Auxi Esplá. responsable de marketing de mk2 Cinesur Nervión , ha tenido de nuevo la generosidad de invitar a esta firmante a un preestreno en dicho local esta noche. Ah… pero no a un preestreno cualquiera, sino al que marcaba la reapertura, tras meses de reformas y cierre pandémico, de estas paradigmáticas salas sin las que l@s espectadores-as nos sentíamos incomplet@s. Pero no a un preestreno cualquiera, sino al de una película francesa de un director de culto, que es la primera de su filmografía en proyectarse aquí.
Pero no a un preestreno cualquiera, sino a uno presentado nada menos que por el responsable del Festival de Cine Europeo de Sevilla, José Luis Cienfuegos, y que contó también con la presencia del delegado del Área de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz Martínez. Pero no a un preestreno cualquiera, sino a uno en el que, a las 20 horas de la noche de hoy, tuvimos ocasión de escuchar las hermosas palabras del responsable del Certamen citado. Palabras en las que se congratuló de la reapertura de un cine querido para él, icónico le denominó, pues es sede del SEFF.
Palabras en las que destacó cómo en su última edición – tan díficil como valiente a la que quien esto firma, estando acreditada, no pudo asistir por una lamentable circunstancia sobrevenida – él y su equipo agradecieron al público su apoyo y presencia. Palabras en las que glosó a las salas como la cúpula del hecho cinematográfico y en cómo aprecian también l@s cineastas como, por ejemplo y nada menos, Olivier Assayas y Mia Hansen-Love, el ver proyectados con tanta calidad sus filmes en las del cine que nos acogía. Y que directoras como Ainhoa Rodríguez, firmante de la intrépida ‘Destello bravío’, entre otr@s, no consideran estrenadas sus propuestas, pese a su paso por Festivales como el de Rotterdam, hasta que no se proyectan en ellas.
Palabras en las que introdujo ‘Mandíbulas’ como esa gamberrada cuya visión es siempre refrescante. Pero también mucho más que eso porque su realizador es, se reitera, un autor de culto inédito en nuestro país. O lo que es lo mismo, el músico, compositor, DJ, guionista y cineasta Quentin Dupieux, cosecha del 74, quien también ha escrito la historia y es responsable de las fotografía y banda sonora, ambas excelentes, de esta coproducción franco-belga de 77 minutos de metraje que transita entre la comedia más loca y el fantástico…
… Teniendo como protagonistas – estupendos Grégoire Ludig y David Marsais – a dos amigos de la infancia, tan entrañables y outsiders como cortos de luces, que se reencuentran en un momento no especialmente prometedor de sus vidas, sino más bien todo lo contrario. El encargo que le hacen a uno – llevar un maletín a un individuo por el que se le pagará un dinero que para ellos es una fortuna – al que se suma el otro, derivará en una serie de encuentros y desecuentros a cual más bizarro.
Como con una chica, que le confude erróneamente con un antiguo compañero del instituto, su hermano y dos amigas, una de las cuales – una descacharrante Adéle Exarchopoulos (‘El reflejo de Sibyl’, ‘La vida de Adéle’) – habla a gritos como secuela de un accidente, con l@s que confluyen en la casa de verano de los padres, ausentes en este caso, de la primera.
Pero, sobre tod@s, con una mosca gigante adorable e inteligente a la que llaman Dominique y liberan de su encierro en un maletero con la intención de… no se pueder revelar nada más. Hay que verla. Hay que verla porque es muy ligera en el mejor sentido del término, muy fluida y hasta realista dentro de lo fantástico de su propuesta. Porque rompe los esquemas y sorprende continuamente.
Porque es muy divertida, muy irónica, muy sarcástica y, al tiempo, muy tierna y entrañable. Porque los personajes están muy bien interpretados y compuestos. No son esquemáticos, ni superficiales, ni impostados, sino que rezuman naturalidad. Porque es accesible sin caer en clichés, ni esquemas trillados, ni ser simplista. Porque…
Lo escrito. Hay que verla, es refrescante, aguda, incisiva, brillante y diferente. Háganlo a partir de mañana.