Archivo mensual: mayo 2020

No sólo, pero también, cine: Si este blog fuera un diario personal…

Si este blog fuera un diario personal, esta entrada  serviría a esta firmante para rogarles a quienes tienen la generosidad y deferencia de seguirlo y leerlo que tengan paciencia. Si este blog fuera un diario personal, les pediría que entendieran que resulta complicado, en estas anómalas coordenadas espacio-temporales que habitamos porque no cabe otra, mantener publicaciones periódicas como antaño cada tres o cuatro días. Si este blog fuera un diario personal, les recordaría que – en estos tiempos oscuros y con el añadido de un confinamiento solitario de presencia humana – las emociones están a flor de piel y ello dificulta la necesaria concentración para escribir.

Si este blog fuera un diario personal, reiteraría que su relación con el cine es muy ambivalente, Que aún le duele acercarse a sus propuestas en plataformas, cadenas y canales en pantalla pequeña, habiendo perdido esa inmersión absoluta en historias, puestas en escena, estilos y lenguajes, entre tantas otras cosas, que proporcionan las salas oscuras. Que recuperaremos, sí, pero enmascarad@s, distantes y temeros@s, no será lo mismo.

Si este blog fuera un diario personal, les comentaría que las entradas que ha venido dedicando a las series van a continuar pero a un ritmo diferente al conferido antaño a las reseñas cinematográficas. Porque además quien esto suscribe se ha quedado colgada al verse obligada, por su compromiso animalista que ya explicó en la séptima entrega, a cancelar su suscripción a Movistar de la que había visto producciones interesantes que pensaba registrar y ya no.

Si este blog fuera un diario personal, y si no, también, les recomendaría que leyeran páginas de compañeros y amigos de la crítica tales como – el orden de los factores no altera el producto – Criticalia, Canal de Cine Federico Casado, Pantalla Sonora, Happy phantom, Linterna Mágica, El Rinconcillo de Reche, la revista Fila Siete, entre otras… Por sus enormes calidad e interés y porque ellas, y sus autores-as,  sí han sabido reciclarse y adaptarse al momento presente.

Si este blog fuera un diario personal, les diría que quien esto firma sigue pero más desacompasadamente. Y que sigan ahí ustedes también.

Si este blog fuera un diario personal, me atrevería a publicar estas líneas y a agradecerles siempre su interés. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS. De corazón.

Escrito queda.

Confinamiento en serie(s). Episodio 7: #MovistarNoMasToros

Esta firmante tenía previsto seguir las entradas dedicadas a las series con algunas de la Plataforma Movistar que le han parecido más que interesantes, estimulantes y dignas. Dignas, desde luego, de ser reseñadas. Esta firmante es una recién llegada al mundo de estas producciones audiovisuales, lo crean o no, puesto que dedicaba la mayor parte de su tiempo a otras actividades culturales como clubs de lectura, presentaciones, la tertulia que coordinaba y sesiones de cine que el maldito virus maldito nos ha arrebatado, de momento.

Así que esta firmante ignoraba que Movistar España, propiedad de Telefónica, tenía un Canal, Toros Tv, dedicado a la promoción de las más feroces torturas, antes y durante la corrida y los atroces asesinatos a cámara lenta y en serie de herbívoros inocentes. De animales sintientes que son maltratados inicua y salvajemente para diversión y negocio de gentes sin alma, ni entrañas, ni empatía. Una obscena barbarie que, para vergüenza y envilecimiento de nuestro país y de nuestra democracia, es considerada su Fiesta Nacional y está integrada en el Ministerio de Cultura.

Y por si todo esto no fuera poco, tras las cancelaciones de las corridas debido al COVID 19 – una de los pocos efectos positivos de la pandemia – está negociando emitirlas a puerta cerrada en el citado Canal, con el lobby taurino, a cambio de 20 euros mensuales. Un dinero manchado de sangre inocente, en un momento en que la sociedad española se posiciona mayoritaria e inequívocamente contra esta infamia.

Es por ello que quien esto firma ha hecho llegar a esta plataforma su rotundo rechazo a esta indigna oferta y a tan indecente proyecto. Es por ello que quien esto firma cancela su suscripción y deja de escribir sobre sus contenidos. Es por ello que quien esto firma les anima a compartir en redes sociales su repulsa ante estos hechos. Es por ello que les pide que se unan a colectivos y asociaciones animalistas para hacerles llegar su protesta.

LA TORTURA/ NO ES ARTE, NI CULTURA. EL MALTRATO ANIMAL/ AL CÓDIGO PENAL

¡¡¡NO PARAREMOS HASTA LA ABOLICIÓN!!!

Confinamiento en serie(s). Episodio 6. ‘Los asesinatos del Valhalla’. Temporada 1: Negro, nórdico, helado e intenso

Wikipedia define al nordic noir o negro nórdico, o negro escandinavo, como «un género literario de ficción policíaca ambientado en Escandinavia o en otros países nórdicos… se localiza en paisajes sombríos que dan como resultado un estado de ánimo oscuro y moralmente complejo, que representa una tensión entre la superficie social aparentemente tranquila e insípida y los peores delitos»

Algunas de estas señas de identidad sí pueden reconocerse en esta producción audiovisual islandesa, creada por Thordur Palsson e inspirada en el caso real del reformatorio juvenil Breidablik, situado en los fiordos occidentales, que fue investigado por las brutales palizas, vejaciones y abusos sexuales que se cometieron allí contra menores de entre 7 y 14 años entre los 50 y los 70. Cerrado en 1979, las víctimas, ya adultas, recibieron compensaciones económicas del gobierno en 2007. Fuentes, la citada Wikipedia y Libertad Digital.

Consta de 8 episodios de 50 minutos de duración. Fue estrenada en su país en 2019 y este  año en Netflix. Entre sus excelentes intérpretes destacamos a Nina Dögg Filippusdótir, Björn Thors y Sigurour Skúlason. La historia sigue a una investigadora – frustrada por haber sido postergada en una jefatura que por años y méritos le correspondía – que debe hacerse cargo de un caso de feroces, y de características rituales, asesinatos en serie junto a un detective de Noruega, pero islandés de origen. Tales horrores parecen estar conectados con la desaparición de un niño, nunca resuelta, décadas atrás en una institución que se descubre como siniestra.

Paralelamente al caso, una y otro – cuyas personalidades y circunstancias vamos descubriendo a lo largo de los capítulos – deben afrontar sus propios fantasmas familiares y laborales mientras se internan en las tinieblas de un asunto estremecedor, con muchas ramificaciones y complicidades policiales y políticas, en el que nada es lo que parece y las categorías del bien y del mal resultan difuminadas. Aquí no hay tal cosa, ni en la esfera privada, ni en la pública, como «una superficie social aparentemente tranquila e insípida», una de las características del género antes citada.

No, no la hay. En la tierra de los hielos – el significado literal de Islandia, ejemplificado reiteradamente en esos planos de carreteras donde este es el único paisaje – surge un relato donde la intensidad, la rabia, los tormentos, las culpas, los errores, los prejuicios, los actos y sus consecuencias, los odios y los afectos, las apariencias y la realidad, la fe y sus negruras, el bien y el mal, la moral y la ética, nos golpean y nos sorprenden.

Véanla.

Confinamiento en serie(s) Episodio 5. ‘Into the night’ Primera temporada: El imperio del sol

Esta serie belga – que combina la ciencia ficción con el suspense, el terror apocalíptico y el drama, está basada en ‘The Old Axolotl’, de Jacek Dukaj, y consta, en su primera temporada, de seis episodios de 35 minutos cada uno, escritos por Jason George y realizados por Inti Calfat y Dirk Verheye – se estrenó el pasado 1 de mayo en Netflix cosechando, en tan pocos días de exhibición, el aplauso de crítica y público.

La tripulación y el pasaje del vuelo de Bruselas a Moscú ignora un dato fundamental que va a proporcionarles, casi involuntariamente, un militar de la OTAN que están entre ell@s. Se trata de que la radiación solar, por una extraña mutación, resulta letal para todas las personas que se expongan a ella. Luego deberán viajar, a fin de sobrevivir y como reza el título, hacia la noche. Su destino será el Oeste y pasarán por aquellos países y ciudades donde reine la oscuridad para intentar ganarle la carrera contra reloj a la luz letal. Pero arañando un tiempo imprescindible con el que no cuenta para  aprovisionarse de carburante, alimentos y hasta de material higiénico y sanitario en algunos de sus destinos.

Con las tinieblas como aliadas, deberán  hacer frente a sus propias negruras personales. A sus delitos, a sus culpas, a sus duelos, a sus males, a sus tormentos, a sus ambivalencias, a sus afectos, a sus enemistades, a sus ambiciones, a sus rivalidades … Porque cada capítulo está dedicado a seis de l@s principales protagonistas que se nos revelan en lo mejor y peor de su condición humana paralelamente a todas las dificultades y peligros que deben atravesar. Una ex soldado, conductora de helicóptero, con el corazón roto y una indescriptible fortaleza. Una mujer con un hijo seriamente enfermo. Una cuidadora y paramédica que se ve expuesta a situaciones que la sobrepasan. Un piloto que provocó la misma infelicidad que él está sufriendo. Un inmigrante de turbio pasado, pero paradójicamente justo. Una influencer mucho menos epidérmica de lo que parece.  Un ex guardia de seguridad fascinado por el poder. Un aspirante a líder perverso e insidioso.

Tales dramáticas intimidades – tratadas con la complejidad requerida y con la complicidad de un reparto irreprochable entre el que destacar a Pauline Etienne, Laurent Capelluto, Babetida Sadjo, Stéfano Cassetti o Mehmet Kurtulus – priman sobre la espectacularidad, otro valor añadido para quien esto suscribe, siendo las mejores aliadas del ritmo y la tensión de la historia. Una historia absorbente y muy bien contada, que no tiene nada que ver con la de «Perdidos» con la que se la ha comparado, y con una conclusión que abre todas las expectativas para la segunda temporada.

No dejen de verla.

 

 

 

Confinamiento en serie(s). Episodio 4 ‘Unorthodox’: Monoteismo patriarcal

Para mi hija Vita Lirola que me regaló el sueño de viajar a Nueva York y con quien tuve ocasión de ver a tantas Estys, como la protagonista de esta ficción audiovisual, por las calles de Brooklyn…

 

Todas las religiones monoteístas son patriarcales. Pero si, además, se alían con el fundamentalismo, como es el caso que nos ocupa, la combinación resulta especialmente insidiosa y perversa para las creyentes. Por eso, hay que agradecerle muy mucho a varias mujeres valientes que tuvieran fe, bendita, agnóstica y liberadora fe, en este proyecto y lo llevaran a cabo plasmándolo en esta serie – coproducción entre Estados Unidos y Alemania, filmada entre Nueva York y Berlín, compuesta por 4 episodios de 55 absorbentes minutos cada uno, cuyos idiomas originales son el inglés, el alemán y el yiddish, que fue estrenada en Netflix el pasado 26 de marzo –  magnífica y de visión obligada. A saber, la autora del libro autobiográfico que inspiró esta historia, Deborah Feldman; la productora Alexa Karolinski, quien además coescribe el guión junto a Anna Winger, y la realizadora Maria Schrader.

La historia comienza cuando el personaje central, Esther, Esty, Shapiro, una prodigiosa Shira Haas, escapa – con la ayuda de una «gentil» su profesora de música clandestina – desde Williamsburg, barrio del distrito de Brooklyn en Nueva York hasta Berlín donde reside su madre, quien presuntamente la abandonó siendo una niña y por la que tiene documentos de doble nacionalidad, luego permiso de residencia.

Huye, a sus 19 años, de un matrimonio de 12 meses, concertado por un casamentero, sin amor, ni deseo alguno, con graves problemas a la hora de la llamada «consumación», con las presiones correspondientes ante la ausencia de embarazo. Huye de una comunidad judía ultraortodoxa, de la dinastía jasídica Satmar, en la que las mujeres solo son máquinas de parir y su único objetivo en la vida es precisamente engendrar, ser amas de casa y hacer felices a sus maridos. Huye de las normas opresivas que la rigen desde el vestuario, rezos, ritos, fiestas, duelos, relaciones… tanto para ellos como para ellas pero en la que los varones detentan el poder absoluto.

Huye sin equipaje, con una única dirección y con el dinero resultante de vender sus joyas, hacia una ciudad y un país ajenos en los que, pese a la precariedad de su situación, puede sentirse libre, tener nuevas amistades, desarrollar su pasión prohibida por la música y reencontrarse con su progenitora, tan diferente y heterodoxa como ella, pero también creyente, para conocer la verdad oculta de su infancia.

Huye mientras recuerda sus orígenes, su afecto por su tía y, sobre todo, por su abuela. Su compromiso concertado al margen de sus afectos. Las miserias y dolores, también físicos, de su vida conyugal. El estar bajo sospecha permanentemente. La ceremonia de su boda. Las difíciles relaciones con su suegra. Los «consejos» para una intimidad intolerable. La cotidianidad recluida y reducida, con las partituras escondidas bajo el colchón. El divorcio que la acecha y un test que lo cambia todo.

Huye mientras es perseguida, sin saberlo, por dos hombres que la siguieron hasta allí. Y, mientras descubre su nuevo destino, seguimos sus pasos en paralelo a los de ellos. Hasta ese final en el que descubre la importancia de una brújula tanto real como metafórica.

Con una factura elegante y hermosa, con un retrato complejo y cuidadoso de los personajes, con un reparto en estado de gracia y unas localizaciones excelentes, nos sumerge de lleno en este relato tan opresivo como liberador, tan duro como conmovedor, de la lucha de una chica llena de coraje y determinación por ser la dueña de su destino.

Háganse el regalo de no perdérsela.