¿Qué tienen en común una empleada de un restaurante, madre soltera con una hija muy madura, aunque miedosa, de 10 años, el chef, luego propietario de ese mismo local, con una cantautora reconocida, con un fontanero con un hijo adolescente toxicómano y problemático, felizmente casado con una maestra cualificada y empática, con el ex alumno palestino de esta, ferozmente oprimido por su hermano mayor, con un anciano discapacitado a quien no le permiten morir, con la ministra de justicia y con su mujer lúcida y comprensiva que le reclama la jubilación, con un hombre que dice amar, pero huye en solitario para ponerse a salvo, con una joven sin techo pero con ley, de vida desordenada pero solidaria, a quien las instituciones dan la espalda, con un secretario fiel y leal…?
Lo que comparten todas estas personas es un hecho terrible que devastará sus vidas y las de l@s suy@s, que las y les cambiará radicalmentente a mejor o a peor: ser víctimas desde dentro o desde fuera, en las inmediaciones del lugar, de un terrible atentado terrorista perpetrado en el establecimiento citado, que se cobrará el dramático saldo de 19 muertos y 22 heridos.
Y lo que esta serie, DE VISIÓN OBLIGADA, describe – en 10 intensos y absorbentes capítulos de una hora de metraje – es el antes, el durante y el después de que individuos fuertemente armados irrumpieran en tal espacio, donde se disfrutaba de una comida sofisticada, disparando a mansalva y sembrando a su paso muerte y destrucción. Con flashes, en cada episodio, de cómo lo vivieron cada un@ de los protagonistas desde dentro y desde fuera..
Y lo que nos va descubriendo son los lazos, los vínculos que entre ell@s se crean tras la masacre y aquellos que les unían entre sí y desconocíamos, en una suerte de historias cruzadas cualquier cosa menos convencionales. Y lo que nos narra son sus modus vivendis anteriores, la pirueta del destino que allí les reunió y las consecuencias personales, laborales, ideológicas, familiares, emocionales y existenciales que les acarrea, junto a sus seres queridos, el haber estado al borde de un abismo que para algun@ será irreversible…
Y lo que filma, y documenta, con tanta sensibilidad y lucidez como crudeza y emoción, son también los temas políticos, institucionales, profesionales, de clase, de marginación, de díficil integración, y afectivos que se encarnan en ell@s, que les condicionan y que les constituyen antes de que el horror les salpicara de lleno y sus daños colaterales les descubrieran como quienes no hubiesen sospechado, o querido, o imaginado, ser y actuar. Para bien o para mal. Y también el cómo gestionan y resuelven tan durísimos síndromes postraumáticos recuperando, como saben y pueden, un presente y un futuro en los que, feliz o infelizmente, nada será lo mismo.
Producción audiovisual danesa fechada en 2020 y estrenada en junio en la plataforma Filmin. 12+1 mujeres y hombres son l@s responsables de su excelente guion. Su magnífica fotografía la firman conjuntamente Aske Foss, Sebastian Wintero, Kasper Wind Nielsen y Adam Wallesten. Su notable banda sonora está a cargo de Martin Dirkov y su reparto coral, que sería muy largo enumerar aquí, resulta eminente y representan a sus personajes en estado de gracia.
Justamente aclamada por la crítica, que la ha aplaudido y valorado sin reservas.
Ni se les ocurra perdérsela.