Archivo mensual: octubre 2020

‘La voz humana’: Amor y poder

En 1930, el genial poeta, novelista, dramaturgo, pintor, crítico, diseñador y cineasta francés Jean Cocteau (1889-1963), escribió un monólogo dramático sobre una mujer rota quien – ante el abandono de su amante durante cinco años, que la deja para casarse con otra – se aferra al teléfono para hablarle puesto que es la única despedida que se le permite.

Lleva tres días encerrada en su casa, con las maletas de su amado preparadas, esperando en vano que el hombre vaya en persona a recogerlo y a llevarse a su perro, quien también gime por él. Pero el varón ni siquiera está a la altura de asumir un cara a cara con ella. La mujer, desbordada por el tormento de la pérdida, intentando heroicamente simular que es responsable de la situación, que está bien, que intentará retomar la normalidad, que… se precipita fatalmente hacia el más negro abismo.

Esto en cuanto a la obra original. Basándose muy libremente en ella, Pedro Almodóvar ha filmado – con una puesta en escena deslumbrante, estilizada, barroca y sumamente refinada, y con una soberbia utilización del espacio escénico y de los interiores vistos con toda su tramoya, desde los propios y hermosos títulos de crédito – una historia, esta historia, desde un punto de vista muy contemporáneo.

Desde la mirada, la voz, el desgarro y el dolor de su protagonista – una exquisita, eminente, Tilda Swinton – que asume todas las alienaciones, dependencias y servidumbres de una relación tan desigual de amor y poder, algo que lamentablemente sigue vigente, pero también desde su fuerza y su rabia liberadoras para escapar de tan fatal destino.

Asimismo nos revela a ese interlocutor ausente. A un hombre egoísta, cobarde, que hiere y que culpa de ello, insidiosamente, a su víctima. También violento – ella lo afirma así – e incapaz de llevarse a un compañero fiel que le espera, su perro, y de enfrentarse en persona a su compañera fiel que espera verlo, que merece en justicia ese último encuentro. Y este retrato es no por sutil, menos demoledor.

Quien esto firma, y perdonen la autocita porque viene al caso, escribió en su reseña de ‘Dolor y gloria’, que pueden leer también en estas páginas. que tenía un contencioso con el director, como feminista y como animalista, por su insidioso tratamiento de la violación en algunos de sus filmes más conocidos y por la apología taurina de otros. Pero que en ese caso, como en este, era de justicia reconocer la calidad incontestable de su propuesta.

Coproducción entre España y Estados Unidos, fechada en este año, de30 minutos de metraje. Con una hermosísima y muy cuidada factura y dirección de arte en las que el artificio más suntuoso se alía con el drama más intenso. Con una fotografía de una belleza extrema del maestro José Luis Alcaine. Y una partitura, de la que se puede escribir otro tanto, debida al talento de Alberto Iglesias.

Un cortometraje excepcional. Háganse el regalo de no perdérselo.

Estado de alarma en serie (s). Episodio 24. ‘El visitante’, temporada 1: Sangre, dolor y lágrimas

Producción audiovisual estadounidense, fechada en este año, compuesta de 10 episodios de 55 minutos de metraje y estrenada el 12 de enero del corriente en HBO. Su creador es el referente del thriller dramático y escritor Richard Price – responsable de la magnífica, y reseñada en estas páginas, ‘The night of’ – cosecha del 49, que adapta aquí la novela homónima de Stephen King, cuyo título original es el mucho más ajustado ‘The outsider’, que hace referencia a quien está al margen de una comunidad, espacio, país, microcosmos o macrocosmos.

El mismo Price escribe los guiones, junto a Jesse Nickson-Lopez y al también novelista, clásico del género negro, Dennis Lehane, y los codirige junto a l@s conocidos cineastas Jason Bateman- que forma parte del reparto – Andrew Bernstein, Charlotte Brändström y Karyn Kusama.

Su excelente fotografía la firman Zak Mulligan y Rasmus Heise y su no menos inquietante banda sonora, Danny Bensi y Saunder Jurriaans. En su reparto coral, destacamos a sus más que solventes, y reconocid@s, protagonistas: Ben Mendelsohn, Cynthia Erivo, él y ella muy especialmente, el citado Jason Bateman, Bill Camp, Mare Winningham, Julianne Nicholson o Paddy Considine. Fuentes: FilmAffinity y Wikipedia.

Cuando un niño de 11 años es atrozmente asesinado en Cherokee City, Georgia, todas las pruebas y los testigos señalan a su entrenador Terry Maitland. El detective Ralph Anderson – un hombre torturado y en duelo por la pérdida de su único hijo – no duda en contravenir la ley y detenerle en medio de un partido, con todo el equipo y ante un público numeroso.

La mujer y las hijas del acusado experimentan tanto el rechazo de la comunidad como el acoso de la prensa. Entonces, llaman a un veterano abogado que demostrará, con videos e imágenes, la presencia de su cliente en un congreso en otra ciudad el día del crimen. Además, descubren que más asesinatos se suceden y le han precedido, con iguales contradicciones y ferocidad. Algo, alguien…, no encaja en tal puzzle y una investigadora muy particular, contratada por el letrado, les iluminará en el caso y abrirá sus mentes.

El resultado, contando con tal autor, tal historia y su adaptación por tan solvente equipo técnico-artístico comenzando por su creador, es notable y de visión obligada. Porque su narrativa es sobria, contenida y la recorren una atmósfera y un clima tan sutiles como inquietantes.

Porque el terror, el horror, el dolor, la sangre, los duelos, las lágrimas de víctimas, presuntos culpables y sus familias – como las de l@s investigadores-as – están ahí, pero nos son administradas con una mesura de fondo y de forma, de enfoque y de puesta en escena, infinitamente más perturbadoras y desasosegantes que si hubieran optado por la ampulosidad, los tics y subrayados del género y el efectismo de otras adaptaciones del escritor.

Porque nos son mostradas diversas acciones, situaciones o imágenes simultáneas o en flashbacks imperceptiblemente, para que seamos nosotr@s quienes encajemos las piezas del relato. Porque nos involucra con un@s personajes atormentados y dolientes, dotados de complejidad y hondura, que tratan de mantener la lucidez y la cordura mientras la tierra se estremece bajo sus pies y su raciocinio es cuestionado.

Porque nos enfrenta a lo paranormal, a lo fantástico, a ras de tierra integrándolo como un elemento más del thriller. Porque un cazador es el más odioso de la función. Porque una mujer hace posible que otra, justamente herida e indignada, acepte y asienta. Porque es otra mujer singular y extraordinaria, con una mente maravillosa y abismal, el puente entre dos mundos…

NO SE LA PIERDAN. Y tampoco los títulos de crédito, que dan ya el paso a la segunda temporada.

‘Las hijas del Reich’: Seis minutos antes de la medianoche

La revista MAGAZINEMA publicó, el pasado día 9, un interesante artículo, a modo de nota de prensa y no firmado, en el que se describe la gestación de esta película a partir de la historia real del internado en la que se basa libremente. Porque ‘Las hijas del Reich’ es «un thriller de época inspirado en tal institución» Concretamente, en la escuela Augusta Victoria – situada en Bexhill, costa sur de Inglaterra – donde estudiaron jóvenes alemanas, hijas, hijastras o ahijadas de altos cargos nazis – entre ellas, las de Himmler y Von Ribbentrop – durante la década de los 30. Se rigió por tal ideología y en su escudo aparecían la bandera inglesa y la esvástica.

Uno de sus protagonistas – el escritor, comediante y actor de cine y teatro Eddie Izzard, cosecha del 62 – descubrió casualmente el pasado del edificio en una de sus visitas al lugar de sus veranos infantiles – actualmente, el museo de la localidad – gracias al encargado y a historiadores locales. Fascinado, se lo trasladó al actor Celyn Jones y a la productora Mad as Birds. Los dos intérpretes, junto al realizador, escribieron también el guion.

El realizador citado, responsable de este filme que nos ocupa, Andy Goddard, es un guionista y cineasta británico de la cosecha del 68, entre cuyos créditos están, sobre todo, numerosas series televisivas. Algunas tan prestigiosas como ‘Dowton Abbey’ (5 episodios) o ‘Ley y Orden, U.K.’ (10 episodios), entre otras muchas que le han deparado prestigio y reconocimiento. Fuente: Wikipedia.

Así que en este edificio señorial, en un centro educativo férreo y refinado, en tal paisaje de estremecedora belleza y en un país, en una época y en un tiempo convulsos y tensos, del año de gracia de 1939, en los que la Historia y todas las historias iban a dar un vuelco trágico y contundente, se desarrolla este relato.

Un relato que se nutre de elementos clásicos prebélicos como agentes secretos de dos bandos que pronto estarán en liza, colaboracionistas bienintencionados o perversos, contraseñas con el alto mando como la que titula esta crítica – el título original, además – o un nacional-socialismo en peligrosa expansión… pero que los integra en el marco de una institución que prepara a unas jóvenes para que encarnen el ideal de la mujer alemana. al tiempo que perfeccionan su inglés.

Una institución avalada por una, bajo sospecha de las peores complicidades, Asociación de Amistad Anglo-Alemana a la que la muerte no menos sospechosa de un profesor y la llegada de otro, ambos sirviendo, sin saberlo, a la misma causa, desenmascararán y todo estallará en pedazos.

Producción del Reino Unido, fechada en este año. 99 minutos de metraje. Su escritura se debe, como se ha citado al principio, a los actores Eddie Izzard y Celyn Jones y al director Andy Goddard. Su magnífica fotografía, que hace honor a las bellezas naturales que retrata, se debe a Chris Seager y su banda sonora que, subraya igualmente bien lo narrado, es de Marc Streitenfeld.

Lástima que esta impecable factura, el buen arranque, su brillante ambientación y su enérgica y elegante puesta en escena, se vean lastradas por un guion deficiente, por no decir pésimo, que da al traste – especialmente en la segunda parte – con lo que podría haber sido un producto digno, diferente y de interés.

Ni siquiera el reparto salva la función, pues los personajes son esquemáticos especialmente en lo que a l@s villan@s se refiere. Ni siquiera la excelsa Judi Dench puede con el naufragio y el eminente Jim Broadbent resulta desaprovechado en un ínfimo papel. Lo mismo puede decirse en lo que se refiere a las jóvenes alumnas, cuyas personalidades apenas si están desarrolladas y podía haber sido un acierto. Una pena.

Escrito queda. La pelota en sus tejados.

Rifkin’s Festival: Días de cine

Hubo tiempos, hace ya mucho tiempo, en que esta firmante hacía coincidir el inicio del otoño – su estación favorita, como la del personaje central de esta película – y el de la rentrée cultural y cinematográfica, con los estrenos de las nuevas propuestas de Woody Allen. Hubo tiempos, hace ya mucho tiempo, en los que acudía con ilusión al local de la cinefilia sevillana para cumplimentar el rito de verlas, comentarlas con la gente amiga y conocida, y escribir sobre ellas.

Hubo tiempos, hace no tanto tiempo, en los que el realizador neoyorquino tenía algo nuevo que contarnos en cada una de sus historias, dentro de sus insobornables temáticas y señas de identidad, por las que le valorábamos y respetábamos. Hubo tiempos, hace tan poco tiempo y parece que fuera un siglo…, en los que el miedo a un enemigo invisible y letal aún no se había instalado entre nosotr@s y el asistir a las salas era un ejercicio libre y gozoso, un espacio de encuentros y reencuentros.

Hubo tiempos, hace no tanto tiempo, en los que la misoginia del realizador no era tan obvia, ni sus conductas privadas, de pública difusión, tan controvertidas. Aunque en esto último – y puesto que la justicia se ha pronunciado a su favor en dos ocasiones, pese a ciertas dudas razonables – esta firmante no va a entrar.

Sí va a hacerlo, este es el propósito de estas líneas, en la visión crítica de su última película – coproducción entre Estados Unidos, España e Italia, de 92 minutos de metraje, escrita por el propio realizador, con una espléndida fotografía del maestro Vittorio Storaro y una muy cuidada partitura de Stephane Wrembel – ambientada en el Festival de San Sebastián.

Sigue a un profesor de cine estadounidense, escritor en ciernes, que viaja al Certamen donostiarra a instancias de su mujer, que pertenece a una agencia de representantes y con cuyo cliente principal, un director francés joven, atractivo y pretencioso, tiene un affaire.

Él mismo, que se siente tan alienado como solo, anclado como está en un cine clásico, conoce a una joven y guapa doctora, mal casada con un pintor alcohólico y promiscuo, de la que cae rendidamente enamorado. Sus noches están pobladas de sueños bizarros en los que es un personaje más de sus filmes de cabecera…

Esta firmante ha escrito más de una vez que las comedias del cineasta ganaban muchos enteros cuando era él quien las protagonizaba. Su alter ego aquí, Wallace Shawn, es un intérprete muy solvente, pero no tiene la vis cómica, cáustica e irónica de Allen.

Además del hecho de que, pese a ser el narrador e hilo conductor del relato, su personaje resulta difuminado y carece del mordiente y la fuerza necesaria – aunque tenga algunos destellos… – para transmitir sus observaciones críticas sobre el microcosmos que le rodea y del que se encuentra tan ajeno. Observaciones que tendrían que haber sido brillantes y vitriólicas y pasan desapercibidas. Aunque esto también puede ser un problema de guion, que es deslavazado y disperso, lo que resta intensidad y ritmo al relato.

Otros temas son la autocomplacencia y la misoginia que sobrevuelan cada plano. A ver, que tiene 84 y el actor cerca de 80 y a tales edades los sueños de seducción o amorosos hacia mujeres que podrían ser sus hijas, deberían estar descartados o ser puestos en solfa con fina ironía. No hay tal cosa aquí. La actriz que interpreta a la esposa, estupenda Gina Gershon, es dos décadas menor que su marido en la ficción. Pero claro, la propia mujer de Allen en la vida real, Soon Yi, es 34 años más joven…

Tampoco abre su mente a los nuevos lenguajes y narrativas, tan denostados aquí. El Festival es tan solo la excusa para la infidelidad – de ella, vista exclusivamente en función de su aventura y nada empática, aunque a Louis Garrel lo fulmine, al menos lo hace en su apartado profesional – y la constatación de una unión maltrecha, al tiempo que para el nacimiento de una nueva esperanza frustrada.

Pero también para clichés machistas en las preguntas, en las visiones de las mujeres que pululan, aunque sea fugazmente, por él. Véase la llegada, la panorámica y preguntas de algunas ruedas de prensa, las observaciones. Insultantes y grotescas. Tampoco se cuestiona aquí. También yerra en esta munición tan sexista disfrazada de observaciones pretendidamente lúcidas.

Elena Anaya relató, en el programa de Buenafuente y con un notable síndrome de Estocolmo, como la maltrató en su rodaje gritándole lo mala actriz que era, la peor que había conocido… Y eso parece haberle hecho mella pues, aunque tiene momentos llenos de verdad y encanto, se la nota tensa y al borde de la sobreactuación. Otro tanto ocurre con Sergi López. Lo que podría haber resultado el retrato sarcástico de las dinámicas de una pareja mal avenida se queda en un episodio grandguiñolesco en opinión de quien esto firma.

Lo mejor son los sueños en blanco y negro, visiones oníricas de las películas de sus directores de cabecera. Hilarantes guiños a ‘El final de la escapada’, ‘Jules et Jim’, ‘El ángel exterminador’, ‘Ocho y medio’, ‘Persona’, ‘Un hombre y una mujer’, ‘Fresas salvajes’ o ‘El séptimo sello’ con cameos tan arrebatadores como los de Christoph Waltz y otros que irán descubriendo por sí mism@s. Pero, claro, esto no basta para redimirla.

Pese a todo lo escrito, véanla, es norma de obligado cumplimiento, y opinen por sí mism@s.

‘Verano del 85’: El pacto

El guionista, escritor y cineasta parisino François Ozon, cosecha del 67, tiene en su haber títulos notables – como, en opinión de esta firmante, ‘El tiempo que queda’ (2005); ‘En la casa’ (2012) ‘Frantz’ (2016) o ‘Gracias a Dios’ (2018) – y otros que no lo son tanto. Aunque a todos ellos les imprima un inconfundible estilo que bebe de lo mejor del cine contemporáneo francés, Nouvelle Vague histórica y reciente incluida.

Aunque a todos ellos les imprima unas señas de identidad autorales que no necesitan subrayarse, pero que están ahí: en el tratamiento que le da a sus historias y en sus enfoques narrativos y de puesta en escena. A la elección de sus relatos que, aún siendo diversos, eclécticos y heterogéneos, dejan vislumbrar una mirada, su mirada fílmica, intensamente personal e intransferible.

Todos los elementos citados están en esta su última propuesta, la décimonovena de su filmografía. Libremente basada en la novela del británico Aidan Chambers ‘Baile sobre mi tumba’ y en recuerdos de juventud del realizador, sigue a un joven de 16 años, Alexis, que pasa las vacaciones en la costa normanda donde otro chico, de 18 años, David, le salva la vida cuando está a punto de naufragar con el velero de un amigo. Entre ellos, a partir de ese momento, se establecerá un vínculo apasionado.

Este romance, este primer amor de un verano único, nos es contado por el primero, a través de una voz en off, como un recuerdo que sirve de base a una investigación policial, en el que también interviene, al ser menor, una educadora social. Una investigación que trata de esclarecer ciertos hechos y sus responsabilidades. Pasado y presente se funden y alternan en un relato que mezcla el amor con la muerte y el thriller con el drama romántico, mientras un pacto debe ser cumplido. Aunque no todo sea, exactamente, lo que parece… como ya tendrán ocasión de descubrir.

El realizador muestra aquí toda su solvencia y sabiduría, toda su elegancia y saber hacer en esta historia. Una historia, tan luminosa como oscura, que le sirve para profundizar sobre la incandescencia, asimetría y fragilidad de los afectos, sobre la vitalidad arrolladora de una adolescencia que nunca es tópica en su y en este caso, sino reflexiva e ilustrada. Sobre la pérdida, la culpa y el duelo, pero también sobre la infinita comprensión de un chico, casi un niño, abrumado por unas circunstancias que le sobrepasan.

Y sobre los adultos, de clases diferentes, de familias y entornos diferentes, que les rodean, tan decisivos como secundarios, implicados irremediablemente en una experiencia tan intensa como luctuosa. Y lo hace con esa complejidad tan sutil y singular que le caracteriza en la que el impulso irrefrenable que describe y retrata va siempre unido a una carga reflexiva, a una carga analítica y teórica notables, tan deudoras – como se ha escrito al principio – del mejor cine francés.

Producción francesa, de 100 minutos de metraje, fechada este mismo año. Su guion se debe al propio director. La espléndida fotografía, que refleja muy bien las texturas estival y de la época, la firma Hichame Alaouié. Su atractiva banda sonora recoge los temas ad hoc. El reparto lo da todo y destacamos en él a los magníficos Félix Lefebvre y Benjamin Voisin. Pero también a Valeria Bruni-Tedeschi y Melvil Poupaud.

No se la pierdan.

Nueva normalidad en serie (s). Episodio 23. ‘Viajeros’, temporadas 1, 2 y 3: Los últimos vestigios intactos

Tres hombres y dos mujeres, el orden de los factores no altera el producto, son los personajes principales de esta ficción muy coral. A saber: Grant, también llamado Mac como abreviatura de su apellido MacLaren (3468), que se encarna en un agente especial del FBI y líder del equipo; Trevor (0115), uno de los veteranos, físico e ingeniero, que se encarna en un deportista adolescente; Philip (3326), historiador, que se encarna en un adicto a la heroína; Marcy (3569), médica cirujana, que se encarna en una limpiadora de una biblioteca con cierta discapacidad mental y Carly (3465), estratega y luchadora del equipo, que se encarna en una madre maltratada y separada. Fuente: Wikipedia

Ellas y ellos son l@s viajer@s que proceden de un futuro con todos los adelantos científicos y tecnológicos, pero cuya forma de vida es muy hostil, áspera y terrible, como consecuencia de horrores cuyas raíces están en el pasado, en el presente para nosotr@s del siglo XXI, el 21 como le llaman. Las cifras son sus denominaciones de origen y se encarnaron en tales personas, a las que llaman huéspedes, cuando a ellas y ellos les tocó morir.

Ellas y ellos se definen como: «Nosotros, los últimos vestigios intactos, juramos deshacer los errores de nuestros antepasados, sanar la tierra y recuperar lo perdido arriesgándonos a no nacer. Venimos de un futuro donde la vida está aniquilada para salvar a la humanidad, para cambiar el mundo» Su Gran Jefe es un ente llamado Director, a quien nunca vemos. Por cierto, son prioritariamente vegan@s…

Se rigen por protocolos, de los que los seis principales son: 1) La misión es lo primero 2) Deja el futuro en el pasado 3) No quites una vida, ni la salves, a menos que se te ordene 4) No te reproduzcas. 5) En ausencia de dirección, debes seguir con la vida de tu anfitrión y 6) No te pongas en contacto con otros equipos a través de la red profunda, salvo en casos de extrema urgencia. A lo largo del relato, iremos viendo si los cumplen o no… Su primera misión es desviar la trayectoria de un asteroide llamado Helios, destinado a impactar contra la tierra y causar una masacre sin precedentes.

Pero habrá bastantes más- alguna de las cuales les impactará por la semejanza casi profética con la situación sanitaria que estamos sufriendo – que el jefe supremo les encargará a través de mensajer@s infantiles, a las que se añadirán nuev@s viajer@s – amig@s y enemig@s – anfitriones-as y personas con las que mantendrán vínculos amistosos, afectivo-eróticos, de rivalidad, tensión y odio, además de los lazos intensos que se establecen entre ell@s mism@s.

Heredarán las vidas y circunstancias, también adicciones, de las personas a las que encarnan, junto con sus seres queridos. Tendrán que ser muy sutiles, y no siempre serán capaces…, para mantener el pulso entre las antiguas, y nuevas identidades a fin de preservar su secreto. Desarrollarán personalidades nuevas que les enriquecerán tanto como les crearán conflictos y…

Tres intensas y absorbentes temporadas que te sorprenden continuamente y no te permiten acomodarte. Desde la intimidad hasta la macropolítica. L@s protagonistas, principales y secundari@s, crecen, evolucionan y se desarrollan ante nuestra mirada. Es sutil, inteligente, compleja y lúcida en sus tramas y subtramas que no requieren de grandes efectos especiales para enganchar. No los necesitan.

34 episodios. Doce en la primera, otros tantos en la segunda y diez en la tercera con el ritmo ad hoc en cada capítulo – de aproximadamente 45 minutos de duración – bien sean trepidantes o intimistas. Creada por Brad Wright, quien también los dirige junto a Andy Mikita, William Warring, Nick Hurran y Martin Wood.

Quien también los ha escrito junto a Ashley Park, Pat Smith, Gillian Muller, Amanda Smith-Kolic y Mika Collins. Su excelente fotografía la firma Adam Lastiwka. De su reparto, tan sólido y solvente, destacamos a Eric McCormack, MacKenzie Porter, Nesta Cooper, Jared Abrahamson, Reilly Dolman y Patrick Gilmore. Fuente: FilmAffinity.

Estrenados respectivamente en Netflix, una producción original de la plataforma y considerada una de sus joyas ocultas, en 2016, 2017 y 2018. Esperando fervientemente la cuarta…

Ni se les ocurra perdérsela.

Avances críticos de la programación del SEFF 2020: Cinco confirmadas de la Sección Oficial

El Festival de Sevilla, SEFF 2020, abordará su decimoséptima edición del 6 al 14 de noviembre. Una edición que, en estos tiempos oscuros, distópicos e insidiosos del virus, ha apostado por «su carácter presencial en unos momentos difíciles para el sector, coherente con su apuesta por el cine en las salas, que garantiza plena seguridad a la hora de acoger las proyecciones y su vocación de servicio a cineastas y espectadores. La decisión permite mantener un centenar de empleos directos y multiplicar así el impacto económico proyectado en otros sectores claves de la ciudad»

Puestas así las cosas, esta entrada se propone analizar críticamente, de manera independiente a las referencias del Certamen – que, por supuesto, son dignas de consideración, pero con extractos o titulares de páginas prestigiosas y relevantes especialistas – los avances de la programación que la organización nos hace llegar puntualmente a los medios, en sus distintas Secciones. Sin pretensiones de exhaustividad, pues es imposible abarcar una oferta tan amplia y compleja.

La Sección Oficial ha adelantado hasta el día de hoy cinco de sus títulos, con tan sólo una mirada de mujer en régimen de co-dirección entre ellos. De momento. Son, a saber:

‘El año del descubrimiento’, de Luis López Carrasco. Es un documental de 200 minutos de metraje, coproducción hispano-suiza, fechada en este año como todos ellos. Se centra en las contradicciones de la España de los 90, y del año 92 más específicamente. Entre la Expo sevillana y los Juegos Olímpicos de Barcelona, diez años después de la subida al poder de Felipe González, el país parece moderno y efervescente. Pero… las protestas por el cierre de fábricas y el desmantelamiento industrial en Cartagena coexisten también con tales fastos. Concursó también en la Sección Oficial del Festival de Rotterdam.

Se ha escrito sobre ella: «Asume una postura con una valentía y un respeto por el espectador que son poco habituales» Fernando E. Juan Lima, OtrosCines.com; «Recupera la memoria, da voz a los protagonistas indignados y humillados y escucha a la gente de su generación que padece los efectos de aquel desprecio… Una película histórica monumental con protagonistas anónimos. Una película soberana que confirma la marcha imparable de uno de los grandes creadores de nuestro cine» Miguel Martín Maestro, El Antepenúltimo Mohicano.

‘Gagarine’, de Fanny Lyotard y Jérémy Troullh. Francia, 95 minutos. Una ópera prima que mezcla géneros para describir, de forma singular y transgresora, sin caer en los tópicos al uso, la periferia de un barrio francés, al que hace referencia el título, multirracial, insalubre y propenso al justo estallido social. Concursó en Cannes.

Fabien Lemercier ha escrito en Cineuropa sobre ella: «Basándose en un hecho real, Lyotard y Troullh consiguen trasplantar un relato muy arraigado… y de una dimensión onírica ingrávida. Una mezcla y representación simbólica y fuerte del barrio que une pasado, presente y futuro y da la espalda a los clichés»

‘Ondina’, de Christian Petzold, coproducción germano-francesa de 90 minutos. Consiguió el Premio a la Mejor Actriz para Paula Beer y el FIPRESCI de la Prensa Cinematográfica en Berlín. Es un drama romántico singular en el que una historiadora, que da conferencias sobre el desarrollo urbanístico de Berlín, es abandonada por su amante y se propone asesinarlo y regresar a las aguas…

Se ha escrito sobre ella, en resúmenes de críticas publicadas en FilmAffinity, una referencia imprescindible además de las ya citadas : «Juega a las metáforas, pero sin exagerar… Un bello paseo por el amor y la muerte» Luis Martínez, El Mundo; «Funciona mejor a nivel teórico que práctico, pero es admirable que se tire al vacío sin red al celebrar la naturaleza irracional del amor… los surrealistas más militantes la aplaudirían» Sergi Sánchez, La Razón; «Recuerda a ‘Romeo y Julieta’ y ‘La forma del agua’, tan opaca como hipnótica», Nando Salvá, El Periódico; «Tiene estilo y elegancia narrativa, pero se queda corta pues su material es flojo y su mensaje turbio» Peter Debruge, Variety.

‘Siberia’, de Abel Ferrara. Coproducción entre Italia, Alemania y México, de 92 minutos. Un drama psicológico, ambientado en la naturaleza, en el que un hombre, tan solo como atormentado, bucea en su interior para encontrarse a sí mismo y a la paz que anhela. Concursó también en Berlín.

Se ha escrito sobre ella, nuevamente en extractos de críticas recogidas de FilmAffinity: «Desmedido, fútil, metafísico, ridículo y magnético. Todo a la vez… Solo cabe rendirle pleitesía o aborrecerlo para siempre» Luis Martínez, El Mundo; «Ferrara y Dafoe se pierden en Siberia. Pretende ser enigmática y mística, pero se queda en confusa» Nando Salvá, El Periódico; «Una narrativa dislocada, disfrazándose de metafísica de tocador, que nunca está a la altura de sus pretensiones» Sergi Sánchez, La Razón…

Y ‘Sweat’, de Magnus von Horn, Polonia-Suecia, 100 minutos. Describe tres días en la vida de la morivadora fitness Sylwia Zajac quien, en pleno éxito en las redes sociales y con el respaldo de su entorno, busca intimidad.

Han escrito sobre ella, de nuevo extractos recogidos de FilmAffinity: «Es refrescante ver una película que no se suma a un linchamiento de las redes sociales, sino que lo observa todo como un trabajo a tiempo completo» Marta Balaga, Cineuropa; «Una de las películas más matizadas y satisfactorias con el fenómeno de la fama moderna» Wendy Ide, Screendaily; «A pesar de su considerable respeto por su heroína, nunca logra una reflexión profunda sobre los temas que plantea» Jessica Klang, The Playlist…

Pues ya lo saben. Este aperitivo no ha hecho más que empezar. Continuará…

Seis años de seis días…

A Vita Lirola, que lo hizo posible.

La noche del 8 al 9 de octubre de 2014 esta firmante la pasó en blanco. La noche del 8 al 9 de octubre de 2014 estaba a punto de iniciar un viaje que hoy, en estos tiempos del virus, no hubiera sido posible. Un viaje en avión de muchas horas que ella, siempre retenida en tierra por sus animales y no es una queja, nunca había hecho. Un vuelo transoceánico tan lleno de nervios como de expectativas. Un viaje, un sueño, que le regaló su hija Vita Lirola: seis días en Nueva York. En la mejor compañía y con la mejor guía posible.

Un viaje, un vuelo, que resultaron más que agradables y en el que no faltaron los entusiastas aplausos del pasaje al tomar tierra. Luego, en el autobús hasta la Ciudad, ya comenzaron las referencias míticas. Atravesar de noche la New Jersey de Los Soprano…

… Y cruzar Manhattan bajo las hipnóticas luces de los rascacielos, bajo esos cielos soñados y esos edificios míticos, que refulgían ante una viajera boquiabierta e incrédula por estar allí, camino de nuestro apartamento en Madison Avenue – que respondía a los mejores clichés, con unas vistas desde su azotea que cortaban la respiración – cedido por la generosa hospitalidad de Gail Freund y John Glatt, una deuda de gratitud permanente.

La Nueva York de quien esto firma, una de las muchas posibles, fue la de la inmersión absoluta en todas sus mejores referencias literarias y, sobre todo, cinematográficas. En todo su glamour, su hermosura y su leyenda. La Nueva York de quien esto firma no defraudó sus expectativas, sino que las agigantó y no era nada fácil. Tan reconocible y tan nueva en sus calles, sus barrios, sus parques, sus estilos arquitectónicos, sus alturas, sus vistas, sus islas, sus iconos, sus mitos, sus rincones, su Zona Cero, sus estaciones, sus ruidos, sus silencios… que la hicieron vibrar con intensas emociones estéticas y sensoriales.

Aquí están sus crónicas, pálidas e inevitablemente esquemáticas, escritas a trompicones en mi Tablet, por orden cronológico:

https://sevillacinefila.com/2014/10/12/seis-dias-en-nueva-york-una-aclaracion-imprescindible/

https://sevillacinefila.com/2014/10/13/seis-dias-en-nueva-york-contrastes/

https://sevillacinefila.com/2014/10/14/seis-dias-en-nueva-york-otros-mundos/

https://sevillacinefila.com/2014/10/14/seis-dias-en-nueva-york-naturaleza-y-arte/

https://sevillacinefila.com/2014/10/15/seis-dias-en-nueva-york-horas-de-museo/

https://sevillacinefila.com/2014/10/16/seis-dias-en-nueva-york-memoria-libertad-y-justicia/

https://sevillacinefila.com/2014/10/16/seis-dias-en-nueva-york-glorias-y-miserias/

https://sevillacinefila.com/2014/10/17/seis-dias-en-nueva-york-delicias-urbanas/

https://sevillacinefila.com/2014/10/18/seis-dias-en-nueva-york-en-la-cima/

https://sevillacinefila.com/2014/10/18/seis-dias-en-nueva-york-recapitulacion-y-cierre/

Gracias Vita Lirola. Gracias Gail, gracias John. GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.

‘Falling’: Pater familias

Quien esto firma, quiere comenzar esta entrada por algunos extractos de reseñas críticas positivas – a cargo de expert@s muy cualificad@s – de esta película recogidos en su ficha de la imprescindible página, de consulta siempre obligada y de servicio público cinematográfico de primer orden, FilmAffinity. Para que ustedes los tengan en cuenta. Dicen así:

«Es una película intensa, bien contada, pensada y sentida que escarba en sensaciones dolorosas» Carlos Boyero, El País. «Un buen drama familiar que aborda la vejez, en este caso unida a un proceso de demencia senil… tratada con enorme sensibilidad, extrañamente conmovedora» Oti Rodríguez Marchante, ABC.

«Una honestidad brutal, una película bella y sobria, un viaje de la infancia a la vejez… profunda y reveladora reflexión en torno a los enigmas que esconden los afectos» Beatriz Martínez, Fotogramas. «Interesante. Un debut en la dirección brutal, honesto y tierno» Irene Crespo, Cinemanía.

Quien la filma, debutando tras la cámara, escribe su guion, interpreta y compone su banda sonora es el sobresaliente actor, también poeta, músico y pintor, Viggo Mortensen, cosecha del 58, que disfruta de la triple nacionalidad estadounidense, danesa y argentina, que ha sido tres veces nominado a los Oscar, cuatro a los Globos de Oro y una vez a los Goya. Fuente: Wikipedia, otra página de consulta obligada.

Flamante Premio Donostia en la reciente edición del Festival de San Sebastián, recordamos sus inolvidables composiciones en títulos tales como ‘Alatriste’, (2006), ‘Promesas del Este’ (2007), ‘Capitán Fantástico’ (2016) o ‘Green Book’ (2018), entre tantos otros. Ha declarado que esta de ‘Falling’ es una historia que llevaba dentro desde hace muchos años, que tiene muchos tintes autobiográficos, pues sufrió las demencias de sus padre y padrastro y que comenzó a escribirla tras la muerte de su madre. Está dedicada a sus dos hermanos más jóvenes.

Una historia en la que se nos relata el viaje de un anciano ferozmente conservador, que pretende cambiarse de casa y al que acecha la locura senil, hasta el sur de California donde vive su hijo varón con su marido y la hija adoptiva de ambos. Las radicales diferencias ideológicas, políticas y generacionales entre los dos se harán muy presentes y extensivas al resto del grupo familiar, mezcladas con los recuerdos del pasado.

Esta firmante, pese a reconocer los valores de la película puestos de relieve al principio de este texto por gentes tan documentadas, no logró conectar con ‘Falling’ como esperaba y hubiese deseado. No lo hizo, entre otras cosas, por el rechazo integral que le produjo el anciano pater familias – cazador, machista, racista, homófobo, autoritario, prepotente, hosco, insensible… – catálogo viviente de las peores señas de identidad y maltratador psicológico, que nunca se permite exhibir debilidades, demostrar afecto o ninguna clase de empatía. El público asistente, sin embargo, celebraba la mayor parte de sus «salidas» – algunas divertidas, hay que reconocerlo – con abundantes risas…

Tan odioso personaje, según el criterio de quien suscribe, no tiene antagonista que lo cuestione. Salvo apenas una vez, y de refilón, su propio hijo tras demasiados agravios y humillaciones. Es una elección narrativa discutible a su entender. Entre la exasperación de las confrontaciones directas y tan respetuoso sometimiento, hay demasiados matices que se pierden.

Ocurre también que hay otras subtramas y caracteres que ni se tocan por los omnipresentes y feroces soliloquios del patriarca, tanto en el pasado como en el presente. Todo palidece ante ese carácter infernal, todo gira en torno a su eje. Nos quedamos sin saber cómo es la relación entre el matrimonio gay, entre esos dos hombres sensibles e interesantes. Cómo llegaron a la adopción de la niña inteligente y singular. Qué vida llevó la progenitora después o los rasgos de su personalidad apenas entrevistos. Igualmente en el caso de la hermana y sus hija e hijo tan peculiares… Todo ello, además, de que le sobra metraje.

Coproducción entre Canadá y Reino Unido, de 112 minutos, fechada este mismo año. Ya se ha escrito que su escritura y su banda sonora, adecuada al drama que se nos narra, se deben también al propio Mortensen, cuya interpretación es tan contenida como excelente. La fotografía simplemente correcta es de Marcel Zyskind. Del reparto, destacar a un grandioso Lance Henriksen, Terry Chen y las presencias siempre estimulantes de Laura Linney y de nada menos que David Cronenberg.

Escrito queda. La pelota, en sus tejados, aunque lo suyo sea que decidan por sí mism@s viéndola.