Archivo diario: marzo 21, 2023

‘El extraño’: La experiencia del miedo

La experiencia del miedo que describe esta película – un thriller psicológico de terror, ópera prima de la estadounidense Chloe Okuno, cosecha del 87, cuyo título original es mucho más adecuado ‘Watcher’ ( El observador) – la sienten fundamentalmente las mujeres. Así lo ha retratado esta cineasta quien también escribe su guion, junto a Zack Ford, autor de la historia original.

Una historia en la que un joven matrimonio, norteamericana ella y rumano él, que, por motivos de trabajo del hombre, vuelven a Bucarest después de vivir en Estados Unidos. En su amplio apartamento, la esposa – que ha abandonado su trabajo de actriz – se siente sola y más aislada aún por su incomprensión del idioma.

A lo que también contribuye un marido no del todo sensible, ni empático, que en reuniones con sus amistades hablan su idioma natal, sin apenas excepciones, lo que hace que ella se sienta particularmente excluída. Eso y las ausencias de él, hasta bien entrada la noche o de algunos días, por motivos laborales, contribuyen a su malestar.

Por si todo esto no fuera poco, observa a un vecino mirándola a través de su ventana en el piso de enfrente. Hombre que luego la sigue en el cine y a un supermercado y al que ella, a su vez, sigue hasta un local de striptease, donde trabaja como limpiador para cerciorarse de que es el mismo que la observa a oscuras tras las cortinas.

La intervención de la policía no arreglará las cosas, pese a que hay un brutal asesino en serie de mujeres, y su pareja tampoco. De hecho, parecen creer que son fantasías suyas y que es quien vigila y por ello es mirada. La única que le muestra simpatía es su vecina de apartamento que trabaja en el local citado y que le confiesa que tiene una pistola para defenderse. Los acontecimientos darán un giro inesperado…

La mirada de Chloe Okuno, en este relato fílmico de terror feminista, se posiciona sin ambages con su personaje central – una magnífica Maika Monroe – haciéndonos sentir su angustia, su miedo, su desamparo, su incomunicación y hasta sus dudas sobre sus propias percepciones, sobre todo tras una situación de la que no se hará spoiler.

Nos hace vivir sus noches en blanco acechando tras la ventana, sus pasos presurosos en las calles vacías, su exilio en un país extraño sin ninguna ocupación más que la de la espera y el linguístico también, junto a la exclusión social que conlleva y que le hace sentirse, a lo que contribuyen muy mucho el cónyuge y su entorno, cuestionada y deslegitimada, incluso con cierta sorna, en su terribles angustia, desasosiego y sensación de peligro constante. Nos…

Producción estadounidense, fechada en 2022, de 91 minutos de metraje. La fotografía muy bien, con matices que acentúan su inquietante oscuridad, Benjamin Kirk Nielsen y la banda sonora, que modula con solvencia el terror de lo narrado, la firma Nathan Halpern.

Una mirada feminista a un género que no abunda en ellas. Un trabajo muy solvente y maduro para ser debut en el largometraje. Una cineasta a seguir.

Aún en cartelera en Nervión. Consulten horarios y sesiones y véanla cuanto antes, pero no se la pierdan.

‘Mari(dos)’: No, no es una comedia familiar al uso, pero…

Uno de los aciertos que se han destacado de esta mirada de mujer – la de la guionista y directora de cine y televisión, ‘Élite’, ‘Vida perfecta’…, Lucía Alemany, cosecha del 85, cuya ópera prima ‘La inocencia’ (2019) fue muy aplaudida por la crítica – es que, contra lo que pueda parecer, no es una comedia familiar al uso. Dirigida al gran público, eso sí, pero que no cae en ciertos clichés del género.

Aunque eso no le impide caer en otros de signo opuesto bastante toscos, por cierto, en la opinión de esta firmante. De ello se tratará más tarde. Cierto es, algo que también se ha recalcado y con lo que quien esto suscribe coincide y ha sabido apreciar en ella, que cuestiona la masculinidad más agresiva, machista, tóxica e intolerante – representada muy bien por Ernesto Alterio – frente a una virilidad mucho más igualitaria y comprensiva, representada por un Paco León a quien, sevillano como es, le han – un fallo chirriante e incomprensible que ni siquiera sirve como «gracia» – asignado el rol de catalán impostado, con lo que su interpretación se resiente.

Tales prototipos de hombres se enfrentan al hecho de que su mujer es la misma, que está en coma tras un alud en una estación de esquí. Que ella ha llevado una doble vida en Madrid y Barcelona. Con el primero tuvo dos hijas – de las que la pequeña quiere ser tratada y nombrada como un niño, otro lugar común postmoderno y presuntamente transgresor con un tratamiento chusco y superficial – y con el segundo, al que le comentó que no podía concebir tiene a un chico ruso algo inquietante adoptado quien, como un gag, acuchilla mortalmente a un jabalí. Por descontado que no hay maltrato real, pero sí con hacer «humor» de ese hecho.

Los dos «comaridos» y sus proles, las dos familias estarán obligadas a entenderse mientras dure la inconsciencia de su cónyuge y progenitora que no ha caído precisamente en las mejores manos médicas. A partir de ahí, se desarrollarán lazos y vínculos que se creían impensables y habrá más de una sorpresa y giros de guión, que culminarán con un final abierto.

Además de los lugares comunes citados, por atípicos que se pretendan, la película adolece de importantes bajones de ritmo y de oquedades de guion que afectan a la coherencia narrativa y a la vis cómica que, sobre el papel, debiera tener. El personaje de la mujer ni se trata, ni se comprenden sus actos, ni… Aunque, desde luego, no se la juzga, pero vamos que resulta totalmente vacío de contenido y es clave para comprender toda la situación.

Producción española de 102 minutos de metraje, que podían haberse acortado en lugar de reiterar muchas situaciones. La escriben, con las carencias citadas, Pablo Alén y Breixo Corral. La fotografía con solvencia Josu Inchaustegui y la banda sonora, que subraya bien el relato, se debe a una mujer, Vanessa Garde.

Con sus valores, defectos y carencias, tienen que verla y opinar por sí mism@s.