Archivo diario: mayo 8, 2021

‘Yalda, la noche del perdón’: La pena capital como espectáculo

De acuerdo con Wikipedia, Yalda es una celebración milenaria de la cultura persa preislámica que coincide con la noche más larga del año y que dará paso, con el cambio de ciclo solar, a más horas diurnas. Aunque no sea una fiesta oficial en el Irán contemporáneo, las familias y amistades suelen reunirse festejando con ella simbólicamente el triunfo de la luz sobre la oscuridad comiendo granadas, sandías, nueces y frutos rojos.

En esta noche, y en el contexto de un aberrante reality show que convierte en espectáculo la salvación o la ejecución de una persona condenada a morir según la Sharia y la ley del Talión imperantes en el paí – que tiene, sin embargo, la posibilidad de redención si la familia de su víctima así lo decide, algo contemplado en la legislación y asumido por jueces y fiscales – sitúa el guionista, documentalista y realizador Massoud Bakhshi – cosecha del 72, cuya primera película, ‘A respectable family’ (2012), inédita en España, fue prohibida en Irán – este su segundo largometraje.

Este programa televisivo está basado en uno real, ‘Luna de miel’, que fue retirado ante el impacto de esta propuesta fílmica. Un subproducto infame y carente de ética, que convertía en espectáculo la pena capital, que jugaba con la vida o la muerte de un reo según las normas citadas anteriormente, que se erigía en juez al tener en sus manos el destino de alguien y hacía al público presente en el plató, y a l@s espectadores-as, cómplices de semejante podredumbre.

‘Yalda…’ discurre, prácticamente en tiempo real, en el estudio donde tiene lugar esta basura, donde la vida o la muerte de una joven de 22 años, Maryam, que ha matado accidentalmente a su marido, de 65, están en las manos de la hija de éste, Mona, que dará su veredicto final, mientras el presentador las entrevista a una y a otra, indagando en sus diferentes versiones sobre la tragedia e interviene también la madre de la condenada, al tiempo que se descubre un secreto familiar.

Al mismo tiempo, l@s espectadores-as van votando a favor o en contra de tal «indulto» – en el programa de referencia no lo hacían, pero se ha añadido para aumentar más si cabe su carga crítica – organízándose una colecta para cubrir la indemnización a la huérfana, el llamado «pago de sangre» que repara económicamente a los deudos de las víctimas. De hecho, la recaudación íntegra de esta película sirvió para salvar la vida a un hombre, que estaba en el corredor de la muerte desde los 14 años y ha salido en libertad a los 30 una vez pagada esta deuda, según cuenta el propio Bakhshi a la periodista Begoña Piña en una excelente entrevista publicada el pasado día 1 de este mes en Público. Sólo por eso, ‘Yalda’ sería digna de aplauso…

Pero además sabe retratar muy bien el sórdido microcosmos en el que se ambienta. Las tensiones, las intrigas, la tragedia de una chica cuyo destino, por imperativo de una ley indeseable, está en las manos de una hija poco dispuesta a perdonar y los intereses económicos en juego. Sabe retratar muy bien el clima enrarecido del estudio, la presión del tiempo, de la audiencia y del show que envilece y ensucia fines y medios, como si de una siniestra distopía, de una pieza de terror macabra y surrealista se tratara.

Cabe reprocharle, desde la opinión personal e intransferible de esta firmante, ciertos excesos y dispersiones que impiden esclarecer hechos y personajes secundarios claves para la comprensión de la historia. También que, tratándose de una teocracia ferozmente misógina, las protagonistas sean mujeres enfrentadas por el esposo y padre. Que prefiera, algo importante, mostrar a las profesionales del medio televisivo – el realizador ha declarado su complacencia por la mejora de la condición femenina en su país y su acceso a muchos estudios y profesiones que antes les estaban vedadas – aunque estén veladas y a las órdenes masculinas… Y que su crítica sea más demoledora en lo que respecta al programa y no tanto a la pena capital, al asesinato legal de Estado, imperante en su país.

Coproducción entre Irán, Francia, Alemania, Suiza y Luxemburgo, fechada en 2019, de 89 minutos de metraje. Muy bien fotografiada por Julian Atanasov, con una banda sonora, tan adecuada a lo narrado, que firman Dana Farzanehpour y Denis Séchaud y con un reparto muy entregado en el que destacar a la estupenda Sadaf Asgari y a la excelente y prestigiosa Behnaz Jafari.

El cine iraní añade otra trayectoria a seguir dentro de los grandes nombres, de las imprescindibles y llenas de talento miradas de mujer y masculinas que constituyen sus señas de identidad. Véanla.