Rian Johnson – escritor, productor, cantante y cineasta estadounidense, cosecha del 73, responsable de la película que nos ocupa, con títulos en su filmografía como las premiadas ‘Brick’ (2005) o ‘Looper’ (2012) en las que transita con éxito por el cine negro de instituto y de ciencia ficción respectivamente, y cuestionado, aunque también aplaudido, en ‘Star Wars: Los últimos Jedi» (2017) – declaró en una entrevista, firmada por Roger Salvans y publicada el 29 del pasado noviembre en la revista Fotogramas que: «Puñales por la espalda se inspira en el recuerdo de ver, cuando era un niño, las novelas de Agatha Christie en las estanterías de mis padres… me atraían muchísimo, crecí leyendo esos libros y luego ví las adaptaciones. Así que este filme responde a ese tono, al sentimiento que esas historias y películas despertaron en mí»
Y así lo pone en práctica en esta su última propuesta. Producción norteamericana, de 130 minutos de metraje, cuyo estupendo guión es también de su director, cuya factura es impecable tanto por la excelente fotografía de Steve Yedlin como en la potente banda sonora de Nathan Johnson. Todo ello al servicio de una historia, en la que resuenan algunas de su maestra, sobre un reputado escritor que es asesinado en su mansión, justo después de su 85 cumpleaños. Un peculiar detective es contratado para resolver el caso. Todos los familiares, y parte de la servidumbre, son sopechosos y casi todos tienen mucho que esconder, trapos sucios incluídos.
Estamos aquí ante una obra muy personal, aunque dirigida a un público mayoritario. Estamos aquí ante un divertimento sofisticado, elegante, divertido y altamente disfrutable, cuyo metraje no pesa. Estamos aquí ante un perverso y ácido mecanismo de relojería que deja entrever lo más oscuro de las relaciones familiares y también de clase. Estamos aquí ante un relato fílmico mucho más complejo, lúcido y penetrante de lo que puede parecer. Estamos aquí también ante una subversión de ciertas claves del género por su corrosividad, no exenta de autoparodia. Como por ejemplo, en el retrato de un Poirot invertido, tan apuesto, como deficientemente analítico, por no escribir torpe, en el que Daniel Craig se ríe de sí mismo, invitando al público a hacer lo propio. Y ese final…
Tres nominaciones a los Globos de Oro, Mejor Film de Comedia, Actor (el citado Craig) y Actriz ( una encantadora y luminosa Ana de Armas, precioso personaje el suyo) y tantas otras de Asociaciones de Críticos que han destacado su guión, su reparto, su dirección artística… Hablando del reparto, es un auténtico lujo en el que brillan los ya mencionados y un eminente y majestuoso Christopher Plummer, que acaba de estrenar unos espléndidos 90 años, y que se erige en lo mejor de la función. Pero también las magníficas Jamie Lee Curtis y Toni Collette cuyas fulgurantes apariciones nos saben a muy poco y hubiéramos querido saber más de ellas. Y Don Johnson, Michael Shannon…
Deberían verla.