Joanne es la mundialmente conocida como J. K. Rowling, escritora, productora de cine, filántropa y guionista británica, de la cosecha del 65, autora de la mítica serie de libros de Harry Potter, entre otras muchas obras. Pero no solo eso…
Es también una feminista convencida que ha sufrido y sufre una intolerablemente injusta caza de brujas – liderada, entre tantas otras, por gentes que le deben fama, carrera y fortunas – por luchar contra el borrado de su sexo. Por afirmar que «Si el sexo no es real, no hay atracción hacia el mismo sexo. Si el sexo no es real, la realidad vivida de las mujeres a nivel mundial se borra».
Y también que, como superviviente de abusos y violencia machista, considera un peligro para las víctimas que sus espacios dejen de ser exclusivos para ellas. Tal afirmación generó aplausos para su maltratador y verdugo… Esto expresado muy esquemáticamente, puesto que no es el tema de esta entrada y ya ha sido tratado, con todo el rigor y magisterio, por compañeras muy cualificadas del Movimiento.
Robert, Robert Galbraith, es su alias, o seudónimo, para su otra saga literaria. La de las, hasta ahora, cinco novelas policíacas protagonizadas por el detective Cormoran Strike y su ayudante, luego socia, Robin Ellacott. Estos libros han dado lugar a la producción audiovisual que nos ocupa, cuya primera temporada consta de siete episodios, de aproximadamente una hora de duración, que recogen los tres primeros libros de la serie en su mismo orden cronológico.
O lo que es lo mismo, tres dedicados a ‘El canto del cuco’, dos a ‘El gusano de seda’ y otros tantos a ‘El oficio del mal’. Fechada en 2017, es una producción de BBC One, BBC, Brönte Film and TV que puede, y debe, verse en HBO. Los guiones de los episodios los firman Tom Edge, Ben Richards y la propia autora.
Han sido dirigidos por Michael Keillor, Kieron Hawkes y Charles Sturridge. Su muy cuidada fotografía se debe a James Friend, Hubert Taczanowski, Gary Shaw y Maja Zamojda. Y su acertada banda sonora es de Adrian Johnston. Del reparto, muy sólido y convincente – tod@s ingleses-as, la única condición de la autora, algo acertado y comprensible – como es marca de las producciones del país, destacamos a la pareja protagonista Tom Burke – visto en series como ‘Casanova’ o ‘Los mosqueteros’ – y Holliday Grainger, vista en series como ‘Los Borgia’ o ‘Bonnie and Clyde’. Fuentes: FilmAffinity y Wikipedia.
Algunas cosas que, sin incurrir en spoilers, conocemos a lo largo de las tramas de la pareja protagonista. Una pareja protagonista cuya química es uno de los grandes valores de la serie, cuyo primer encuentro es impactante y cuyo vínculo va creciendo sin caer en tópicos, ni clichés, románticos al uso. Sus afecto y estima mutuos son progresivos y se relacionan – aún siendo él el jefe y ella la ayudante – en pie de igualdad, pese al escalafón laboral que les separa.
Cormoran es «el producto de un polvo rápido», en palabras de su progenitor, entre este, una estrella del rock a quien no ve…, y una supermodelo de fin trágico a quien adoraba. También una hermanastra encantadora, que aparece fugazmente, y que se preocupa por él. Tras la muerte de su progenitora, se enrola en el ejército de misión en Afganistán. Salva su vida milagrosa y casualmente -tendrán la ocasión de ver la dramática escena – pero pierde una extremidad, lo que le provoca secuelas físicas y psicológicas.
Tiene una relación tormentosa con una mujer, que se rompe ya en el primer episodio, y ha abierto esa pequeña agencia. Desordenado, caótico, tenaz, bondadoso, inteligente, culto y sensible, se mueve más por la empatía que por las ganancias en los casos que acepta. Es un hombre querido en general, aunque tenga enemigos peligrosos, y transita con soltura por todos los entornos. Incluso el policíaco ortodoxo a través de un inspector con el que comparte información.
Robin es inteligente, lista, de rápidos reflejos y hermosa por fuera y por dentro. Está prometida en matrimonio con un tipo más bien desagradable que la quiere, pero que no la merece. Abandonó sus estudios de psicología, una de sus pasiones junto a la investigación, por un suceso muy traumático, ya se verá cual. Empática, bondadosa y sensible, es capaz de abandonar un trabajo prometedor por seguir su vocación. Fuerte, segura y determinada pone orden en el despacho, y hogar, de Cormoran y le aporta su imprescindible punto de vista en los casos que comparten.
Ambos nos introducen en microcosmos tan antitéticos, dentro de una Londres llena de magnetismo y contrastes, como el universo de modelos y fotógrafos, el de la escena literaria y el del pasado del protagonista en los que los secretos, las mentiras, las traiciones, la crueldad, el engaño, la belleza, el horror, el peligro, la ternura, la ferocidad, el bien y el mal coexisten. Ella, él y unos personajes secundarios muy bien tratados y trazados, que logran asquearte y conmoverte. Que mantienen siempre tu atención.
No es innovadora, ni extraordinaria, pero posee una factura impecable y está habitada por el encanto y el interés. Súmense a Joan, Robert, Cormoran y Robin y VÉANLA.