La una, Lola, es una proletaria en la cincuentena, soltera con un hijo ausente a punto de embarcarse a un país lejano. Trabaja como cajera de un supermercado, siendo indómita y nada proclive a servilismos con la clientela más desconsiderada. Incluso teniendo a un jefecillo con ínfulas, que decide darle «vacaciones».
La otra, Chelsea, es contable de una gran empresa que la investiga como sospechosa de un desfalco. Con un padre rico, de cuyo dinero no se sustenta, y un novio friki más interesado en el universo del comíc que en ella. Refinada, impecable e insegura, aunque curiosa y comunicativa, su estilo es el de una pija más bien clásica y cumplirá 29 años en el transcurso de la acción.
Estas dos mujeres, sin aparentemente nada en común: ni en la extracción social, ni en la educación, ni en sus raíces familiares, ni en su pasado, ni en su presente… aún no saben que tienen un largo futuro juntas. Coinciden ambas en la parada de un autobús en horario nocturno, aunque no han entablado ninguna conversación y el Día D un destino caprichoso quiere que sean testigos de un asesinato…
…Que sean secuestradas e introducidas en un maletero; que, tras unas arriesgadas casualidades y rápidos reflejos, se encuentren con un coche a su disposición que, para su sorpresa, contiene un botín, en metálico y especies, que codician narcotraficantes y policías corruptos juntos y por separado. Que resulten sospechosas, que estén en los medios y que sean perseguidas por unos y otros, incluyendo a decentes servidores de la ley.
Que se vean obligadas a huir de tales peligrosos enemigos, incluyendo a un matón a sueldo, y a compartir un tiempo y un espacio en los que chocar, descubrirse, conocerse, comunicarse, comprenderse, salvarse la vida mutuamente y crear sólidos lazos de amistad y afecto mientras la normalidad que conocían se desmorona a su paso.
Esta producción australiana, cuya fecha de inicio es 2016, puede, y debe, verse en Netflix. Tiene, hasta el momento, tres temporadas compuestas de seis episodios cada una, de aproximadamente una hora de metraje. Creada y escrita – junto a Richard Bell, John Ridley, Timothy Hobart, Kirsty Fisher, Paddy Macrae y Sarah Smith – por la actriz que da vida a Lola, Rebecca Gibney. Su excelente fotografía la firman John Stokes y Simon Raby y su estupenda banda sonora, con temas musicales countries incluidos, Michael Yezerski. Fuente: FilmAffinity.
Entre el thriller, el drama, la acción, el policíaco y la road movie, con algún toque de western contemporáneo, en imponentes paisajes, de una hermosura que quita el aliento junto a otros desolados, se articula una serie que, teniendo unos referentes tan conocidos y arquetípicos, jamás cae en el cliché, ni en los lugares comunes. Porque está habitada por la sorpresa, el ritmo apabullante, la vitalidad, la crudeza, el ingenio y el humor.
Porque la protagonizan dos mujeres a parte entera, con sus personalidades tan diferentes y complejas, con sus propios recursos, dueñas del relato y de sus destinos aunque sea a la contra en una sociedad cuyas reglas les son hostiles. Dos mujeres leales a sí mismas y solidarias. Encarnadas por dos actrices en estado de gracia, la citada Rebecca Gibney y la arrolladora Geraldine Hakewill. Porque la ficción, estas ficciones, ganan cuando ellas están al frente. O lo que es lo mismo, con, y gracias a, ellas son mejores.
Ni se les ocurra perdérsela.
No sé de cuando es pero creo la vi hace algunos años o quizás algo bastante parecido. Sería mucho pedir me sacaras del error o bien confirmar que es la misma?
El mar., 4 ago. 2020 1:38, Sevilla Cinéfila escribió:
> sevillacinefila posted: «La una, Lola, es una proletaria en la > cincuentena, soltera con un hijo ausente a punto de embarcarse a un país > lejano. Trabaja como cajera de un supermercado, siendo indómita y nada > proclive a servilismos con la clientela más desconsiderada. Incluso tenie» >
Efectivamente, Lourdes. Como está escrito en la entrada, esta primera temporada data del 2016. Así que muy probablemente será la misma que tú viste. Gracias siempre por tu generosidad con el blog.