Archivo mensual: junio 2021

‘Destello bravío’: (Sur)Realismo experimental

El catalán Lluis Miñarro, cosecha del 49, es un productor intrépido, solvente, singular y a contracorriente – además de director y guionista – que ha respaldado a talentos de este país, muchos de ellos nada convencionales, como Isabel Coixet, Marc Recha, José Luis Guerin o Albert Serra, entre otros. E incluso a Manoel de Oliveira en ‘Singularidades de una chica rubia’ (2009). No es pues de extrañar que haya hecho lo propio con esta única e inclasificable ópera prima de la directora, productora y guionista «extremeña nacida en Madrid» como ella misma se autodefine, Ainhoa Rodriguez, cosecha del 82 y Doctora Cum Laude en Comunicación Audiovisual sobre una tesis doctoral sobre «El concepto de realidad en el cine de Fellini».

Fellini asoma aquí. Tambíen Buñuel y Saura. Sin que resten, al contrario suman, autoría a esta propuesta rompedora de cualquier esquema narrativo en nuestra cinematografía y, al tiempo, aunque resulte paradójico, deudora también de los maestros citados y de muchas de sus, y de otras, imágenes y planos audaces que están muy presentes en nuestra memoria colectiva audiovisual de grandes clásicos pioneros.

Ambientada en la comarca extremeña Tierra de Barros, transitando entre el drama rural y el realismo mágico, entre la comedia, el documental y el fantástico, sin encorsetarse nunca en código alguno de estos géneros, sigue a varias mujeres de diversas circunstancias, pero con el denominador común de sentirse presas en un microcosmos rural en el que nunca pasa nada. De sentirse atrapadas en una forma de vida inane de la que ansían liberarse, aunque algunas ni siquiera son conscientes de tales pulsiones. Que esperan que el hechizo de ese destello bravío se haga presente y lo cambie todo…

Y la cineasta lo cuenta dislocando cualquier lógica narrativa, aunque su coherencia interna es obvia, con una puesta en escena habitada por grandes planos de profundidad de campo, fijos, lejanos, que apenas si se acercan a los personajes que nos resultan tan presentes como insertados en un paisaje servidos por un gran reparto no profesional. La España vaciada, de religiosidad fetichista, de tabernas de hombres, de vírgenes, cristos y santos, de sexualidad y autoerotismo ocultos, de exteriores de western de sequedad plomiza, de interiores pesados, claustrofóbicos y sombríos y calles apenas encendidas por pálidas farolas. De procesiones y comidas que comienzan formales y acaban libertinas. De…

98 minutos de metraje. Escrita por la propia cineasta. Muy bien fotografiada por Willy Jauregui. La excelente banda sonora, que se hace sentir cuando procede, la firman Paloma Peñarrubia y Alejandro Lévar. Destacar a su trío protagonista Guadalupe Gutiérrez, Carmen Valverde e Isabel María Mendoza. Premio Especial del Jurado y Mejor Montaje en Málaga, ha impactado en Festivales tan prestigiosos como el de Rotterdam. Fuente de esta ficha técnica, como de todas las publicadas en estas críticas: FilmAffinity.

Consulten sus horarios y sesiones. Abandonen sus zonas de confort, déjense llevar y que les rompan los esquemas y véanla. Pero háganlo ya, hoy o mañana, porque desaparece de la cartelera. Triste destino el de estas raras avis fílmicas, al menos en los cines sevillanos…

Escrito queda.

Nos están borrando… también en el cine

Para Nani Carvajal, periodista, feminista, amiga, responsable y alma mater de Mujeres del Sur, que me animó a escribirlo

¿Qué dirían o dirán, qué pensarían o pensarán, Julia Martínez, Marisa de Leza, Luisa Della Noce, Giulietta Masina, Jacqueline Sassard, Audrey Hepburn, Joanne Woodward, Pina Pellicer, Anne Bancroft, Lee Remick, Ava Gardner, Lilli Palmer, Evangelina Salazar, Serena Vergano, Monica Vitti, Stefania Sandrelli, Ludmila Tchoursina, Stéphane Audran, Graciela Borges, Mia Farrow, Glenda Jackson, Françoise Fabian, Sophia Loren, Gena Rowlands, Carol Burnett, Laura Betti, Mercedes Sampietro, Ángela Molina, Victoria Abril, Cipe Lincovsky, Liv Ullmann, Mirjana Jokovic, Margherita Buy, Deborra-Lee Furness, Noni Hazlehurts, Helen Jones, Fiona Press, Krystyna Janda, Niki Karimi, Ning Jing, Norma Aleandro, Julie Christie, Jeanne Balibar, Aitana Sánchez-Gijón, Carmen Maura, Pilar López de Ayala, Laia Marull, Connie Nielsen, Ana Geislerova, Nathalie Baye, Blanca Portillo, Tsilla Chelton, Melissa Leo, Nora Navas, María León, Katie Coseni, Macarena García, Marian Álvarez, Paprika Steen, Yordanka Ariosa, Fan Bingbing, Sofia Castiglione, Pia Tjelta, Nina Hoss e Ia Sukhitashvili…

… quienes desde 1953 hasta el año pasado, han sido reconocidas con el Premio Zulueta de Interpretación Femenina, que se llamó así hasta la edición de 1960, que, entre 1961 y 1989, pasó a denominarse Premio San Sebastián a la Mejor Interpretación Femenina y que, desde 1990, ya fue la Concha de Plata a la Mejor Actriz. Fuente: Wikipedia

¿Qué dirían, o dirán, qué pensarían, o pensarán, tan ilustres y eminentes galardonadas al saber que el actual director del Certamen, José Luis Rebordinos, siguiendo la estela de la Berlinale, declaró a la Cadena SER el pasado martes que: «se eliminará la distinción por sexo en los premios de interpretación, que ya no habrá un galardón al mejor actor y otro a la mejor actriz, sino que se entregará una Concha de Plata a la Mejor Interpretación Protagonista y otra a la Mejor Interpretación de Reparto» Y se hará así porque «el cambio obedece a la convicción de que el género, una construcción social y política, deja para nosotros de ser un criterio de distinción en la actuación. El criterio para el Jurado será el de distinguir entre malas y buenas actuaciones… son tiempos de cambio… seguimos con atención los debates que se producen en el interior del movimiento feminista sobre este y otros temas»

Pues no, no ha debido seguir con demasiada atención esos debates o, si lo ha hecho ha sido parcial y unidireccionalmente, feministas. Porque doctoras y maestras tiene el Movimiento históricas y contemporáneas que han teorizado, escrito libros, ensayos, firmado y hecho ponencias en jornadas, mesas redondas, conferencias y similares en el que distinguen con claridad meridiana el sexo del género. Y sí, el género es un constructo socio-político opresor pero el sexo es una realidad biológica incuestionable. #SexoNoEsGenero ha sido hoy trending topic y se ha gritado en todas las ciudades de este país, entre otros muchos eslóganes más.

Así las cosas, las actrices son mujeres y los actores, hombres. Así las cosas, con esta toma de postura, ellas siguen siendo aún más discriminadas bajo el disfraz de la inclusividad. Porque, en una cinematografía como la nuestra que está a años luz de la paridad y que es mayoritariamente masculina,… los papeles más numerosos e importantes, tanto protagonistas como secundarios, les corresponden a los intérpretes. Para ellos, pues, irán la mayoría de estos reconocimientos.

Esto ocurre cuando las profesionales de la industria, junto con sus asociaciones específicas, reivindicaban más personajes para las mujeres, cuando los Goya rozaban un porcentaje más que digno en este aspecto, cuando se tuiteaba y reclamaba #CineDeYConMujeres o #SinMujeresNoHayCine, cuando las miradas de mujeres retrataban y visibilizaban sus propias historias, cuando…

Nos están borrando también en el cine. Pero aún no se ha dicho la última palabra. Aquí estamos las feministas.

Escrito queda.

Sin Estado de Alarma, pero con series. HBO. Episodio 40, ‘En terapia’, cuarta temporada: La salud mental en los tiempos del virus

Para los antecedentes de esta producción audiovisual, o lo que es lo mismo, de sus tres temporadas anteriores y de sus fichas técnicas coincidentes, esta firmante les remite a la entrada de este blog cuyo enlace es:

Sin Estado de Alarma, pero con series. Episodio 39. ‘En terapia’, HBO, tres temporadas: Sesiones e implicaciones

En esta que nos ocupa, se han dado cambios radicales. De un protagonista blanco cultivado, complejo y algo escéptico, el excelente Gabriel Byrne como Paul Weston, que ejercía en Brooklyn, a una incisiva e intensa terapeuta afroamericana, Brooke Taylor – prodigiosa Uzo Aduba ( ‘Orange is the New Black’ ‘Mrs America’ ) – quien, procedente de Filadelfia, tiene consulta en Los Ángeles. De los primeros años del siglo XXI, a los tiempos del virus aunque esta firmante no recuerda haber visto una mascarilla en ninguno de sus capítulos. Pero la pandemia está muy presente, con sus devastadores daños colaterales en la salud emocional, aunque no en su fase más álgida y letal.

24 episodios de 25 minutos de duración – escritos y dirigidos por muy competentes hombres y mujeres, que sería largo enumerar y muy bien fotografiados por Steven Fierberg – en los que nos es dado contemplar las seis nada convencionales sesiones de tres personajes radicalmente distintos. A saber: Colin – magnífico John Benjamin Hickey – un alto ejecutivo blanco de éxito convertido en delincuente, cínico, misógino, misántropo y narcisista, que acaba de salir de prisión, y necesita este trámite aunque… Laia – sensible y magnética Quintessa Swindell – una adolescente de color brillante, de familia rica y con un futuro espléndido, lesbiana y pretendidamente adicta al sexo, que intenta desesperadamente huir de la cruel y controladora tiranía de su abuela y Eladio – notable Anthony Ramos – un chico hispano extremadamente sensible y empático, diagnosticado en principio como bipolar.

A todos estos se les añaden otros tantos episodios, centrados en la propia psicóloga, que arrastra los demonios de un duelo familiar, de un secreto de filiación, y de una adicción alcohólica para cuyo control tiene el respaldo de una generosa y comprometida madrina y amiga, la estupenda Liza Colón-Zayas, quien no le consiente trampas, ni autoengaños. Y la compañía afectiva, amorosa y entregada, aunque no necesariamente recomendable a efectos etílicos, de su pareja intermitente, Adam, un solvente Joel Kinnaman.

Ell@s y ella nos invitan a recorrer unos cara a cara o vía telefónica o telemática, insobornables, emotivos, furiosos, airados, reivindicativos, elusivos, culpables o autocomplacientes, en carne viva o tramposos de conclusiones bruscas u ordenadas, pero en el camino, algo retorcido y abrupto, de conocer algo más de sí mism@s y de sus objetivos vitales.

Ell@s y ella son criaturas imperfectas, dolientes, a la deriva – aunque la psicóloga lo de todo por sus pacientes, incluso en sus peores momentos, gracias a su muy cualificada formación analítica, tan diferente a la de su predecesor, al que se nombra y es un referente – pero también alguno insensible, susceptible y misántropo.

Algun@s de ell@s y ella se confrontan a flor de piel y nos hacen sentirnos en su piel, mayoritariamente negra, con todo lo que significa en un país como el que habitan. Ell@s y ella, l@s más privilegiad@s de su raza, habitan en barrios residenciales para sus iguales… Nos recuerdan que tant@s son asesinad@s en la flor de la edad, por sacar una pistola… de agua. Nos hacen sentirnos de la etnia privilegiada.

Ell@s y ella nos emocionan, nos afectan, nos exasperan y nos indignan. Vemos lo que no ven y nos hacen ver lo que no vemos. Ahí están con sus traumas, sus dolores, sus alegrías, sus rabias y sus duelos invitándonos a acompañarles. Háganlo, véanla. Merece la pena.

‘En un barrio de Nueva York’: América, América… latina

Como la acción de esta película se desarrolla en Washington Heights – de hecho, su titulo original es ‘In the Heights’ – hay que comenzar dejando constancia de que es un barrio situado en el condado de Orange en Nueva York, en el extremo norte de Manhattan y también al norte de Harlem. Bañado por el río Hudson, un porcentaje muy alto de su población es de origen latino y más del 74%, principalmente dominicano. Tanto es así que el barrio también es llamado Quisqueya Heights, en referencia a la isla de La Española e incluso al tramo que entronca con Broadway es conocido por su vecindario como Avenida Dominicana. Además del inglés, el español es su idioma predominante. Fuente: la imprescindible página de Wikipedia.

Uno de sus habitantes más populares es el compositor, letrista, actor, cantante, dramaturgo y productor Lin-Manuel Miranda, cosecha del 80, quien – junto a la escritora y dramaturga Quiara Alegría Hudes, cosecha del 77, escribieron la letra y la música el primero y el libreto la segunda del musical homónimo en el que está basada la película. Su fecha de estreno oficial fue el año 2008 y los premios, reconocimientos y nominaciones le llovieron llegando a ganar cuatro Tonys y a ser candidato al Premio Pulitzer del Drama. Fuente: Wikipedia.

Esta adaptación cinematográfica que nos ocupa es una producción estadounidense de 143 minutos de metraje, dirigida por el guionista, productor, coreógrafo y realizador Jon M. Chu, cosecha del 79, de cuya filmografía pueden destacarse otro musical, ‘Jem y los Hologramas’ (2015) y ‘Locamente millonarios'(2018), una comedia romántica diferente y muy premiada, la anterior a esta.

Su escritura cinematográfica corre a cargo de la ya citada autora del libreto, Quiara Alegría Hudes y su música, del compositor también citado Lin-Manuel Miranda – quien, además, interpreta el papel de Piragua en la película – con lo que su fidelidad a la obra original parece asegurada. En ella, se habla mucho nuestro común idioma. Su extraordinaria fotografía se debe a una mujer Alice Brooks y su reparto sabe, como es preceptivo, cantar, bailar y defender a sus personajes, algunos más lucidos que otros.

Destacar a la magnética Melissa Barrera como Vanessa, a la estupenda voz de Leslie Grace como Nina Rosario y a la ternura entrañable de Olga Merediz como la abuela Claudia, la abuela de tod@s. Además, claro, del protagonista Anthony Ramos. Fuente de esta ficha técnica, como de todas las demás entradas de este blog, es la imprescindible página FilmAffinity.

La historia, narrada por el personaje central en una playa idílica, a modo de flashback, sigue a algun@s de es@s habitantes del barrio, dominican@s, portorriqueñ@s, mexican@s, cuban@s… afincad@s allí – con sus sueños – «sueñitos», es la expresión literal del protagonista, que tiene un nombre tan peculiar como Usnavi cuya procedencia es un buen gag que no hay que desvelar – amores, desamores, relaciones familiares, e incluso estudios como en el caso de Nina Rosario, añoranzas de la patria, exilios y un largo etcétera. Siempre en clave narrativa musical.

Se ha escrito sobre ella – extractos de críticas de profesionales y medios que no se mencionarán por no alargar demasiado esta entrada, pero que pueden encontrar en FilmAffinity – que es «romántica y ardiente, exuberante y embriagadora, optimista, llena de vida, un cóctel musical tan delicioso como necesario, tiene todos los ingredientes para hacernos querer volver a cantar y a bailar, mágica y eufórica, espectáculo electrizante, tan embriagadora como el viejo Hollywood» y un largo y entusiasta etcétera, sin apenas excepciones. TÉNGANLO MUY EN CUENTA…

… Porque quien esto firma es una voz discrepante. Con matices, por supuesto. Comparte con est@s expert@s tan cualificad@s que tiene una espléndida factura, unos números musicales, algunos de ellos antológicos, vibrantes y líricos, filmados brillantemente en una puesta en escena grandiosa, vitalista, electrizante y entusiasta, que es un canto de amor – en palabras de su autor – a un barrio, a sus gentes y a su idiosincrasia tan particular y variopinta de nacionalidades diversas.

Pero… esta firmante la encontró demasiado autocomplaciente incluso en lo que se refiere a las señas de identidad latinas que retrata, bordeando peligrosamente los clichés. Muy especialmente en su visión tan sexista de unas mujeres hipersexualizadas. Le sorprendió para mal esa ausencia de conflictos y la nula interrelación con otras comunidades. También que los mentados «sueñitos», como el de ganar la lotería, sustituyan una crítica social y política más incisiva en un lugar en el que la pobreza y la falta de oportunidades abundan. Tan solo hay destellos tópicos, nada más. Y, desde luego, le pareció largo y alargado su metraje.

En cualquier caso, debe verse. Háganlo.

‘En cartelera’: Nueva York, la España vaciada y… Torreblanca

Aquí tienen el enlace de mi colaboración semanal sobre los estrenos de cada viernes en VivaSevilla. Una mirada crítica a las novedades de la cartelera:

https://vivasevilla.es/sevilla/979525/en-cartelera-bienvenidos-a-españa-con-torreblanca-como-escenario-de-la-accion/

Escrito queda. Consulten horarios y sesiones, respalden las medidas de seguridad y vayan al cine. #CineEnLasSalas #YoVoyAlCine #CineSeguro

‘Solo una vez’: En terapia… con el agresor

Para Laura, Conchi, Mari Carmen, Mari Cruz, Jordina, Paula, Pilar, María Soledad, Warda, Mohamed, Betty, Lucía, María Teresa, Katia, Nicoleta, Alia, Katherine, Rocío, Alicia, Elena, Anna, Olivia y muchas otras cuyos nombres no se han hecho públicos, asesinadas por el terrorismo machista en lo que va de año. Fuente: FEMINICIDIO. NET. Hermanas, nosotras no olvidamos.

En este marco, en el intolerable, insoportable e inadmisible marco de estos crímenes del terror machista, que ha arrebatado las vidas de mujeres de todas las edades, de dos niñas y un niño, ve esta firmante la película que nos ocupa. En este contexto, tan lacerante y doloroso, al día siguiente de una noche en la que la mejor gente de este país se concentró ante sus Ayuntamientos para clamar contra estas infamias, visiona ‘Solo una vez’.

O lo que es lo mismo, la ópera prima del productor, editor y realizador de tv y publicidad Guillermo Ríos Bordón, de 80 minutos de metraje, adaptando la obra teatral homónima de la autora, directora y escritora Marta Buchaca, cosecha del 79, quien ha escrito también su guión. Su excelente fotografía la firma Roberto Ríos y la banda sonora se nutre de temas conocidos que, a veces, se dejan oir a destiempo.

En su reparto, agradecer la vuelta al cine – tras cuatro años de ausencia – de la siempre magnífica Ariadna Gil y la revelación de los notables registros dramáticos de Álex García y Silvia Alonso, el trio protagonista, a quienes acompañan en roles más episódicos Mari Carmen Sánchez, Isa Montalbán y Javier Martos.

Su historia sigue a una pareja de escritor y editora quienes, tras siete años de relación. se enfrentan a una denuncia por agresiones ejercidas por el primero sobre la segunda. que pone el padre de la mujer y que ambos niegan. Esto hace que deban someterse a unas sesiones de terapia de pareja a cargo de una psicóloga de un servicio de atención a mujeres que sufren violencias machistas. Paralelamente, esta profesional es acosada por el ex marido de una de sus pacientes, quien acaba también por hacer lo propio con su hija adolescente.

Quien esto firma esperaba, y quería, que la película fuera un claro alegato contra estas matanzas en el fondo, aunque no necesariamente en las formas. Deseó la rabia en carne viva, demoledora e implacable, y… se encontró con la sutileza. Una sutileza de juego de miradas, de diálogos, de interacciones a dos de la pareja entre sí, de cada uno de ellos con la terapeuta y a tres. Una mirada diferente habitada también por unos desasosegantes clímax y catarsis.

Una sutileza en clave de thriller en la que las dinámicas van revelando el rostro de un agresor «atípico», de una víctima «atípica», aunque no haya tales conceptos, que niegan la mayor por razones de signo opuesto. Pero los hechos incontestables y el buen hacer profesional de la analista les pone frente a sus espejos. Sin equidistancia, porque no hay equidistancia posible en este horror.

El dominio, el poder, el control, los celos, la posesión en el varón;, el miedo, el bloqueo, la angustia paralizante, la culpa inducida, el maltrato psicológico y el físico, las renuncias, los síndromes postraumáticos en la mujer… son desvelados. Y no se dan solo una vez.

Una aproximación interesante, como se ha escrito, aunque insuficiente, lastrada por la subtrama del acoso que, aunque de lugar a una pirueta final sorprendente e ingeniosa, resulta forzada y artificiosa. Todo ello, junto a una conclusión demasiado abierta, efectista, aunque también oscura e inquietante, estaría en el saldo negativo.

Pero claro que debe verse. Háganlo también por las que ya no están.

Sin Estado de Alarma, pero con series. Episodio 39. ‘En terapia’, HBO, tres temporadas: Sesiones e implicaciones

A M. D. J. D-B, por estar siempre ahí y por sacarme de pozos que pensé insondables

Ahora que HBO acaba de estrenar la cuarta temporada – de la que esta firmante les rendirá cuentas cuando la vea – de esta más que interesante, notable y de visión obligada serie estadounidense, casi diez años después de emitirse la tercera, no está de más ponerles en antecedentes de lo que fueron las tres anteriores, especialmente la última. Lo que no implica que no puedan verse cada una de ellas independientemente.

Está inspirada en, o es remake de, la homónima israelí ‘BeTipul’, creada por Hagai Levi, Ori Sivan y Nir Bergman, que tuvo un éxito extraordinario entre la audiencia de su país. Constó de dos temporadas, emitidas en 2005 y 2008 respectivamente, de 80 episodios en total de 30 minutos cada uno. En ellos, como en esta que nos ocupa, se daba cuenta de las sesiones de terapia un psicólogo y algo más… Según la imprescindible FilmAffinity, de la que comparto estos datos, sus brillantes, y celebrados, diálogos se mantienen en la norteamericana. También se hizo una versión argentina.

Aquí es el prestigioso y excelente actor irlandés Gabriel Byrne el que se enfrenta a los demonios de sus pacientes – dos hombres y tres mujeres, una pareja entre ell@s en la primera; dos hombres y una mujer en la segunda y otr@s tant@s en la tercera, de diferentes edades, extracciones sociales, personalidades, profesiones y circunstancias – además de a los propios con dos colegas, Gina en las dos primeras y Adéle en la tercera. En la primera atiende en Maryland, mientras que en la segunda y la tercera, tras su divorcio, ha trasladado su consulta a Brooklyn.

Producción audiovisual, fechada entre 2008 y 2010, compuesta entre sus tres ediciones de 106 capítulos en total, de una duración aproximada de 30 minutos cada uno. Adaptada por el conocido realizador Rodrigo García, junto a los ya citados creadores de la original, quienes también son responsables de los guiones. Su sugerente y hermosa fotografía la firman Derick V, Underschultz, Mauricio Rubinstein, Patrick Cady, Fred Murphy, Xavier Pérez Grobet y Steve Mathis.

La banda sonora corre a cargo de Richard Marvin sobre el espléndido tema original de Avi Belleli. En la dirección están nombres propios como el mencionado Rodrigo García, Jim McKay, Paris Barclay y Melanie Mayron. Y, junto al protagonista, destacar de su impecable reparto coral a Dianne Weist, Debra Winger, Blair Underwood, Melissa George, Mia Wasikowska o Embeth Davidtz. Le han llovido reconocimientos, nominaciones y premios tales como los Emmy y Globos de Oro. Le son debidos.

Dentro de los temas tratados están, muy esquemáticamente descritos en esta entrada, los problemas familiares, las pulsiones autodestructivas, los duelos por personas queridas desaparecidas o en trance de desaparecer, los conflictos de pareja, los de orientación sexual, con las raíces, señas de identidad o filiación biológicas, con el exilio y la adaptación a un modo de vida y creencias radicalmente diferentes, la rigidez, la culpa, la gestión de la agresividad, la baja autoestima, la percepción del propio cuerpo, la soledad, las interacciones con los demás, las falsas creencias, las fobias… entre tantos otros. Además, por supuesto, de las transferencias y contratransferencias inherentes a este tipo de relación terapeútica.

Una relación muy especial, tan íntima y personal como unilateral, muy bien reflejada. Personas que se abren en canal, que se resisten, que confiesan, que se enfadan, que se inhiben, que expresan sus emociones, temores o sufrimientos, que gritan, se enfadan, lloran o se rompen en un espacio seguro, en el que todas sus confidencias serán respetadas, y ante un experto muy cualificado y heterodoxo que es cualquier cosa menos indiferente sino que, a su vez, se siente afectado por las historias y por los sentimientos que vehiculan en ellas, aunque…

…Aunque aquí entramos en el terreno de la ficción, claro, y en aras del dinamismo del relato. Porque, si bien hay muchos tipos de terapia, l@s analistas deben mantenerse en una actitud lo más neutral y objetiva posible para que su ayuda sea más eficaz. Esta serie tiene la cualidad de aproximarnos, mediante lúcidos análisis plasmados, como se ha escrito anteriormente, en agudos y brillantes diálogos, a la realidad del tratamiento combinándola sabiamente con las circunstancias personales del psicólogo con destellos de sus relaciones de pareja, ex pareja, pareja de la ex pareja, hija e hijo e incluso extraprofesionales con sus pacientes. Con sus propias sesiones con dos mujeres que le enfrentan, especialmente la segunda, consigo mismo, sin trampas. Hasta esa conclusión tan coherente.

Escrito queda. Vamos a por la cuarta…

Estén en terapia o no, déjense interpelar por ella y VÉANLA EN HBO. No se la pierdan.

En cartelera: Cuatro estrenos, homenajes y reposiciones…

Aquí les dejo el enlace a mi colaboración semanal en Viva Sevilla. Una mirada crítica a las novedades de la cartelera de hoy.

https://vivasevilla.es/sevilla/977822/al-cine-la-casa-del-caracol-solo-una-vez-y-human-life-entre-los-estrenos/

Escrito queda. #VayanAlCine #CineEnLasSalas #CineSeguro

‘Gunda’: Criaturas sintientes

Permitan a quien esto firma alterar los tiempos y comenzar por el final: Este documental tan valioso, tan espléndido, tan conmovedor, tan complejo, tan a ras de tierra y al tiempo tan elaborado, tan sensible, tan empático, tan triste… no retrata a la cerda Gunda y sus bebés, los grandes protagonistas, a gallos y gallinas y a vacas, a imagen y semejanza de la especie llamada humana. No, no lo hace. Antes al contrario, les muestra tal como son en contextos tan opuestos como granjas y santuarios de Noruega, España y Estados Unidos, según rezan los títulos de crédito finales. En blanco y negro, tomándose su tiempo y en silencio.

Pero, no obstante, su mirada animalista, lúcida y respetuosa sí nos permite reconocernos en ell@s. Nos permite reconocerles, sin sentirnos superiores ni modelos o referentes, como nuestr@s compañer@s de planeta, aunque, ay, no les tratemos como a tales. Nos muestra, con el más delicado de los respetos como no podría ser de otra manera, cómo respiran, cómo salen de sus contenedores, a veces tan pequeños…, cómo disfrutan del aire y del sol, cómo disfrutan del hecho milagroso de vivir, de su derecho a la vida.

Cómo pisan la tierra, cuidadosa y prudentemente como gallos y gallinas y a saltos de incontenible alegría como las vacas. Nos muestra sus lenguajes, sus expresiones, sus vínculos mutuos, sus caricias, sus amistades. Nos muestra, sobre todas las cosas, el proceso de crecimiento de la casi docena de preciosos bebés del personaje central que da título a la película, la cerda Gunda, bajo el amoroso cuidado de su madre.

Encerrada en un hábitat pequeño para sus grandes dimensiones, ella se las arregla, no obstante, para alimentarles, cuidar sus juegos, vigilar a un@ con problemas de cojera, bañarles con ese barro tan saludable e imprescindible para sus cuerpos, enseñarles a ser independientes, besarles, jugar con ellos y llenarles de amor. El documental nos muestra a estas hermosas criaturas creciendo ante nuestros ojos, siendo todavía muy pequeños, pero luciendo a cada plano, en cada elipsis, con más salud, alegría, energía y fuerza. ADORABLES HASTA DECIR BASTA…

… HASTA QUE LA PRESENCIA LLAMADA HUMANA, que nunca es visible, utiliza un tractor con trampa para llevárselos ya sabemos con qué fin, con qué fines. Y el dolor de esa madre se hace sentir, nos traspasa y desgarra, durante 10 minutos necesarios y sobrecogedores, llamándoles, buscándoles, oyendo impotente sus gritos y lamentos, dentro y fuera, en los alrededores, sin comprender nada, ROTA. Y nos rompemos con ella.

Coproducción entre Noruega y Estados Unidos, fechada en 2020, de 99 minutos de metraje. Producida por el excelente actor y activista por los derechos de todas las especies no humanas, Joaquin Phoenix. Filmada y escrita, junto a Ainara Vera por el guionista, ayudante de cámara, editor y documentalista ruso Viktor Kossakovski, cosecha del 61, que tiene en su haber 11 títulos en su filmografía, de los que ‘Aquarela’ (2018) es el más conocido y premios muy importantes en Festivales como los de Amsterdam, Karlovy Vary y Edimburgo. Fotografiada con excelencia por él mismo, junto a Egil Haskjold Larsen.

«No hay sangre, ni violencia, solo animales mostrando sus sentimientos en estado puro… Hay que dejar de comerlos e iniciar la revolución de la empatía», ha declarado su responsable. Parece que muchas personas al verlo han decidido seguir ese camino haciéndose veganas. Ojalá que hicieran lo propio algun@s de quienes lean estas líneas…

En Sevilla, el Avenida solo la proyectó ayer en un único pase a las 19.30. Merecía muchos más. Pero, no obstante, estará disponible en la plataforma Filmin cuando termine su exhibición en los cines.

Miren a los ojos a estas hermosas criaturas sintientes, sientan sus alegrías, sus juegos, sus sufrimientos, su duelos, su orfandades… Perciban cómo les interpelan. Pónganse de su parte, véanla y actúen en consecuencia

‘Hijos del Sol’: La quimera del (tes)oro

De entre la impresionante nómina de cineastas iraníes – una nómina de gente valiente y con talento que han sido censurad@s, represaliad@s, prohibid@s, prisioner@s a l@s que no se les ha permitido salir del país ni siquiera para recoger premios internacionales – de la que la imprescindible Wikipedia recoge en un listado de la A a la Z cerca de cincuenta, destacamos los nombres – el orden de los factores no altera el producto… – de Ali Agassi, Asghar Farhadi, Abbas Kiarostami, Hana y Samira Makhmalbaf, Jafar Panahi, Marzieh Mehskini, entre un largo etcétera.

En ella se integra, con todo merecimiento, el productor, guionista y director de la película que nos ocupa, Majid Majidi, cosecha del 59, en cuya filmografía encontramos varias historias con menores de protagonistas tales como ‘Niños del paraíso¡ (1997), ‘El color del paraíso’ (1999) o ‘Beyond the clouds’ (2017), rodada en Bombay.

‘Hijos del Sol’ sigue a Ali, de 12 años – un prodigioso Roohollah Zamani – quien, con tres amigos más, malviven en las calles haciendo trabajos dudosamente legales, combinados con pequeños hurtos, para gentes sin escrúpulos y explotadora. El jefe de todo eso, les encarga la búsqueda de un tesoro oculto en el sótano de un colegio, la Escuela del Sol, institución que ayuda a niños varones en su misma situación y en la que deberán matricularse para conseguir su objetivo.

El director se sirve de esta historia, narrada con intensidad, ritmo, sensibilidad, dureza y convicción, para proponer una mirada crítica a la realidad de los niños marginados en su país. Varones, masculino plural, porque – aunque aparezca una intrépida amiga entre sus filas, inteligente, autónoma y decidida, aunque obligada a la vestidura impuesta a su sexo, mientras ellos tienen total libertad indumentaria – su papel es secundario. La odisea, tan agridulce, la protagonizan ellos.

Son los olvidados, carne de cañón, que descubren que la formación gratuita y solidaria que reciben es valiosa – de hecho, el único, el mejor tesoro – que reconocen sus talentos, que tienen, y sienten, el afecto y la complicidad con los profesores, especialmente con uno muy empático. Que son tratados allí, quizás por primera vez en sus vidas, con el respeto y la consideración que merecen. Que conocen a unos adultos igualmente varones, quizás por primera vez en sus vidas, que no les utilizan sino que les ayudan y enseñan.

Pero… la quimera del (tes)oro es más fuerte en el protagonista que lo vive en principio como una aventura – bajo presión de sus «jefes», pero aventura al fin – para irse ensombreciendo progresivamente hasta el final… que no debe desvelarse, bajo ningún concepto.

Producción iraní, fechada en 2020, de 99 minutos de metraje. Su guion lo firma también el propio director junto a Nima Javidi. La fotografía muy bien Houman Behmanesh y su banda sonora igualmente notable es de Ramin Kousha. Fue premiada en Venecia, todos los reconocimientos le son debidos, al Mejor Actor Revelación.

Aún se proyecta en el Avenida, al menos hasta pasado mañana jueves, 3 de junio. Ni se les ocurra perdérsela.