La realizadora sueca Gabriela Pichler se hizo con el Premio del Público de la Semana de la Crítica de Venecia con esta su ópera prima. Una película que habla, a través de la historia de una vitalista y enérgica chica, trabajadora en una fábrica de empaquetado de verduras, sobre la crisis que golpea también a países considerados ejemplares en sus servicios públicos y prestaciones sociales. Como Suecia, en este caso.
Así, cuando en la fábrica en la que trabaja el personaje central se plantean despidos, ella será una de las afectadas pese a ser una trabajadora muy rápida y eficiente. Pero su religión musulmana, aunque no la vive de manera ortodoxa, pone al descubierto también la profunda xenofobia que se esconde tras estas fachadas democráticas ‘impecables’.
Xenofobia que también afecta a la población extranjera, pues el padre de la protagonista, descrito como un hombre encantador, se encara con un negro, que ha estado a punto de atropellar accidentalmente a su hija, insultándole como extranjero. Por lo demás, la relación paterno-filial es descrita con mucha ternura y ausente de tópicos y roles tradicionales. El progenitor,, en este caso y por su lesión de espalda, hace el trabajo doméstico, mientras la joven trabaja y no hay más que afecto y solidaridad entre ellos.
Pichler señala asímismo las contradicciones de un sistema que despide sin oposición, o casi, sindical y con un respaldo psicológico de los servicios sociales de cara a mejorar la autoestima de l@s parad@s… No deja de ser irónico tal cuidado con el futuro incierto y desdichado que les espera. Como dice una de las afectadas de la fábrica, frase que da título al filme:» Comer, dormir, morir…¿a eso se reduce la vida?»
Por lo demás, esta amargura y desesperanza subyace bajo un tono vitalista y enérgico al que todo el reparto contribuye poderosamente. Las relaciones familiares, amistosas, interpersonales y laborales están muy bien tratadas y la protagonista no es, en absoluto, ni física, ni a nivel de personalidad una joven al uso. En resumen, una película estimable.