Esta entrada pertenece, por derecho propio, a la serie de este blog sobre las miradas cinematográficas de mujeres que hemos tenido ocasión de ver este verano. En este caso, perteneciente al mes de septiembre, aunque no se identifique así en el enunciado.
Producción francesa, fechada en 2016, de 102 minutos de metraje. La dirigen y escriben dos hermanas, Delphine y Muriel Coulin, adaptando la novela de la primera. Guión que, por cierto, fue premiado en el Festival de Cannes. Su magnífica fotografía es de Jean-Louis Vialard.
Tiene un reparto coral impecable, en el que, no obstante, sobresalen poderosamente las dos protagonistas, la cantante y actriz Soko y Ariane Labed, a la que hemos podido ver en algunas de las películas de Yorgos Lanthimos, su marido. Se exhibió, dentro de la Sección ‘Las Nuevas Olas’, el pasado Festival de Cine Europeo de Sevilla, con su título original ‘Voir du pays’.
Narra la historia de dos mujeres militares que han luchado en Afganistán y que, junto con su destacamento y antes de regresar a sus lugares de origen, son enviadas por el Ejército a pasar unos días en un hotel de cinco estrellas en Chipre y a someterse a unas pruebas a fin desconectar de la guerra. Lo que llaman «descomprsión postraumática». Pero no será tan sencillo.
El valor, uno de los valores, de ‘La escala’ es narrar, sin énfasis, subrayados, ni efectismos, la insidiosa presencia de la guerra, o más bien de los desastres de la guerra, en un entorno artificioso y presuntamente vacacional. La insidiosa presencia del machismo en un entorno mayoritariamente masculino. La insidiosas trampas de la sinceridad como catarsis y de la ocultación defensiva que, tal para cual, imponen su coste.
Todo esto lo relatan las hermanas Coulin con inteligencia, con lucidez y con una sutileza que no elude las confrontaciones. Especialmente interesante es la conflictiva vivencia del hecho bélico en dos personajes femeninos – «No somos como las demás personas», dice una de ellas en un momento del filme – frente a la abrumadora narrativa dedicada, a este respecto, a los masculinos.
Ha durado exactamente una semana en la cartelera. Quien esto firma, no pudo reseñarla antes. Pero les recomienda encarecidamente que se hagan con ella. Merece la pena.