La actriz de cine y teatro, guionista y cineasta francesa Jeanne Herry-_ cosecha del 78, hija, por cierto, de la exquisita Miou-Miou, que está en el reparto de ‘En buenas manos’ – ha comentado al diario Público – en una excelente entrevista fechada el pasado día 1 y firmada por Begoña Piña que quien esto firma no leyó hasta después de visionarla – algunos aspectos relevantes de esta su segunda película. Tan relevantes como coincidentes con las impresiones de esta firmante sobre ella y que se enumerarán ahora. A saber:
El foco de esta historia de un bebé, Theo, nacido de una joven estudiante que no quiere conservarlo y que se queda a cargo de los Servicios Sociales, está puesto en él, en ell@s, precisamente, en sus necesidades y no en las necesidades de l@s posibles adoptantes. Y aunque desde fuera estos podrían considerarse objetiva, convencional y materialmente idóneos, el equipo tiene muy en cuenta la interacción con la criatura, la comunicación con él-ella y la reacción de l@s niñ@s- bebés ante ell@s como prioridades.
Nunca había sido narrada en el cine la adopción desde tal punto de vista. En palabras de su firmante en el medio citado: «Una adopción es como un injerto. Se trata de dos vidas que deben vincularse».
Y ese vínculo se conseguirá a través del impecable trabajo de unas profesionales públicas más que valiosas y entregadas – educadoras, psicólogas, enfermeras, médicas, asistentas sociales… – todo un homenaje de la realizadora a estas mujeres tan cualificadas y generosas, que tienen como objetivo la elección de la persona idónea para el niño y no al revés.
Pero nunca se condena a la joven progenitora biológica, ni se la juzga. Todo lo contrario, se respeta su decisión. Aunque – esto tampoco se había narrado antes – se le da la oportunidad de explicarle al bebé, por vía epistolar e incluso personal, sus circunstancias y razones. A un bebé visto como una criatura sensible y receptiva a las interacciones verbales y no verbales que se tienen con él, tanto en lo positivo como en las carencias. En eso tampoco se había puesto nunca el acento y son perspectivas singulares e inéditas de tal proceso.
Como también la elección del padre de acogida, pagado por el Estado, un hombre con una masculinidad tan rotunda como tierna, que cuida mientras su mujer trabaja. Y la que resulta ser la persona idónea que rompe moldes al ser soltera – algo no permitido legalmente hasta hace poco tiempo – Alice, que ha sabido esperar una década para que ese encuentro fundamental tenga lugar y su vida, tras los pertinentes controles de idoneidad y de química con el niño, se vincule con la de Theo.
Esta historia coral la cuenta Jeanne Herry – quien también la escribe, en 107 minutos de metraje, muy bien fotografiada por Sofian El Fani, con una excelente partitura de Pascal Sangla y un excelente reparto en el que destacar a la citada Miou-Miou, a Sandrine Kiberlain, Elodie Bouchez, Clotilde Mollet, Olivia Cote y Gilles Lelouche – con delicadeza, una lucidez y una emoción muy púdicas y contenidas, que mantienen a raya la efusividad sentimental al uso, pero que logran tocar el corazón…
Es una de las elegidas para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra del próximo miércoles, 15 de mayo, a las 19.30, en Casa del Libro Viapol. VÉANLA.