A través del streaming, la realizadora – que, desde Guadalajara, introducía, junto a un crítico, su película y, tras la proyección, respondía a las preguntas del público – comentó que ‘Cinco lobitos’ comenzó a gestarse hace un lustro. Precisamente cuando la realizadora acababa de tener a su primera hija y se enfrentó, con ella y con ello, a unas situaciones complejas personales y familiares.
A través del streaming, la realizadora contó que tardó esos cinco años en reunir la financiación, escribir el guion, conectar con esas actrices y ese actor que quería a quienes les gustó mucho la idea y filmarla. A través del streaming, la realizadora comentó que las mujeres que son madres aún no están en un lugar que permita contarlas de otra manera. Pero que ella no había querido narrar la experiencia de forma épica, sino cotidiana y emocional.
A través del streaming, la realizadora se sorprendió ante una pregunta que aludía a que las miradas fílmicas femeninas se centran mucho en la maternidad. Piensa, por el contrario, que esta vivencia que es universal, que afecta igualmente a los hombres y que es fundamental para la vida, se ha contado poco y que ellas ruedan historias intimistas también, entre otras cosas, por una cuestión presupuestaria.
A través del streaming, la realizadora dejó constancia de que trabajar con bebés no es tan complicado, aunque no sea fácil, y que procuraban integrar los llantos y las reacciones en las escenas para transmitir la máxima credibilidad. A través del streaming, la realizadora admiró la complicidad y el buen hacer de Laia Costa, madre de una bebita, con las menores que representaron a su hija en la ficción.
Todo ello fue posible a través del streaming desde el cine Nervión de Sevilla. Así esta firmante, asistente al preestreno de ayer, enriqueció su visión de la película con estas opiniones y datos de la guionista y realizadora: Alauda Ruiz de Azúa, cosecha del 78, con cinco cortos en su haber, de la que es, se reitera, su debut en el largometraje.
Todo ello fue posible gracias al Proyecto Viridiana iniciativa de varios exhibidores que impulsa el cine europeo de calidad en las salas españolas. 26 cines de 19 ciudades lo secundan. O lo que es lo mismo, 219 pantallas y más de 36.000 butacas.
Así que, gracias a dicho Proyecto, quien esto firma ha tenido acceso ayer – tres días antes de su estreno previsto, este viernes, 20 de mayo – a una producción española, fechada en este año, de 104 minutos de metraje. Cuya escritura, ya se ha escrito, se debe también a Ruiz de Azúa, cuya excelente fotografía y pródiga en tantos claroscuros como los del relato, la firma Jon D. Domínguez. Cuya música, que suena sólo cuando debe y lo hace muy bien, es de Aránzazu Calleja. Cuyo trío actoral es eminente: Laia Costa, Susi Sánchez y Ramón Barea, sin desmerecer a Mikel Bustamante y al resto del reparto.
Ganadora absoluta del Festival de Málaga – donde obtuvo la Biznaga de Oro a la Mejor Película, pero también los Premios al Mejor Guion, la Biznaga de Plata a la Mejor Actriz para Laia Costa y Susi Sánchez, el del Público y el Feroz Puerta Oscura de la Crítica – es una de las elegidas para debatir en la próxima sesión de nuestra tertulia de cine Luis Casal Pereyra del miércoles, 1 de junio, a las 19.30, en Casa del Libro Viapol.
Todos los reconocimientos le son debidos a esta historia no reivindicativa, ni feminista al uso, pero sí exenta de clichés, místicas y lugares comunes, sobre una mujer de 35 años muy cualificada y políglota a quien reclama su amiga y antigua compañera de trabajo, que, tras un parto díficil, afronta su maternidad primeriza en solitario.
Su pareja es diseñador de iluminación teatral y recibe una oferta, que le mantendrá varias semanas fuera de Madrid y ante sus dificultades físicas y emocionales de asumir la crianza sin él, pide ayuda a sus progenitores y se traslada con la niña a la casa familiar en un pueblo costero de Euskadi.
Durante el año que permanece allí, con visitas esporádicas de su chico, deberá enfrentarse también, no sólo a las maternales, sino a las dificultades, compromisos y obligaciones consustanciales al hecho de ser hija.
No se perpetrarán spoilers en esta entrada, pero allí conocerá a fondo a un matrimonio desigual y desacertado, el de sus progenitores – «Tu padre fue un marido horroroso, pero muy buen padre», «Cuando le conocí, era tímido y callado y pensé qué interesante, pero luego ha estado callado 30 años»…, sólo dos de las frases de antología de una inmensa Susi Sánchez – y sabrá de un secreto largamente oculto.
Tendrá que asumir el arrebatador mal genio, la caústica ironía y la sabiduría cotidiana sin concesiones de una madre siempre crítica y alérgica a las quejas -«Tú también te caíste de la cama y hablas cinco idiomas…»- junto a la ternura, la fragilidad y el amor que se esconden tras la silenciosa coraza paterna. Deberá retomar a la adulta fuerte que fue ante un hecho doloroso e irreversible, que oscurecerá como las húmedas tinieblas del paisaje sus previsiones de presente y de futuro.
Tomará las riendas de dos existencias, una de ellas la suya propia, de su pareja, de su destino. Y…
Desmontando místicas a base de sensibilidad, silencios, fragmentos de vida, humor, ironía, dolor y amor, esta deslumbrante ópera prima, esta extraordinaria, sabia y llena de verdad mirada de mujer que nos interpela, seduce, nos hace pensar, reir y nos conmueve, debería recibir una lluvia de Goyas y de reconocimientos, ya que todos le son debidos. Laia Costa está excelsa y qué contrapunto el talento de Ramón Barea con el de esas dos actrices eminentes.
Ni se les ocurra perdérsela. Y véanla cuanto antes de cara a la tertulia.
Gracias. Cuestión personalísima. Me pareció lenta.
Gracias a ti por tu generosidad con el blog y por tus aportaciones.