A esta firmante, de entrada, le gustó que en los créditos iniciales de esta ópera prima del actor, guionista y cineasta indio Divyang Thakkar, cosecha del 85, apareciera esta frase: «Ningún animal ha sido maltratado en el rodaje de esta película» No sólo eso, la predispuso a su favor. Pero… a los 90 minutos, su metraje son 121, abandonaba la sala del Avenida donde se ha estrenado hoy y se proyecta en una única sesión a las 17 horas.
Esta firmante no duda de que Thakkar haya tenido las mejores intenciones… y tampoco que los resultados son desastrosos. Porque la historia de un hombre más que tímido, a cuyo nombre se refiere el título, como se describe en la sinopsis, absolutamente sometido a la férrea comunidad patriarcal – encabezada por su padre – rural en la que vive que intenta aparentar tales ideas ferozmente misóginas con un trato igualitario con su esposa embarazada y su hija…
… Quiere ser un retrato de la opresión intolerable de las mujeres. Quiere ser un retrato de unas familias que instan a las gestantes, como la protagonista, a concebir varones o a abortar los fetos femeninos. En el caso del matrimonio citado, hasta seis veces…
Con la excepción de la niña que se empeñaron en que naciera y de la que viene en camino que, pese a todos los rituales y oraciones, es otra chica. Así que la pareja y su primogénita deben huir para salvar la vida de la bebita aún no nacida con todos los prohombres persiguiéndoles y con la ayuda inesperada de otra población en la que, por los hechos citados, no hay féminas y claman por ellas.
Que todo ello, un asunto lamentablemente actual y de la máxima gravedad, sea tratado en clave de comedia o de sátira sin el menor rigor y con todas las más frívolas contradicciones, es deplorable. Porque además no tiene la más mínima gracia en ningún sentido. Hasta describe como gags la respuesta a un maltrato y el que la víctima permanezca con su verdugo porque «le tiene bajo control»
Y así podríamos sumar y seguir… pero a quien esto suscribe no le merece la pena.
Producción india, fechada en este año, de 121 minutos de metraje. La escribe, por llamar de alguna manera a un guión torpe, inconsistente y deslavazado, el propio director junto a Anckur Chaudhry. Su colorista fotografía la firma Siddharth Diwan. Y la banda sonora ad hoc, Ankit y Sanchit Balhara, Vishal Dadlani y Shekhar Ravjiani. En cuanto al reparto, está mal dirigido y sobreactuado.
En fin… La pelota en sus tejados.
Agradecimiento infinito. Por supuesto, no perderé un segundo de mi tiempo. Ni un céntimo en ella.
Todo mi agradecimiento para ti, Lourdes Fernández, por tu generosidad conmigo y con el blog. No, no pierdas tiempo, ni dinero, en ella.