Hagan un ejercicio de imaginación y sitúense al borde del océano Artico, en la parte que baña a Oslo, donde un@s jóvenes del presente siglo beben y se divierten hasta que, para su consternación, la oscura noche – al pie de la misma orilla donde se encuentran – se ilumina con potentes fogonazos y seres extraños de otro tiempo comienzan a surgir de las aguas. Mientras, un policía, ajeno a tal acontecimiento, parte para su trabajo dejando en casa a sus mujer e hija.
Años más tarde, la capital noruega ha acogido a tales visitantes que proceden de tres épocas bien diferentes: la Edad de Piedra, la vikinga y el final del XIX. El país escandinavo les acepta y asume tantos los ghettos, dentro de las normas de convivencia, como a quienes desean integrarse en una sociedad contemporánea y avanzada aún sin perder sus raíces y señas de identidad. Pero también a aquell@s que sienten que han nacido en el siglo equivocado, llamad@s transtemporales, y se unen a grupos de su elección.
El agente, al que aludíamos anteriormente, está solo y separado, pues su mujer se ha unido a un caballero decimonónico algo impertinente, y él cultiva una peligrosa adicción a ciertas gotas oculares que le vende un joven camello prehistórico. Tiene como compañera a la primera guerrera del siglo XI graduada en su Escuela.
Una joven mujer fuerte, singular y solidaria – que se maneja bien con la modernidad pero no renuncia a lealtades, festejos, diversiones y amistades inquebrantables de su tiempo – con la que intenta resolver un caso de asesinato de una visitante. Al que luego, aparentemente conectado con este, se une otro de un rico y poderoso inmigrante.
De tan fascinantes premisas parte esta serie, la primera de su país que puede, y debe, verse en HBO. Fechada en 2019, su primera temporada, esta que nos ocupa, consta de seis capítulos de 45 minutos de duración. Creada, escrita y realizada por Anne Bjornstad y Eilif Skovdin, junto a Jens Lien. Entre su estupendo y sólido reparto, destacamos a sus excelentes protagonistas Nicolai Cleve Broch y Krista Kosonen. Pero también a Augusta Eva Erlendsdottir o Stig Henrik Hoff, entre un largo etcétera. Fuente: FilmAffinity.
Sugerente y estimulante mezcla de ciencia ficción, thriller, drama y viajes en el tiempo, es también una mirada sensible, irónica, crítica, dramática y divertida a una inmigración singular. A una sociedad cuya apertura y amplitud de miras no excluye la cronofobia, como alguien la ha calificado brillantemente. A unas gentes que fueron, y que siguen siendo, partes de dos mundos tan radicalmente distintos.
A filiaciones y orígenes que se descubren que no son lo que parecen. A corrupciones institucionales. A falsos culpables y falsos inocentes. Al esfuerzo de comprensión y comunicación en una multiculturalidad, o la convivencia entre unas líneas temporales tan potencialmente explosivas. A gente antisistema y antitecnologías. A…
Con personajes complejos y brillantes que nunca son de una sola pieza. A la animalista que esto firma, sin embargo, le sobran las especies no humanas que aparecen para crear ambiente, aunque no hayan sido maltratadas.
Pero, desde luego, que hay que verla a la espera de su segunda temporada. HÁGANLO.