La guionista, música, directora de teatro y realizadora inglesa Sally Potter, cosecha del 49, Oficial de la Orden del Imperio Británico desde 2012 «por sus servicios al cine» – que tiene en su haber películas como ‘Orlando’, sobre la novela homónima de Virginia Woolf, o ‘La lección de tango’- aborda en ‘The party’ una historia minimalista, pero de muy largo alcance.
Una historia – rodada íntegramente en blanco y negro, de 71 minutos de metraje, con una excelente fotografía de Aleksei Rodionov, cuyo milimétrico guión ha sido escrito también por ella misma y que se desarrolla en un único espacio, pero en la que su agilidad y ritmo eluden el riesgo del teatro filmado – que sigue a una mujer, que convoca en su casa a sus amistades más íntimas, para celebrar un nombramiento que supone el culmen de su carrera. Pero nada ocurrirá de acuerdo a lo previsto…
Potter se sirve de sus personajes – la flamante ministra de Sanidad, su cónyuge, un intelectual e historiador que renunció a una cátedra en Yale por apoyarla en su carrera política; su más querida amiga y compañera de lucha, ahora cínica y descreída, pero siempre leal, y su excéntrico esposo alemán, coach espiritual; su colaboradora más próxima, una figura invisible pero crucial, su banquero y cocainómano marido presa de una debacle emocional y una pareja de lesbianas, profesora de Estudios de Género y cocinera respectivamente que esperan trillizos varones por fecundación asistida – para disparar impíamente sobre los grandes temas contemporáneos en clave de irresistible comedia negra.
Lo hace sirviéndose de giros inesperados y brillantes en la trama. Una trama cíclica que se inicia como concluye, excepto por una revelación clave. El relato es, por otra parte, pródigo en revelaciones y golpes de efecto que, pese a su aparente ligereza, conllevan una gran carga de profundidad.
El rol masculino de soporte que se ve cuestionado cuando la pareja triunfa; el intelectual enfrentado, en más de un sentido, al banquero; la política con sus glorias y miserias: la fe y la espiritualidad y la medicina alternativa puestas en solfa, pero útiles asideros en situaciones límites. Las diferentes formas de vivir y sentir el matrimonio, las relaciones, el feminismo y el lesbianismo… La mirada vitriólica de Sally Potter es tan impía, cínica y desternillante, sobre todo ello y sobre sus protagonistas, como eficaz.
Tiene, por si esto no fuera ya poco, un reparto tan atractivo y sólido como impecable. Kristin Scott Thomas, Bruno Ganz, Timothy Spall, Emily Mortimer, Cillian Murphy, Cherry Jones y especialmente una inconmensurable Patricia Clarkson.
Es una de las elegidas para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra del miércoles, 7 de marzo. VÉANLA SIN FALTA Y CUANTO ANTES.