Me parece imposible, querido Luis, Luis Casal Pereyra, que ya no nos vayas a acompañar más en las sesiones de nuestra tertulia de cine ‘La Palabra y la Imagen’. Me parece imposible, querido Luis, que nos hayas dejado poco más de dos meses después de esa velada de febrero, en la que te manifestaste, como siempre, lleno de vitalidad, energía, lucidez, intensidad, calidez, humor y amor por el cine.
Me parece imposible, querido Luis, haber perdido a un amigo y a un tertuliano imprescindible, desde la primera temporada, cuyas intervenciones eran siempre tan brillantes y atinadas, con esas notas que tomabas y llevabas en los bolsillos de tus pantalones, para comentarlas, de las películas a debatir. Me parece imposible, querido Luis, que te hayamos perdido para siempre. Me parece una broma macabra, injusta y cruel del destino.
Me parece imposible, querido Luis, no volver a leer tus comentarios en este blog. Me parece imposible, querido Luis, no volver a disfrutar de tu presencia y de tu bondad, tan inteligente y tan cariñosa. Me parece imposible, querido Luis, que no te vuelvas a sentar a mi lado. Me parece imposible, querido Luis, que no volvamos a encontrarnos más tampoco en otras actividades culturales, como en el ciclo ‘Una mirada documental’, tan bien coordinado por Miguel Olid Suero.
Me parece imposible, querido Luis, no volver a oír tu palabra, ni tu risa. Me parece imposible, querido Luis, no seguir aprendiendo con tu sabia y particular mirada sobre tu cine tan amado. Me parece imposible, querido Luis, «la ridícula idea de no volver a verte», en palabras de Rosa Montero.
Mierda, Luis, de esa maldita enfermedad maldita que se lleva siempre, y antes de tiempo, a l@s mejores. Como escribió Miguel Hernández, «no perdono a la muerte enamorada, no perdono a la vida desatenta, no perdono a la tierra, ni a la nada»
Todo mi cariño y mi fuerza a la queridísima Dolores Mesa Velasco, nuestra Lola y al resto de sus familiares y amig@s. Gracias por tu vida y por cuanto nos diste. Gracias por tus enormes bondad y generosidad. Gracias por tu cariño y entrega, desde la primera temporada, a la tertulia, a tu tertulia del alma.
Siempre estarás en nuestro recuerdo y en nuestros corazones. Nada, nada, nada será ya lo mismo sin ti.