciones de activos tóxicos, los despidos masivos y fulminantes, el todo vale y todo, y tod@s, pueden comprarse… Todo ello nos es descrito con la solvencia que caracteriza al cineasta, pero con un esquematismo didáctico algo simplista. Todo ello son realidades y hechos de esos delincuentes vips, sí, pero también lugares comunes y clichés que, sin la necesaria complejidad, se revelan como reduccionistas y previsibles.

No, la cinta no escapa al tópico, al retrato tosco y rudimentario de personajes – singularmente los femeninos, con una excepción – y ambientes. El fin de la denuncia no justifica el uso de unos medios, una puesta en escena y un tratamiento de la historia, nada sutiles y más bien primarios. Pero el reparto está impecable y creíble, pese a todo. Gad Elmaleh, Gabriel Byrne, Hippolyte Girardot, Natacha Régnier….  Pero, con todos estos lastres, te atrapa. Pero está recorrida por un humor salvaje y cínico. Pero odiamos a estos mercaderes sin alma tanto como él.