La Sevilla más digna, valiosa, valiente, imprescindible y animalista ha salido este mediodía a la calle para clamar contra la barbarie de las atroces torturas y agónicos asesinatos en serie de nobles y sintientes animales en la Plaza de la Infamia.
Y lo ha hecho pese a las previsiones, no cumplidas, de chubascos y al intenso sol de abril cayendo de pleno. Y lo ha hecho pese a la coincidencia, que restó asistencia, con las de la Marea Blanca por la Sanidad Pública y de la Plataforma por el Carril Bici Metropolitano.
Y lo ha hecho, convocada por PACMA, a quien se unieron otros colectivos y organizaciones, recorriendo el centro histórico más icónico y también taurino. Con una mariposa blanca sobrevolando todo el itinerario y las agujas góticas de la catedral dando fe.
Y lo ha hecho desde los Jardines de Murillo, la calle San Fernando, la Avenida y el Paseo Colón hasta la Maestranza de todos los horrores. Y lo ha hecho sin dejar ni un sólo instante de corear los eslóganes: Tauromaquia Abolición, Maltrato Animal/ Al Código Penal, Aquí Estamos/ Nosotr@s No Matamos, Cómo puede divertir/ Ver a un animal sufrir, Derechos Reales/ Para Los Animales, Esa Plaza/ La Vamos A Cerrar y tantos otros…
Y lo ha hecho guardando un minuto de silencio por los toros cuyas sangres serán derramadas todos estos días, esta misma tarde, sobre la arena. Y lo ha hecho mientras soportaba peinetas, insultos y pases toreros, pero también aplausos y toques de claxon.
Y lo ha hecho durante más de una hora, hasta culminar en el coso taurino. Y lo ha hecho con emocionantes hasta decir basta comunicados leídos y escritos por niñas cuyos llantos contra el maltrato animal nos traspasaron. Como el testimonio de un octogenario admirable y consecuente.
Y lo ha hecho recogiendo firmas contra la clasificación de esta atrocidad como Bien de Interés Cultural. Y lo ha hecho reclamando el voto animalista para la candidatura europea de PACMA, cuya representante prometió ahogar económicamente al lobby sanguinario y apartar a la infancia de esa tradición que es una aberración.
Una aberración que nos envilece como democracia, como sociedad y como país. ANIMALISMO O BARBARIE. TOROS SÍ, TOREROS NO. LA TORTURA NO ES ARTE, NI CULTURA. ESAS PLAZAS LAS VAMOS A CERRAR.
Gracias a quienes la habéis hecho posible. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
Sevilla Cinéfila 
Qué alegría que pongas esta entrada. No pude participar (tenía ciática), pero sí mi mujer. Hay que acabar de una vez con este anacronismo, con esta bestialidad disfrazada de cultura. Un abrazo.
Hola Félix, buenos días. Gracias por tu comentario. Cada año, si no hay imponderables, asisto a la manifestación antitaurina y dejo constancia en el blog. Sí, hay que acabar con esta barbarie. Deseo que te recuperes lo antes posible. Otro abrazo para ti.
Nosotros también. Muchas gracias, hay que seguir. Ojalá cada vez más manifestaciones y más voces contra esta penosa sinrazón. ¡Abrazo!
Fué muy emocionante y cada día creando más conciencia de la aberración en nombre del «arte». Como se pueden divertir viendo a un animal sufrir, ahogándose en su propia sangre tras una tortura atroz, y todo por el postureo y pasar el rato para la fotito, mientras reconocen que «esa parte no miramos porque no nos gusta» pero siguen colaborando con su presencia allí. Los extranjeros salen despavoridos de la visita al ruedo porque según refieren ,en sus países de origen no se sabe lo que ocurre allí dentro, que ellos creían que solo era ver un toro correr mientras les daban unos cuantos capotazos. Tenemos que acabar con esta barbarie y cada día somos más los que nos oponemos a que salga dinero de nuestros impuestos para subvencionar la tortura en nombre de la cultura.
Suscribo punto por punto, es una BARBARIE sin paliativos las atroces torturas, ya antes de salir a la plaza, y los agónicos asesinatos de nobles y sintientes animales. Con nuestros impuestos, además, en nombre de la cultura e integrada en el ministerio del ramo. Además de que, dado su IVA reducido, en este país sale más barato maltratar y asesinar toros que cuidar y curar a los animales. Seguimos en la lucha. Gracias miles.
Además, se basan en que el toro no sufre cuanto no deja de ser un mamífero más, como si torturas a un perro clavándole pinchos, con la única diferencia que el toro por su bravura, seguirá luchando y resistiéndose hasta que no le quede ni un hilo de vida. El otro argumento es que ha tenido una vida de lujo para morir en el ruedo con valentía, en ese caso ¿por qué le clavan las banderillas y pican desde el caballo? ¿para debilitar tanta bravura? ¿Entonces dónde está la «valentía» del torero? Es todo un negocio de unos cuantos señoritos ganaderos.
Así es. #TauromaquiaAbolicion #LaFiestaNacionalAlCodigoPenal #ConMisImpuestosNo #ConElSufrimientoYoNoMeDivierto #EsasPlazasLasVamosACerrar