Archivo mensual: mayo 2013

‘La venganza del hombre muerto’: Vendetta ma non troppo…

El danés Niels Arden Oplev, quien firmara la versión sueca de la primera entrega de la trilogía de Millenium, debuta en el cine norteamericano con este thriller, de 118 minutos de metraje y cuyo guión se debe a J. H. Wyman, sobre un hombre a sueldo de un peligroso criminal y una misteriosa mujer francesa que vive frente por frente y que, como él, oculta un oscuro secreto. Pronto, su atracción correrá pareja a la pulsión de rendir cuentas con sus pasados.

Como ya ocurriera en ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’, el pulso narrativo del realizador se revela insuficiente para el material supuestamente inflamable que tiene entre las manos. Sobre todo, en aquel caso. En el que nos ocupa, además, la escritura cinematográfica deja mucho que desear. Porque hace aguas por todas partes. Porque incurre en flagrantes contradicciones que insultan la inteligencia. Porque no tiene el aliento necesario, ni la intensidad requerida. Porque resulta indigesta y, a la postre, ineficaz la mezcla entre drama, thriller e historia de amor entre dos víctimas.

Porque su puesta en escena se escora hacia el efectismo en perjuicio de la propia inteligibilidad de la trama. Porque resulta pretenciosa su voluntad de ir más allá, con tan cortos vuelos. Porque podría haber sido una digna y sólida película de género sobre dos personas heridas y con una determinación inquebrantable de venganza. Porque no sabe manejarse bien entre la acción espectacular y el intimismo. Porque el personaje de Isabelle Huppert roza la entelequia. Porque, pese a mostrar a un Colin Farrell más convincente de lo que suele, aún le faltan muchos registros y matices interpretativos. Porque Armand Assante es un villano de guardarropía, previsible hasta decir basta.

Porque ni siquiera Noomi Rapace, Terrence Howard, Dominic Cooper o F. Murray Abraham salvan la función…

¡¡¡Que vienen, que vienen!!! Toma I: Grandes esperanzas

 El consolatrix aflictorum de la cinefilia sevillana, el Avenida, vuelve por sus fueros, tras unas semanas languidecientes, y este viernes ha estrenado tres películas, tres, de las que iremos dando cumplida cuenta en este espacio. El hall estaba lleno a rebosar, como en los mejores tiempos. Y es que cuando hay una buena oferta, suele haber, indefectiblemente, una muy buena respuesta de l@s espectadores-as.

Pero la estupenda noticia, una de las que ha alegrado el día a quien esto suscribe, es que vamos a recuperar algunas de las cintas que dimos por perdidas en el purgatorio del cine inédito. El proyector adecuado y una nueva distribuidora lo han hecho posible. Y entre los que muy pronto tendremos ocasión de degustar en sus versiones originales, están tres títulos del mayor interés. A saber, la francesa ‘El ejercicio del poder’, de Pierre Schöler. La británica ‘Weekend’, de Andrew Haigh. Y la turca ‘Erase una vez en Anatolia’, de Nuri Bilge Ceylan.

O lo que es lo mismo, el mejor cine político sobre un ministro cuyo cargo se ve cuestionado, y su equilibrio emocional comprometido, por un trágico accidente que afecta a su departamento. La crítica la ha tratado muy bien y ha destacado su inteligente análisis de los secretos, trampas y mentiras de la cosa pública. O lo que es lo mismo, el breve encuentro de dos hombres en el fin de semana del título, en un bar de ambiente. Dos adultos buscando el placer sin ataduras, que se ven inmersos, contra todo pronóstico, en un vínculo mucho más profundo. Las reseñas han destacado su exploración sensible, y no edulcorada, de la intimidad y el sentimiento amoroso. O lo que es lo mismo, una road movie negra, negrísima sobre dos policías y un asesino en busca del cadáver de la víctima de este último. Ha concitado amores y odios a partes iguales.

O lo que es lo mismo, Sevilla va camino de recobrar su dignidad cinematográfica perdida. Su mayoría de edad en cuanto a ofertas en las salas. Quienes amamos el cine, estamos de enhorabuena.

NOTA: El personal del Cine Avenida nos ha dejado este comentario:

Hola Carmen, te informo que tambien estrenaremos en el Cine Avenida las peliculas «TURISTAS» y «INCH’ALLAH» el 7 de Junio.
Y en los Arcos en Digital y VOS el documental «SEARCHING FOR SUGAR MAN».
Un saludo del personal del Cine Avenida.

En cartelera. Nueva colaboración con ‘Viva Sevilla’

Os dejo mi colaboración con Viva Sevilla de hoy viernes 24 de mayo, con las recomendaciones de la semana…

viva sevilla 24.05.13

‘Stoker’: Sed de mal

La del cineasta- productor, escritor y realizador – surcoreano, Park Chan-Wook, es una obra singular en la que se combinan un intenso lirismo con la más extrema y cruda violencia. Universalmente conocido y reconocido gracias a ‘Old Boy’, Gran Premio del Jurado en Cannes en 2003, y a su trilogía de la venganza,  esta su última propuesta es su primera incursión en el cine norteamericano. Con 100 minutos de metraje, el guión se debe al actor estadounidense Wentworth Miller (‘Prison Break’) y es un thriller de terror, por utilizar una referencia genérica para una película que desafía cualquier clasificación o convención narrativa.

La perturbadora historia se centra en una adolescente que ha perdido a su adorado padre y a su mejor amigo en un accidente de tráfico, lo que provoca que se encierre aún más en sí misma, al no entenderse con su inestable y errática madre. La única conexión con el exterior, fuera de la mansión donde ambas viven prácticamente enclaustradas, es el regalo que puntualmente le hace su tío paterno, Charlie y que esconde para que la sorpresa sea aún mayor. Cuando se inicia el relato, la protagonista inaugura los diecinueve y recibe su visita inesperada. A partir de ahí, nada volverá a ser igual, en una destructiva espiral que los envolverá sin vuelta atrás.

Narrada cíclicamente, el comienzo es el final, a partir del cual se va dando cuenta de los hechos que han llevado al desenlace. El personaje de la joven, una excelente Mia Wasikowska, es capaz de percepciones que escapan a los sentidos de la mayoría de la gente. Introvertida y pasiva, extremadamente inteligente, contempla con aprensión al recién llegado, tan próximo como ajeno, con el que se resiste a asumir sus semejanzas. La madre, en cambio, estupenda Nicole Kidman, no tardará en caer rendida a sus encantos. Y el  seductor caballero, impecable Matthew Goode, pronto mostrará su lado más inquietante.

Chan-Wook va graduando la información, moviendo a los protagonistas y manejando las situaciones como piezas en un siniestro tablero de ajedrez, hasta encajarlas todas. Con un dominio de la cámara, del ritmo, de la puesta en escena, del suspense, del clima y del climax, del terror, el psicológico especialmente, pero también del más físico e impactante, tan desasosegante como hipnótico. Tan brutal como sutil. Tan artero como magnético. Tan odioso como atrayente. Recorrida por una fina ironía, se nutre, siendo tan original al tiempo, de referencias cinéfilo-literarias muy emblemáticas. La familia Stoker, como Bram el creador de Drácula. ‘Teorema’, de Pasolini. El tío Charlie hitchcockiano de la maravillosa ‘La sombra de una duda’…

La luminosa Teresa Wright, en aquella obra maestra, era una joven ingenua subyugada por un Joseph Cotten inconmensurable. Pero Wasikowska aquí no lo es, aunque pueda parecerlo en un principio. Y la añorada figura paterna, Dermot Mulroney, es un cazador del que y con el que se familiariza con el asesinato, el dolor ajeno y la muerte. Nadie es inocente. Las destructivas pulsiones, no sólo las eróticas, se adueñan de la función y la sed de mal de estas criaturas nada celestiales es inagotable. Hay películas de las que no se sale indemne. Esta es una de ellas.

El cine que Sevilla no verá. Toma V: ¡¡¡ Indignaos!!!

La oferta cinematográfica de esta ciudad es, con las pocas excepciónes de los títulos de interés que se mantienen en ciertas salas, un triste botón de muestra de lo más previsible, ramplón, comercial y adocenado de los estrenos de la temporada. Y, por si tal cosa no fuera suficiente, en esta Sevilla de nuestros cinéfilos pesares, seguimos añadiendo más películas al limbo de las inéditas. Ya ni siquiera con la expectativa de poder recuperarlas con retraso. Con decir que dan como nueva entrada el paso de una cinta de un cine a otro…

Así que, de momento, no veremos dos filmes que, en principio, parecen interesantes. El francés, dirigido por Tony Gatlif, ‘¡Indignaos!’, basado en el libro del admirado, y recientemente desaparecido, Stéphane Hessel, que intervino asimismo en su guión. Se define como un «relato dramatizado de lo que está ocurriendo hoy en Europa. Una reconstrucción documental que penetra en la palpable y densa realidad de un continente envuelto en agudas convulsiones sociales, todo ello visto a través del movimiento del 15M, de la mirada de una joven africana ilegal que busca su redención en Europa y de hombres y mujeres que se enfrentan al sistema, nada más que para poder vivir dignamente sus vidas».

Y la holandesa ‘Kauboy’, de Boudewijn Koole, una ópera prima que representó a Holanda en los Oscars 2012, que describe el especial y muy estrecho vínculo que se crea entre un niño solitario e infeliz, marcado por la ausencia materna y la hostilidad paterna, y un grajo, al que adopta, su único consuelo, junto a la amistad de otra niña. Se la ha reseñado favorablemente y se han destacado su sensibilidad y ternura al abordar temas ingratos y universales, a modo de cuento. La animalista que esto escribe, lamenta especialmente esta ausencia…

En fin, parafraseando a Larra, concluímos que ver y escribir sobre cine en Sevilla es llorar. Indignante.

‘Ali’: Un lugar en el sol.

He aquí una película hecha en Sevilla, filmada en esta ciudad y en las playas de Cádiz, dirigida y coescrita por un hispalense, Paco R. Baños, y en cuya escritura ha participado el excelente guionista, también de estos lares, Rafael Cobos (‘Grupo 7’) . He aquí una película  en cuyo equipo técnico-artístico está una buena parte del talento andaluz. He aquí una película, sin embargo, que no incurre en ningún cliché al uso. He aquí una película que no está rodada en localizaciones obvias, tópicas o turísticas. He aquí una película que transcurre, por el contrario, en grandes superficies, como en la que trabajan algun@s protagonista, tanto comerciales, como urbanas, como naturales.   He aquí una película independiente, con muy poco presupuesto y mucho que decir, a la que merece la pena considerar.

He aquí una película que cuenta la historia de una madre y una hija muy particulares, centrándose en esta última, y en el entorno singular que las rodea. He aquí una película que da cuenta de vidas pequeñas, pero relevantes. He aquí una película que describe a una adolescente de barrio que no es choni, ni burda, ni cani, ni castiza, ni costumbrista… pero que no escapa a los malestares y contradicciones de su edad. He aquí una película que describe el miedo de una chica a repetir los desórdenes emocionales de su inestable progenitora, por quien siente unos incondicionales afecto y ternura y a quien cuida y vigila en una clara inversión de roles.

He aquí una película sobre una mujer madura y vulnerable, que no renuncia a amar y a ser feliz, a su manera. He aquí una película sobre un chico sensible y diferente profundamente enamorado de una joven, que solapa su afecto por él siendo cínica y borde. He aquí una película sobre un hombre adulto que ama a una mujer siempre en el filo. He aquí una película sobre caracteres masculinos respetuosos y tiernos. He aquí una película con caracteres femeninos fuertes y complejos, pese a sus contradicciones. He aquí una película de la que están ausentes las estridencias, la sal gruesa y las letras mayúsculas de la narrativa convencional. He aquí una película bien dialogada.

He aquí una película elegantemente realizada y con una solvente escritura. He aquí una película sutil y divertida, a la que acecha el drama entre líneas. He aquí una película muy bien interpretada. He aquí a Nadia de Santiago, que puede ser nuestra Ellen Page, incluso hasta físicamente. He aquí una película que en sus créditos hace constar que no se ha dañado a animales durante su rodaje. He aquí una película con sus imperfecciones y defectos, que va ganando altura al progresar su proyección. He aquí, en definitiva, una muestra de otro tipo de cine diferente y estimulante, que puede y debe hacerse desde este lugar en el sol.

Buenas noticias para el audiovisual andaluz: ‘El reto. Una huida hacia adelante’

Dejamos constancia del estreno de ‘El reto. Una huida hacia adelante’, una webserie andaluza cuyos autores son Julio Valverde y Jacobo Escamilla.

Éste es el tráiler de la serie:

Y su argumento:

Daniel se encuentra en un proceso de autodestrucción tras la muerte de su mujer y su hija. Sin embargo, el recuerdo de su esposa lo impulsa a proponerse un reto que marcará su destino. Recorrerá la costa andaluza en bicicleta y a pie, un proyecto que el mismo Valverde llevó a cabo. Ese viaje revelador de 1.100 kilómetros es el punto de partida de la serie y de su protagonista, que vivirá un sinfín de experiencias hasta encontrar un nuevo motivo por el que luchar. 

Buenas noticias para el cine andaluz: ‘Ali’

Nos hacemos eco en este blog del estreno mañana viernes 17 de mayo de ‘Ali’, la ópera prima de Paco R. Baños, que también es el coautor del guión junto a Rafael Cobos. Os dejamos el tráiler y la sinopsis:

SINOPSIS

Ali tiene dieciocho años. Tiene miedo a conducir y miedo a enamorarse. Ali trabaja en un supermercado. Para ella el supermercado es como el recreo del instituto, pero le pagan. Ali fuma constantemente. “Desconfía de todo lo que no puedes hacer mientras fumas”, dice Ali. Desde que Ali fuma, su madre ha tenido cinco novios y cinco depresiones. En las cinco le ha tocado hacer de madre de su madre. Por eso es como es, aunque no lo sepa. Ali está enamorada de Julio pero no quiere aceptarlo. Para ella es más fácil seguir viviendo en el país invulnerable de Ali que cruzar al país de Alicia.

‘La Palabra y la Imagen’. Toma VII: Promesas del Este, Promesas del Medio Oeste…

Basculando entre la República Democrática Alemana de los años ochenta y el Medio Oeste norteamericano contemporáneo, ha discurrido la, felizmente muy concurrida, séptima entrega de La Palabra y la Imagen. Ambos territorios espacio-temporales ejemplificados en las dos películas a debate, ‘Bárbara’, de Christian Petzold y ‘Tierra prometida’, de Gus Van Sant. Nuestro conductor etiqueta negra de hoy, nada menos que Juan Antonio Bermúdez quien, entre otros muchos méritos, es el vicepresidente de la Asociación de la Crítica Andaluza, o, literalmente, de las Escritoras y Escritores Cinematográfic@s de Andalucía, ASECAN.

La introducción del amigo y crítico invitado hizo honor a su currículum. Sencilla y compleja, fluida y documentada, erudita y amena, situó perfectamente ambas cintas, y a sus responsables, en sus contextos históricos, socio-políticos y estéticos. Lo que motivó, aún más si cabe, dado el nivel de l@s presentes, un coloquio  enriquecedor, contrastado y lleno de matices.

En el caso de la cinta germana, hubo, con alguna excepción muy argumentada, unanimidad en sus valores. Se destacaron, entre tantas aportaciones valiosas,  sus sonidos, el retrato lúcido y ajustado de un tiempo opresivo, las relaciones personales contaminadas por la situación política, los personajes principales y secundarios, con especial incidencia en la protagonista. Sus semejanzas y diferencias con ‘La vida de los otros’. El paisaje, el clima, las decisiones que no son libres, que no pueden serlo…, pero sí significativas, el final más cuestionado por demasiado explícito, aunque necesario. Los sistemas antagónicos e igualmente indeseables. El respiro de una cierta esperanza en su conclusión.

Gus Van Sant y su ‘Tierra prometida’ no convencieron demasiado, aunque dieran bastante juego y estimularan la discusión. Se le reprocharon su falta de mordiente crítico, sus tópicos, su excesiva comercialidad, su previsibilidad, sus personajes de una pieza, sus concesiones al romance y al cliché, sus esquemáticos retratos del paisaje y, sobre todo, del paisanaje rural, su algo forzado ‘happy end’. Pero también se reconocieron – sobre todo, por parte de quien esto firma, que se quedó en solitario defendiéndola… – sus complejidades, su certero retrato de las grandes corporaciones, el buen hacer de su reparto, sus matices, su solidez. Se la comparó al cine de Frank Capra, aunque no necesariamente para bien…

Y el martes, 11 de junio, más. Dos películas, actualmente en cartelera, son las elegidas para el debate. La controvertida y polémica, ‘La caza’ del realizador danés Thomas Vinterberg y la perversa e inquietante ‘Stoker’, de Park Chan-wook. Un brillante y prometedor broche a un curso inmejorable.

‘Díaz, no limpiéis esta sangre’: Crímenes de Estado.

El movimiento antiglobalización, constituido en el Foro Social, se dio cita en la ciudad de Génova, del 19 al 21 de julio de 2001, para protestar contra la Cumbre del G8. Estaba formado – son datos de Wikipedia – por 700 grupos y asociaciones de distinta inspiración y nacionalidades. Para alojar a quienes venían de otros países, y a medios de comunicación, se habilitaron centros públicos como la Escuela Díaz. El día anterior, viernes, 20, una patrulla policial había asesinado al joven Carlo Giuliani de un disparo a bocajarro, al lanzar éste un extintor al paso del vehículo. La respuesta fué una manifestación pacífica de centenares de miles de personas, el sábado 21, que denunciaron la salvaje represión que condujo al crimen. Esa misma noche, la Escuela es asaltada por las llamadas fuerzas del orden,  quienes se emplearon con una brutal violencia contra sus noventa y tres ocupantes, indefens@s y dormid@s, provocando una auténtica carnicería, con herid@s muy graves.

Son hechos recogidos en las hemerotecas, que constituyeron lo que Amnistía Internacional calificó como» la violación de los  derechos humanos más grave desde la II Guerra Mundial». Son hechos recogidos en esta película, coproducción entre Italia, Francia y Rumanía, fechada en 2012, de 112 minutos de metraje, realizada por Daniele Vicari, quien también firma el guión, junto a Laura Paolucci. Son hechos registrados por un cineasta valiente y comprometido, para la memoria histórica de las futuras generaciones. Son hechos acaecidos cuando Berlusconi presidía el Gobierno. Fueron hechos ordenados  por la cúpula de los poderes legislativo, ejecutivo, policial y judicial.

Vicari rueda casi documentalmente, utilizando imágenes de archivo. Pero también flash backs , que nos acercan, desde distintas ópticas y perspectivas, a las jornadas y horas anteriores a los terribles acontecimientos. Película coral, con apenas destellos de ficción, que sí describe a los dramatis personae del relato, aunque siempre en función de su lugar, posición y participación en los sucesos.

Su mirada fílmica reproduce una violencia extrema contra civiles desarmad@s sin que le tiemble el pulso, provocándonos un indecible malestar casi físico. Porque ahí están las porras, puños y patadas utilizadas contundente e indiscriminadamente contra gente indefensa, que dormía. Porque ahí están las torturas, vejaciones, manipulaciones de pruebas, engaños y mentiras. Porque ahí están las víctimas acusadas y detenidas como terroristas y sus agresores como justicieros.

Porque ahí están reflejadas las manifestaciones más inicuas del abuso de poder y la brutalidad de cierta gente uniformada. Porque también retrata y distingue a quienes, dentro de ese Cuerpo, se avergonzaron e intentaron evitar la salvaje barbarie. Porque ahí están la sangre derramada, el título responde a una pancarta que una horrorizada joven escribió tras contemplar la Escuela tras el desastre, los hematomas, las heridas, los traumatismos cráneo encefálicos, las pérdidas de piezas dentales, las perforaciones pulmonares y los daños cerebrales. Porque ahí están la tibias condenas, la absolución de la cadena de mando policial, la no consideración de la tortura como delito, la demoledora impunidad de los autores de la masacre.

Y luego dirán, está escrito, que estamos ante un producto esquemático, tendencioso, escorado, maniqueo… como si la mayoría de filmes comerciales carecieran de ideología y de mensajes propangandísticos más dañinos, por invisibles, por ser asumidos como el estado de cosas imperante. Ni caso. Es una lección de Historia que hay que ver, que sufrir, que recordar, que sentir, para que no se repita nunca más. Para hacerles a las víctimas, desheredadas del sistema, la justicia que los tribunales les negaron.