Multitudinaria, adorable y divertida la presentación, este mediodía, en la librería sevillana La Isla de Papel del libro, de ‘Lilu ya no está sola’ – con textos de la querida amiga, autora y librera Marina Alonso Espejo e ilustraciones de Manuela López García, en su alias de Señorita M, que nos habló desde la distancia, a través de un video, otra sorpresa inesperada – con el querido amigo, autor y editor Pepe Iglesias como maestro de ceremonias.
Y la presencia, como no podía ser de otra manera, de la estrella de todo eso, de la protagonista absoluta, la arrebatadora perra Lilu, nombre cambiado pues su compañera humana prefiere preservar el auténtico, en el que fue su debut en sociedad. Su comportamiento fue ejemplar y nos encandiló a tod@s, mayores y menores.
Ella estaba en un refugio, su vida había sido muy dura y para ambas, Marina y ella, fue un amor a primera vista. Pese a tener ya una gata y dos gatos en su hogar, y un compañero muy temeroso de la seguridad de los animales, esta joven mujer arriesgó y – tras pasar la exigente ITV de la adopción responsable – pudo integrar en su familia a Lilu, hace ya ocho años. Ella formó equipo con uno de los felinos, mientras los otros dos tenían otro tándem, aunque los cuatro se llevan muy bien.
En el texto, y en sus propias palabras, que esta firmante suscribe e en su totalidad, dice así: «Quien no ha compartido su vida con animales, no puede entenderlo. No puede entender el pellizco en el estómago cuando sales de casa y sabes que no podrás volver hasta tarde, la acumulación compulsiva de fotos en el móvil, la dulce calidez detrás de sus orejas.
En realidad, si lo piensas, no es tan difícil de entender: simboliza amor en su más pura esencia, el enamoramiento por excelencia, ese estado que te convierte en un tonto de remate y al mismo tiempo en la mejor versión de ti mismo»
Pues eso. Además se habló de escritores-as y sus compañer@s de vida no human@s. De la materia literaria que hay en eso que llamamos realidad, De lo agradecid@s que son l@s adoptad@s, de su enorme corazón. De la importancia de elegir para ello a animales adultos. De las ilustraciones, que fueron digitales, aunque simularan ser a lápiz. De la interpretación que la dibujante hizo de la autora y de su hogar y de todos sus habitantes, pues las dos son grandísimas amigas. De que puede que continúe esta saga con la historia, difícil pero de final feliz, de otro de sus gatos. De…
Una velada deliciosa y más que disfrutable. Gracias a La Isla de Papel, a Mr. Momo editores, a Pepe, a Manuela, a Marina y a Lilu. Y a todos los refugios y asociaciones que salvan y cambian tanto las vidas de las personas no humanas. Se repite otra vez: NO COMPREN, ADOPTEN. Se llevarán los mejores tesoros a casa.