Pese a las ausencias que se anunciaron, la última sesión del año de la novena temporada de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra resultó muy animada, participativa y estimulante. Las películas elegidas para el debate lo merecían, dentro de sus muy diferentes estilos y temáticas, por su complejidad y riqueza de fondo y forma.
‘Petite maman’, de Céline Sciamma gustó bastante en general. Se valoraron su magia, su fantasía, que no tiene nada que ver con la ciencia ficción. Entre el drama, el duelo y el cuento lleno de ensoñaciones sentimentales y la teoría de la amiga imaginaria de una niña inteligente y sensible con unos increíbles ocho años, que sostuvieron algunas.
Gustaron mucho la fluidez narrativa, su sutileza y el manejo del juego de dobles, de espejos, de los tiempos pasado y presente, de las relaciones madre-hija que se reencuentran en el mismo bosque, con la misma cabaña, en la misma casa donde la segunda habita en el presente y ambas están en el pasado.
En la misma casa donde se descubre un secreto y una despedida pendiente tiene lugar. Se apreciaron su fotografía, su factura, las dos hermanas gemelas actrices tan prometedoras y su clima, en general, tanto en el duelo como en lo imaginario. Pero hubo quienes no conectaron a nivel emocional con ella.
‘La ruleta de la fortuna y la fantasía’, de Ryüsuke Hamaguchi, uno de los más prestigiosos cineastas nipones cuya anterior filmografía permanece increíblemente inédita en nuestro país, fue muy bien glosada, con la sabiduría y cualificación crítica que le caracterizan, por Enrique Colmena quien destacó las cualidades de sutileza, interés, complejidad y riqueza que la caracterizan.
En este brillante filme de tres episodios – que, más desarrollados, podían generar otras tantas películas – de absoluto protagonismo femenino con la excepción de dos masculinos, se incide en el destino, los dobles finales, las ambivalencias, dos revanchas, un insólito triángulo sentimental, un encuentro debido a un equívoco que da lugar a una afinidad, confesiones íntimas y el probable nacimiento de una amistad. Todo ello tras una magia que no lo es tanto, tras una puerta siempre abierta y tras un reconocimiento que puede no ser tal.
Y ‘La hija’ del almeriense Manuel Martín Cuenca suscitó aclamaciones unánimes y un vivo debate, pero no en torno a sus cualidades y valor cinematográfico, que nadie cuestionó, sino en matices sobre su narrativa más lineal y convencional o no. Sobre si eran relevantes, la inmensa mayoría pensó que sí, los temas morales que plantea. Sobre la empatía con el destino de los delincuentes protagonistas, la inmensa mayoría no lo sentía en absoluto.
Sobre si podía resultar el personaje de Javier Gutiérrez mejor que el de Patricia López Arnaiz, que la mayoría pensó que no, que era el más despreciable de los dos y de la función. Sobre si el final podía ser previsible o no, aunque estaba claro que era sangriento.
Aplausos al trío protagonista, los dos mencionados y la revelación de Irene Virgüez. Aplausos al imponente paisaje de las Sierras de Segura y Cazorla y al sonido ambiental, como dos elementos dramáticos más. Aplausos al pathos final de sangre con los perros implicados que a una tertuliana le recordó a una tragedia griega. Gustó ese final tan abierto e inquietante.
Gustaron sus denuncias del abuso de poder y de autoridad, por parte del profesor a una menor. Interesaron mucho la consideración objetal de la chica como un vientre de alquiler nada al uso. O cómo el fin justificaba todos los medios de la pareja central. O cómo no existe un derecho a ser madre o padre, ni a comprar un cuerpo de mujer para ello, ni tan siquiera sus óvulos. O el retrato de unos menores infractores sin clichés, ni tópicos, sino sensibles y educad@s. O…
El miércoles, 12 de enero, a las 19.30, más. Debatiremos tres películas sobre el papel del mayor interés. A saber: La española ‘La vida era eso’, ópera prima de David Martín de los Santos, que entra el 10 de este mes de diciembre, la francesa ‘París, Distrito 13, de Jacques Audiard, que entra el día 22, y la coproducción entre Estados Unidos, Reino Unido y China, ‘El contador de cartas’, de Paul Schrader, que lo hace el día 31. Ya lo saben, véanlas lo antes posible y reténganlas en sus memorias, porque nos queda casi un mes y medio para el próximo encuentro.
Gracias a Rafael García, a Marina Alonso Espejo, a Daniel López, a Antonio Rivas y a todo el magnífico equipo de la librería por ser la mejor sede posible, por sus atenciones y por el regalo literario del género negro que le han hecho a esta firmante. Gracias a Enrique Colmena por su trabajo tan valioso compartiendo la coordinación de esta actividad. A la adorable perrita Maya, la estrella no humana del encuentro. Y a las mejores tertulianas, son todas mujeres esta temporada, del mundo mundial por su fidelidad, lecciones de cine y aportaciones.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS por una, por otra, velada memorable, enriquecedora y estimulante. ¡¡¡FELICES FIESTAS!!!
Muchas gracias Carmen ,como siempre puntual en las publicaciones
Tendré en cuenta las fechas de estrenos y pasaré a verlas
Gracias a ti, Lola, gracias a ti.