‘El médico alemán’: Angel de la muerte

Lucía Puenzo – Buenos Aires, cosecha del 76, escritora, guionista, productora, investigadora y cineasta – escribió su novela ‘Wakolda’ en 2010. Trata, de manera profunda y compleja, la emigración de indeseables y malignos personajes, condenados por la Historia y prófugos de la justicia, desde Europa al continente latinoamericano. Especialmente de uno de ellos, tristemente famoso y conocido como El Ángel de la muerte, y de su paso por su país.

La película que nos ocupa, está basada en esta obra. Es una coproducción entre Argentina, España, Francia y Noruega, de 90 minutos de metraje. Ambientada en la Patagonia de los años 60, sigue a una familia de camino hacia la hostería que regentan en Bariloche. Un médico alemán se une a ell@s , convirtiéndose en su primer huésped, e interesándose por la estatura, pequeña para su edad, de la hija adolescente. Pese a los recelos que les suscita, su influencia se hará patente en sus vidas.

Esta breve sinopsis no da la medida de la lucidez, hondura y complejidad de un relato atravesado por el terror de lo que se intuye y no se nombra hasta casi el final. Un relato denso e inquietante que, sin embargo, no se permite ningún exceso. Por el contrario, la realizadora dosifica sabiamente la información, con una puesta en escena tan sobria como intensa, tan ambigua como sugerente, tan lúcida como expresiva de la confusión que atormenta a sus protagonistas, tan sutil en su registro narrativo de un hecho histórico, como creativa en su adaptación al lenguaje del cine.

Y hay mucho más… Los detalles, las observaciones, la hermosura del paisaje, la fascinación de la niña por el hombre que puede ‘curarla’, los dibujos, la crueldad con la diferencia, el cuaderno del doctor, el perfeccionismo obsesivo. La escuela alemana, todo un microcosmos de pérfidos encubrimientos. Los interrogatorios. Los secretos. Las mentiras. La ideología docente en apariencia neutral e intoxicadora. Las responsabilidades adultas. Las complicidades directas e indirectas. La vigilancia. La huída…

Todo ello servido por un reparto en estado de gracia, Natalia Oreiro, Diego Peretti, tod@s. Con especial mención a un enorme Alex Brendemühl. Unas historias dentro de la Historia. Un registro del mal que habita entre nosotr@s, de lo peor de la condición humana. Un retrato en negro de un personaje terrible y peligrosamente atractivo. Una mirada de mujer tras la cámara, que nadie que ame el cine debería perderse.

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