A esta firmante – que atraviesa una fase más bien dispersa, de reflejos lentos y poco proclive a la concentración, aunque parezca paradójico, algo que se esfuerza en controlar especialmente en estas entradas – le desconcertó mucho el tratamiento de esta película tan personal y autobiográfica de Steven Spielberg, cosecha del 46, y ya un clásico viviente cuya filmografía no hace falta recordar. O al menos, de autoficción. Pero, al investigar como suele para contextualizar la crítica y documentarla, se encontró, para su sorpresa, que este relato fílmico corresponde exactamente a los hechos que tuvieron lugar durante la infancia, adolescencia y primera juventud del realizador.
Aunque los nombres y algunas circunstancias, pocas, se hayan ficcionado la historia ocurrió tal cual la describe la sinopsis, pero aquí se ocultarán algunos detalles para no hacer spoiler. Comentar también que Leah Posner – nombre de soltera de la madre del cineasta, que fue pianista y restauradora y que murió en 2017, cuando contaba con 97 años – luce en sus fotos de juventud tan rabiosamente rubia y con el mismo look con el que la interpreta una memorable Michelle Williams, justamente nominada al Oscar como Mejor Actriz Protagonista por este trabajo. Sólo que Leah tenía una imponente nariz judía al contrario que la intérprete…
Por su parte, Arnold Spielberg fue un ingeniero informático que, junto a su inseparable amigo y colega Bernie, completamente integrado en su familia, formó un tándem solvente, cómplice y bien avenido hasta que… Y hasta aquí puede leerse. Tanto Paul Dano como Seth Rogen los interpretan con solvencia.
Esta firmante ha leído también que el cineasta se ha tomado su tiempo para contar esta historia hasta ahora. Años y décadas, siendo ya un septuagenario avanzado. Ha leído también que tuvo que parar el rodaje varias veces, aún estando muy apoyado por su amigo y coguionista Tony Kushner que fue quien le animó a filmarla cuando la conoció, porque las emociones le desbordaban.
Y por esto, habiendo leído todo esto, quien esto firma ha repensado ‘Los Fabelman’ en otros términos. Ha valorado su tratamiento, ha valorado su entusiasmo, la pasión por el cine que desprende y también por la vida en un núcleo tan compacto y aparentemente bien avenido como el que formaba con su progenitora, su progenitor, sus tres hermanas y el citado Bernie.
Ha valorado una puesta en escena tan estilizada, más lúdica, idealizada y traviesa, cuando la narración es mostrada a través de los ojos de un niño, al que presta su talento Mateo Zoryon, como más llena de aristas, desengañada y sombría, cuando lo es a través de los del adolescente, un excelente, todo un descubrimiento, Gabriel Labelle.
Pero, en cuanto a sus temas esenciales están ahí: la infancia, especialmente tratándose de niños varones, el judaísmo en ejercicio y como denuncia, el protagonista sufre un bullyng antisemita generalizado, la familia… Aunque nunca de forma tan íntima y personal como aquí. Y eso es muy de agradecer.
Como lo es que lo haga con modestia y humildad, sin pretensiones autorales o narcisismos al uso, más aún revelando su encuentro, siendo un quinceañero, nada menos que con John Ford… Algo que ya había contado, pero no por ello se vive la escena con mayor admiración y humor.
Como lo que es que no condene a ningún personaje, que los mime y que les aporte complejidad. Como lo es que convierta en un espectáculo el admirado pasmo del niño al ver cierta escena de ‘El mayor espectáculo del mundo’ y la intente recrear año tras año en su casa. Como lo es que se gane el respeto de sus condíscipulos matones con su trabajo tras la cámara y el dolor que le supone el descubrimiento inesperado que hace trizas su microcosmos más íntimo. Como lo es…
Producción estadounidense, fechada en 2022, de 151 minutos de metraje. Ya hemos hecho alusión a su escritura a dos manos y a su reparto. La excelente fotografía es debida al talento de uno de sus habituales, Janusz Kaminski y la banda sonora de otro de sus fieles, el maestro John Williams. Entre sus múltiples reconocimientos, están los de Mejor Película, Premio del Público, en el Festival de Toronto, 2 Globos de Oro a la Mejor Película Drama y Dirección y 7 nominaciones a los Oscar, entre las cuales Mejor Película, Dirección y Guion Original.
Deberían verla.