En esta espléndida mañana sevillana, de primavera calurosa recién iniciado febrero… coincidiendo con el final de la temporada del «deporte» asesino, ha tenido lugar la novena manifestación contra el crimen legal cinegético organizada, en 39 ciudades, por la Plataforma Nacional No a la Caza. A ella se han sumado también diversos colectivos, asociaciones y partidos como AnimaNaturalis y PACMA.
Algo más de un centenar de personas humanas y no humanas – galg@s muy especialmente – hemos recorrido el centro histórico más hermoso y monumental desde el Prado de San Sebastián hasta la Plaza Nueva, pasando por la Avenida de la Constitución. En esta arteria principal y tan bella – a la que se asoman las puertas catedralicias con sus agujas góticas y la Giralda al fondo – hemos coincidido con otra, muy numerosa y festiva, en defensa de la Sanidad Pública.
Mientras esperábamos que pasara, les hemos aplaudido y jaleado : Animalistas/ con la Sanidad; La misma lucha/ el mismo sueño; Esta es/la mejor Sevilla; Sevilla unida/ jamás ;será vencida… Y hemos sido aplaudid@s y jalead@s por ell@s. Un momento especialmente vibrante, multitudinario y emotivo.
Antes y después seguimos coreando insistente e incansablemente nuestros lemas: No es deporte/ es asesinato; No es cultura; es tortura; Maltrato animal/ al Código Penal; Estos perros/ no quieren cazar; Con el sufrimiento/ yo no me divierto; Derechos ya/ para los animales; Caza es violencia; Caza es asesinato; Más empatía/ y menos cacería NO A LA CAZA…
Como colofón, delante del edificio que alberga el Ayuntamiento hispalense, se ha leido un manifiesto muy lúcido e inteligente en el que se proclamó que esta lucha implicaba también una oposición frontal al machismo y a la derecha más ultra por sus defensas cazadoras y taurinas, que pretenden integrar en los centros educativos. Que esta lucha va también de la mano con el mejor ecologismo y contra la contaminación de plomo del hábitat de sus víctimas.
Este combate lo vamos a ganar porque es un compromiso ético, valiente, consecuente, justo, valioso y solidario contra la obscena barbarie de la tortura y el asesinato de animales inocentes y de la devastación de sus hogares naturales.
Escrito queda.