Esta película francesa, basada en la novela homónima de Eliette Abécassis, y glosada publicitariamente como “la visión íntima de una maternidad sincera y sin tabúes”, está dirigida por Rémi Bezançon y escrita por él mismo y Vanessa Portal. Acaba de llegar a nuestras pantallas y es una comedia agridulce y presuntamente desmitificadora sobre el que, aún en este siglo, sigue siendo uno de los pilares sobre los que se asienta la identidad de las mujeres.
Una pareja joven y arrebatadoramente enamorada, ambos independientes y creativos. Ella está pendiente de un trabajo muy interesante si consigue terminar su tesis sobre ‘El otro en el Tractatus logico-philosophicus de Wittgenstein’. Y entonces, él le propone tener un hijo. Ella accede, no sin algunas dudas pero ilusionada, y lo que sigue no tiene nada que ver con lo que esperaba o le habían contado…
La mirada de dos mujeres, de una en el libro original y de la otra en la coautoría del guión, se combina aquí con la de un hombre tras la cámara, que ha adaptado libremente el texto original. El resultado es irregular y algo tramposo. Porque, si bien es cierto que cuestiona ciertos clichés convencionales sobre el embarazo y la maternidad con lucidez y humor, también lo es que les da la vuelta – y de ahí, la trampa – para volver al redil, un redil diferente, pero redil, al fín y al cabo.
Porque es una cinta de buena factura, bien contada e interpretada, que se pierde en disgresiones presuntamente críticas y, en el fondo, muy acomodaticias y complacientes. E incurre en su desarrollo en contradicciones de bulto, que invalidan sus anteriores presupuestos contestatarios, por así decirlo. Y ese final… Para ese viaje no hacían falta alforjas. ¡¡¡Mamma mía!!!