Quien esto firma va a comenzar la crítica por el final, recomendándoles encarecidamente que vean este prodigioso documental lleno de sabiduría, magia, belleza, creatividad, encanto, imaginación, lucidez, amor al cine, amor a la cultura y al arte en general, erudición, humor, cercanía, rigor, sencillez, empatía y una conciencia insobornable política y artística entre un larguísimo etcétera. Todo ello y mucho más, pero también exento de pedantería, arrogancia, pretensiones, soberbia, narcisismo, elitismo, hermetismo, altisonancias o tics autorales al uso. SE PROYECTA EN EL AVENIDA HASTA ESTE JUEVES, 11 DE JULIO INCLUSIVE, EN UNA ÚNICA SESIÓN A LAS 18 HORAS. NI SE LES OCURRA PERDÉRSELO.
Cuando la (fuente: Wikipedia) fotógrafa, artista plástica, directora de cine, guionista, artista, profesora de universidad, pedagoga, directora de fotografía, productora de cine, profesora, editora de cine, actriz y feminista francesa Agnès Varda (1928-2019), rodó esta película se sabía gravemente enferma de la maldita enfermedad maldita que le impidió cumplir 91 años. Pese a todo, la presentó en febrero en el Festival de Berlín – del que recibió su último premio honorífico – y poco más de un mes después, el 29 del pasado marzo, se marchaba para no volver.
‘Varda por Agnès’ , sin embargo, es su despedida del cine, pero sin intenciones póstumas, ya que la desbordante y arrolladora vitalidad de la realizadora pensaba proyectarla en sus videoinstalaciones. Así lo comentó en el Certamen citado. Por eso precisamente, este extraordinario documental no desprende ningún tufillo testamentario. Al contrario, es un gozoso y vibrante recopilatorio artístico y personal de una obra tan innovadora como asequible, tan singular como universal y tan compleja como habitada por una naturalidad desarmante, en la que pasa revista a su filmografía y a todas sus creaciones al tiempo que a las anécdotas que las contienen.
Así – de cara al público, pero desprovista de cualquier rigidez formal, sino con humor y cercanía- documenta en palabras e imágenes los momentos, secretos, anécdotas y detalles de rodajes como ‘Cleo de 5 a7’ (1961), ‘Sin techo, ni ley’ ( 1984), acompañada de su protagonista Sandrine Bonnaire; de su retrato de Jane Birkin;, de sus rodajes con Catherine Deneuve y Robert De Niro; con los panteras negras; con l@s trabajadores-as; con su amado – siguió siendo su viuda, reivindicándose como tal entre otras en un momento del filme – Jacques Demy; de sus testimonios feministas en largometrajes como ‘Una canta, la otra no’ (1976); de su amigo y corealizador de esa otra maravilla que es ‘Caras y lugares’ (2017), JR; de sus performances, exposiciones, fotografías; de la inspiración, creación y la necesidad de compartir que la marcaron, de…
¡¡¡Hay tanto que ver, tanto que aprender, tanto que gozar, tanto que reir, tanto que admirar en esta joya del cine, de 115 absorbentes y disfrutables minutos de metraje, escrita por ella misma y con una preciosa fotografía de Claire Duguet y Julia Fabry !!! Desde los largos títulos de crédito, que están al principio a ese final, entre la bruma, tan nostálgico y evocador.
Atesoró los premios más importantes y preciados, los más grandes honores y distinciones, pero su mejor legado, sus mayores lecciones magistrales de cine y de vida, están en su compromisos artístico y político como creadora total de izquierdas, con un lenguaje innovador, transgresor y feminista.
Gracias por tanto, Agnès Varda. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
QUE NO SE LES ESCAPE.