Y volvimos… Rentrée de cine. ‘Mathias et Maxime’: Vacíos

 

Casi cuatro meses sin salas oscuras. Casi cuatro meses sin pantallas grandes. Casi cuatro meses sin rodajes, ni Festivales, ni proyectos. Casi cuatro meses sin practicar el enriquecedor uso social de coincidir ante las taquillas, en los vestíbulos, a la entrada y a la salida de las proyecciones. Casi cuatro meses sin saludar a ese personal único del local de referencia de la cinefilia sevillana.

Casi cuatro meses sin poder comentar, ni escribir, sobre lo visto. Casi cuatro meses y nosotr@s, los de entonces, ya no somos l@s mism@s, porque estamos enmascarad@s, obligatoriamente distantes y temeros@s. Casi cuatro meses de abstinencia y de añoranzas… que no pudieron contra el lado oscuro del maldito virus maldito. Porque, pese a todas las medidas higiénicas, hay miedo. Mucho miedo, lógico y racional. Y eso también se combate con normas rigurosas de seguridad y campañas de información exhaustivas al respecto por parte de las empresas exhibidoras.

Casi cuatro meses después y esta firmante – hipocondríaca hasta decir basta, que ha estado toda la cuarentena en confinamiento estricto y solitario de presencia humana y en cuya casa no ha entrado nadie salvo un informático para cambiar la torre de su ordenador… – se armó de valor y, de riguroso EPI con mascarilla y guantes, acudió ayer por la tarde al Avenida.Porque el calor había dado una tregua, y aunque no lo hubiera hecho…

…Porque recuperaba el comienzo de un fin de semana en el que planificar ofertas, sesiones y horarios. Porque de nuevo la palabra estreno retomaba todo su significado. Porque en los expositores lucían otra vez las novedades. Porque su compromiso era y es darles cuenta en este blog  de esa VUELTA A LOS CINES, que se esperaba con mayúsculas y se saldó con una mayúscula decepción.

Quien esto firma ingenuamente pensó que había que ir pronto, pues el aforo podría estar muy cubierto. Quien esto firma, esperó casi una hora a que abrieran puertas y taquillas. Quien esto firma, estaba preparada para las emociones del reencuentro con gente querida y conocida. Quien esto firma, deseaba sentir el ambiente, las colas, aunque fueran en tono menor, y la expectación de las temporadas altas. A cambio, y por contraste, solo sintió el vacío.

Vacío en todos los espacios. Cuatro personas en su proyección, a las 18.30, contándola a ella. Vacío a la salida, a las 20.30. La sala era un congelador, algo que debe controlarse, preparada para una ocupación que no tuvo. Ni tan siquiera la mínima, mínima, mínima requerida por las presentes circunstancias. Vacío en el corazón, por qué no escribirlo.

Posiblemente haya fallado la publicidad, la comunicación a la que se ha hecho antes referencia, junto a la imprescindible información sobre las medidas de seguridad tomadas, el hecho de que se confirmara la reapertura apenas dos días antes. Posiblemente. Pero también el compromiso de sus espectadores-as naturales que dieron ayer, esperemos que solo ayer…, la espalda a una rentrée que debió ser multitudinaria con todos los matices que impone esta época oscura.. A un espacio de cultura imprescindible, que tantas veces ha estado en la cuerda floja y que no nos podemos permitir perder.

Continuará… En la próxima entrada, se hablará de la película.

Escrito queda.

 

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s